Dafne Collao Duarte/ Matrona, Directora Área Técnica De Salud CFT Santo Tomás sede Iquique
La Semana Mundial de la Lactancia Materna es instaurada oficialmente por OMS / UNICEF en 1992 y actualmente es el movimiento social más extendido en defensa de la lactancia materna. Se celebra en más de 120 países, del 1 al 7 de agosto, aniversario de la Declaración de Innocenti, firmada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en agosto de 1990 sobre la protección, el fomento y el apoyo de la lactancia materna.
La leche materna es el único alimento que el niño o niña necesita durante sus primeros meses de vida y también su primera arma de inmunización. Se ha avanzado con el post-natal de 6 meses que permite amamantar de forma exclusiva durante ese tiempo, pero paulatinamente se van incorporando nuevos desafíos. Uno de ellos es la compatibilización Trabajo y Lactancia.
Por este motivo, este año el lema definido es “amamantar y trabajar: hagamos que sea posible”.
La instalación y mantención de lactancia materna requiere que la madre cuente oportunamente con información y apoyo, por ello la educación prenatal es uno de los factores más relevantes en la duración de la lactancia ya que aumenta la confianza en la madre. En este sentido la labor que ejerce la matrona es fundamental para poder crear este vínculo con la madre.
El tema de la SMLM 2015 se centra en las mujeres trabajadoras y la lactancia materna. Los índices de inicio y prevalencia de la lactancia materna han experimentado un aumento constante a lo largo de los últimos 20 años. Cada vez más mujeres amamantan y lo hacen durante más tiempo. Esta evolución se ha desarrollado paralelamente a la incorporación masiva de las mujeres al mercado del trabajo remunerado.
Con la campaña de la SMLM 2015, WABA y toda su red social y profesional a nivel mundial, buscan empoderar y apoyar a todas las mujeres que trabajan en los sectores formales e informales, para que puedan combinar su trabajo y la crianza de sus hijos e hijas, y en particular, para que puedan amamantar. Cuando hablan de trabajo, se refieren a todo el que puedan llagar a realizar las mujeres: como trabajadoras asalariadas o autónomas, por temporadas o por contrato. También se incluye el trabajo doméstico, de cuidado y crianza que habitualmente no recibe remuneración y queda invisibilizado.
Las claves para poder amamantar y trabajar son tiempo, espacio y apoyo. Debemos generar estas condiciones favorablemente en el ámbito laboral para poder brindar seguridad a la madre que intenta volver a trabajar y a la vez amamantar a su hijo.
El apego que se genera al amamantar es único e irremplazable y no podemos quebrantar ese vínculo tan necesario para el buen desarrollo tanto afectivo como intelectual de ese niño.