Magistral presentación de obra musical que aborda en un formato diferente los DDHH, evidencia vigencia actual de esa temática
Destacado 1 noviembre, 2016 Edición Cero
Anyelina Rojas V.- Un formato diferente, con un alto sentido de la estética, donde lo social y lo antropológico, junto a la expresión artística, convergen armoniosamente, fue la puesta en escena de la obra musical, Dominancia o la transgresión autorizada», de los autores, Verónica González y Andreas Bodenhofer. La presentación artística releva los derechos humanos a un tema absolutamente actual, rescatando la memoria histórica como base central, para que el país pueda mirar y construir el futuro. Con ello, desmitifica que sólo sea tema de quienes padecieron los vejámenes; y que éstos, sólo se hayan producido en dictadura. Pero aún, conductas como el racismo, rechazo a la diversidad y otras formas discriminatorias, son también actos de Dominancia y de Transgresión Autorizada
Esta obra, de primer nivel, la trajo Iquique la Corporación de DDHH y Sitios de Memoria, como una forma de promover la temática de los derechos humanos, desde una profunda mirada reflexiva. Donde los episodios se combinan, tomando los hechos ocurridos en Colonia Dignidad, con otros más actuales, e incluso, presentes, tanto en nuestra sociedad, como a nivel mundial. Los DDHH se vulneran todos los días.
Esta obra, es más bien abstracta, principalmente porque no hay personajes definidos, ni roles asignados a determinado actos. El escenario simbiótico con la realidad, permite entrecruzar historias, testimonio, tiempos diferentes. Poesía, música, canto, parlamentos bien hilados. Tan profunda es la puesta en escena, que pese a desarrollarse en un espacio abierto, como el Hemiciclo del Teatro Municipal de Iquique, fue seguida en impresionante silencio, por las alrededor de 500 personas que acudieron a presenciar la obra.
El elenco lo componen 19 artistas y equipo técnico, quienes pudieron llegar a este escenario iquiqueño, gracias a la gestión de la Corporación de DDHH y Sitios de Memoria y al patrocinio del Gobierno Regional, Consejo Regional, Consejo de la Cultura y las Artes y la Municipalidad de Iquique.
La puesta en escena se vuelve especialmente interesante y un aporte en la toma de conciencia y la construcción y rescate de la memoria, porque los derechos humanos se abordan mediante una propuesta que se evidencia y se despliega en el escenario, sin dejar vacíos; sólo la capacidad de entender los procesos sociales y reflexionar. No hay una ideologiización partidista, hay un sentido profundo humano, social y de inspiración antropológica, para explicar la realidad. Con el ejemplo, con la dramatización; el uso de la voz y sus inflexiones que marcan el mensaje y despiertan las emociones que brota en cada corazón del espectador.
LOS AUTORES
La obra tiene un sentido más amplio que el abordaje tradicional. Sobre el tema, la destacada actriz Verónica González señaló que al final de la obra se habla de crear nuevos derechos, de luchar por nuevos derechos.. Son demasiados los derechos. “Nosotros creemos en la diversidad, en el respeto, en que la juventud debe llenarse de esperanza y de buenos bríos, para construir un mundo donde todos estemos felices.
-Es decir mirar el futuro, pero con sentido de memoria. ¿Cómo se ligan estos dos conceptos que para algunos resulta dicotómico?
-Siempre estamos mirando el futuro. Sin memoria no hay futuro… parece como súper cliché lo que estoy diciendo, pero no hay nada más real. Un país, un pueblo, un grupo humano que no es capaz de de construir sobre sus propias raíces de lo que realmente vivió o de lo que entiende por su historia, realmente es imposible que pueda forjarse limpiamente y sanamente, como un grupo que podrá luchar algún día por aquéllos buenos derechos.
-En la obra también exponen la situación de algunas personas que se vieron obligadas a cometer estos actos de “transgresión autorizada”. ¿Víctimas o victimarios?
-Mmm, es muy difícil de contestar eso…
Interviene el Director Musical, Andreas Bodenhofer, retomando la temática de la memoria
-La memoria que sólo cite… no sirve sólo la memoria. Tratamos de mostrar aquí de plantear los derechos humanos, como una herramienta; no sólo el recuerdo y el nunca más, también como una herramienta de cambios sociales, es decir, son un instrumento que sirve para cambiar este sistema. Por eso es tan importante hablar de estos nuevos derechos. Comenzamos trabajando sobre Colonia Dignidad, de su relación con la DINA, pero nos sentimos que estaba incompleta, que teníamos que hablar también de los derechos de los pueblos indígenas, de la discriminación, del racismo, de los derechos de la naturaleza, de las generaciones futuras, porque sino, nos quedamos atrás.
-Esta alianza entre Colonia Dignidad y dictadura, aparece como natural, pero ya en la década de los 60 este enclave alemán operaba en nuestro país, es decir, bajo varios gobiernos democráticos…
-Sí. Absolutamente. Esto partió el año 61 y todavía los hijos de los colonos dirigentes, todavía están dirigiendo la Colonia Dignidad como un centro turístico, sobre lugares que son de memoria, donde pueden haber detenidos desaparecidos… Se conoce la punta del iceberg… Todavía es muy moderno y muy actual lo que pasa ahí.
-Y el arte, puesto a disposición de esta causa…
-Todos los lenguajes son necesarios y todos los lenguajes dicen cosas distintas. El formato que desarrollamos acá, al menos así nos parece que es apropiado, para emocionar, pero con reflexión. La emoción sola puede ser ambigua… uno se puede emocionar con todo tipo de cosas. Si la emoción va acompañada de reflexión… ¡bingo! creo que ahí una proposición artística puede hacer mucho más que un libro o una charla.
-¿Ustedes orientan esta obra a un público específico, que tenga experiencia vivida con lo que expresa la obra?
-Responde Verónica- A nosotros lo que nos interesa es que cualquier persona pueda ver esta obra. No sabría cómo entender que una obra de teatro o una expresión artística vaya dirigida a ciertos grupos específicos. Siento que culturizar un país, significa masificar la cultura también. Y a veces llegar a gente que supuestamente no le interesa, creo que es un error.
-¿Un llamado a utilizar el arte como herramienta pedagógica?
-Evidente que sí.
-En la presentación acá, a en Iquique, la mayoría del público correspondió a personas vinculada con los DDHH, ex presos políticos, o sus familiares, por ejemplo.
Andrea Bodenhofer – En el Teatro del Maule por ejemplo, llegó gente que no tenía idea de qué se trataba ¡Y no voló una mosca! La emoción, la reflexión fue de todos. Estamos convencido entonces, que esto funciona también con gente que no está al tanto, por decirlo de alguna manera, que no es del mundo de los DDHH.
Verónica González –Es interesante lo que sucede. Hay gente que va a ver la obra y que no tiene idea, por ejemplo, de lo que sucede hoy día. Decíamos que Colonia Dignidad existe del año 61 y hay personas que no sabía. Entonces la obra despierta una curiosidad. Con eso nosotros ¡ya estamos! La gente se pregunta, ¿por qué hablan del pueblo mapuche?… Es entonces despertar la curiosidad, el interés… para nosotros eso ya es misión cumplida.