Valioso registro fotográfico histórico de los Museos de la Pampa, muchos con serios daños o inexistente

Durante varias semanas permanecerá abierta, en la Casa de la Cultura de Iquique, la muestra fotográfica “Museos del Silencio”, del pampino Guillermo Muñoz, quien durante décadas se ha dedicado a registrar los museos de la pampa, los cuales, 20 años después, están casi todos destruidos, dañados o inexistentes. De este modo, la muestra se transforma en una denuncia del daño irreparable sufrido en estos viejos cementerios, que dan cuenta de una historia y de una cultura.

La actividad se enmarca dentro del programa oficial de la Semana del Salitre, en su versión N° 36, organizada por la Corporación Hijos del Salitre, que preside Sara Benavides González. “Nos parece que es una falta de respeto y no considera nuestra cultura, esta destrucción horrible que sufren los cementerios pampinos. Quedan a la merced del daño que provocan las personas, pero fundamentalmente por la acción de empresas mineras que avanzan, dañando y destruyendo, sin entender que aquello que destruyen, es nuestra historia”, señaló.

Para los pampinos, estar sepultados en la pampa, junto al sol abrazador y a los silbidos del viento, es estar en paz eterna, “pero nuestros seres queridos, nuestros familiares amados, no pueden descansar en paz”, denunció Sara Benavides. Dijo que incluso, la Corporación que preside, no descarta presentar alguna acción judicial.

REGISTRO FOTOGRÁFICO

El autor, Guillermo Muñoz, nació en el campamento San José y luego su familia fue traslada hasta el Campamento Don Guillermo, donde vivió hasta el cierre de las salitreras. “Pero el amor por la pampa nunca lo he perdido. Al contrario, viviendo en Iquique he pasado gran parte recorriendo la pampa y las oficinas, tanto en Tarapacá como en Antofagasta”.

De allí que en su afán de preserva su historia y recorriendo las salitreras,  empezó a registrar los cementerios, los mismos que hoy lucen en la muestra “Museos del Silencio”. Las fotos las tomó hace 20 años “pero hice este registro como se hacía antes, manejando el obturador y revelando las fotos en el cuarto oscuro”.

Dice sentir una pena inmensa, porque hoy, casi ninguno de los cementerios que visitó están en pie. “Ahí está nuestra historia, nuestra identidad. Y todo lo que nos legaron nuestros padres, nuestros adultos ya fallecidos, que protagonizaron las luchas sociales, conquistas sindicales, todo lo que nos legaron… Y se supone que sus restos yacen ahí en los cementerios. Porque tenemos que honrarlos y no olvidarlos, pero esa morada eterna en la mayoría de los casos, ya no están”.

Dijo sentir una pena inmensa, pero que es poco lo que se puede hacer, tanto porque el daño ya está hecho, y porque “hay muchos intereses comprometidos, especialmente de las grandes empresas”.

Añade que muchos de los sitios salitreros donde hay cementerios, no hay libre acceso público. “Creo que no se nos puede negar el derecho a las visitas. Tampoco se puede negar a los turistas, porque hay mucha historia y patrimonio que mostrar. Eso también es una forma de protección. Esa lucha tenemos que darla los pampinos”.