Edición Cero

Haroldo Quinteros Bugueño/ Profesor Nadie ha reparado en la ironía que lanzó Villegas a Piñera en el programa “Tolerancia Cero” , el pasado domingo,... Piñera, el “lingüista”

Haroldo Quinteros Bugueño/ Profesor

Nadie ha reparado en la ironía que lanzó Villegas a Piñera en el programa “Tolerancia Cero” , el pasado domingo, en cuanto sería «un experto lingüista.» Villegas lo dijo medio en broma- medio en serio, pero es cierto que, Piñera el megalómano de siempre, quiso ahora darnos clases de Etimología castellana. Dijo que la palabra «matrimonio» tiene dos componentes, «matri», que vendría de «matriz» y «monio» que significaría … cualquier cosa que se le ocurrió en ese momento.

El significado etimológico del término es incierto, y hay varias teorías sobre él. Primero que nada, hay que señalar que nuestro «lingüista» Piñera no sabe que la palabra castellana «matriz» es un derivado de la palabra latina «mater» (madre), cual es el constituyente semántico central e invariable de «matrimonio,» en alusión a la procreación. Tampoco Piñera parece saber que en el mundo hay miles de idiomas, y que no en todos «matrimonio» viene de «madre.» En alemán, y en muchos idiomas germánicos, «matrimonio» no viene de «madre,» sino de «Ehe», y esta palabra (derivada de la voz «aiwae» del antiguo alemán occidental) significa simplemente «derecho» o «ley»; es decir, su énfasis sólo está en el contrato, y no en la procreación. En inglés, «marriage» (matrimonio) no viene de «mater» ni «matrix»; sino todo lo contrario, de «maritus», término que significa «marido», el hombre. En árabe , el término se reduce al sexo, no a «mater» ni «maritus», sino al acto del emparejamiento.

Pero de todos modos, el «lingüista» Piñera se pegó un carril tan ridículo como sus incursiones en Literatura. Como Piñera y muchos más políticos conservadores chilenos, majaderamente repiten lo mismo, aclaremos ( y sólo como hablantes del castellano):

Una teoría sobre el término, es que podría provenir de la expresión «matrismunium» proveniente de dos palabras del latín: «matris» («mater» en caso genitivo, o sea, «de la madre»), y «munium», que significa «cuidado»; es decir, «cuidado de la madre», cuidado que, obviamente, la sociedad romana garantizaba legalmente a la madre de los hijos nacidos del «connubium» (emparejamiento sexual). Una teoría muy distinta a la anterior es que «matrimonio» también podría derivar -además de «mater»- de la voz latina «monium», que significa «agente.» Con esto, se subrayaría el rol dirigente de la mujer en la familia, sobre su pareja, el hombre; situación que evoca los tiempos del matriarcado, la época en que la mujer era la organizadora de toda la vida familiar, del clan y de la aldea.

Otra teoría es que «matrimonio» derivaría de la expresión «matreummuniens», que significa «defensa de la madre,» presumiblemente en caso de abandono. En resumen, en castellano, NO universalmente como pretende Piñera, el componente léxico originario central del término es «madre,» quien procrea. ¿Por qué? Pues, porque en la antigua visión cultural romana (aprox. desde el siglo VI a. C, al siglo V d.C) debía garantizarse la protección de la madre y los hijos, considerados extraordinariamente débiles, muy especialmente los hijos, el resultado obligatorio e inevitable del «connubium.»

Los tiempos, obviamente, han cambiado y siguen cambiando, y, por supuesto, la palabra, como muchas que derivan del latín, de la antigua civilización romana, y de otras lenguas muertas y antiguas civilizaciones, cada vez se vuelven más obsoletas. La mujer se ha empoderado y conquistado derechos impensables hace milenios; los homosexuales son reconocidos como tales y la homofobia es un delito grave en muchos países, de modo que la noción «matrimonio» en el sentido original de «contrato» (como en la mayoría de los idiomas) se ha impuesto sobre la procreación, por lo tanto, sobre la noción excluyente de la heterosexualidad. Universalmente, hoy, en todo matrimonio, la procreación es una opción, no una obligación. ¿Sabrá Piñera que además puede controlarse?

Una respuesta a “Piñera, el “lingüista””

  1. Jorge Iván Vergara dice:

    Muy interesante columna. Felicitaciones.