Para Guillermo Jorquera, a propósito del lanzamiento de su libro; Teatroencanto
Opinión y Comentarios 13 julio, 2015 Edición Cero
Luis Rivano/escritor y librero chileno, que ha cultivado la novela, el cuento y el teatro.
Guillermo, estás lanzando un libro que será el resumen de tu quehacer teatral pero que me deja el sabor amargo porque, como tú lo dices, es también tu adiós al teatro como director.
Malo, amigo. Malo para nosotros y para el teatro. Los hombres que aman este arte y han trabajado con la honestidad que tú lo has hecho nunca debieran dar el paso que estás dando.
Porque no hay directores de tu estirpe, y si los hay no son muchos.
Tú, Guillermo me recuerdas a Pedro de la Barra, el recordado maestro y director de esa maravillosa institución que fue el Teatro Experimental.
Tras una ardua discusión con otros miembros del Teatro Experimental, Pedro de la Barra impuso la necesidad de presentar autores nacionales para sacudirse del yugo de estar casi siempre dando autores extranjeros. Él mismo dirigió las primeras obras nacionales: Elsa Margarita, de Brnci Zlatko, un autor chileno con apellido croata impronunciable; y Un velero sale del puerto, de Enrique Bunster. Las dos obras fueron montadas el mismo año 1943.
Todos los de mi generación recordamos, y como olvidar el montaje que Pedro de la Barra hizo de La viuda de Apablaza donde demostró sin lugar a dudas que un Orrego Luco chileno era tan importante como un Chejov de Rusia.
Se puede ser universal sin dejar de ser lo que somos.
Cuando viajé aquella vez a Iquique, invitado por ti al estreno de Los Matarifes, no pude menos que pensar en Pedro de la Barra al ver la puesta que hiciste de esa tercera obra de mis comienzos.
¿Por qué? Porque abrazabas el teatro nacional, popular y realista sin tener los complejos tercermundistas que tienen muchos y que pretenden que para hacer teatro hay que hacer guiños y concesiones estéticas extranjerizantes que nada tienen que ver con lo que somos. Chilenos, pésele a quien le pese.
Si los discípulos que se formaron junto a ti siguen por el mismo camino, todos felices. Si no, por dios que te vamos a echar de menos, querido Guillermo.
Luis Rivano un agradecido autor chileno.