Edición Cero

Cambio 21/ Por Luis Casanova R.-  En entrevista con Cambio21, el presidente de Asexma entregó una visión positiva respecto a los efectos que están... Roberto Fantuzzi ante la alicaída imagen empresarial: “Nos hace bien este remezón” y «todos tenemos yayitas»

fantuzziCambio 21/ Por Luis Casanova R.-  En entrevista con Cambio21, el presidente de Asexma entregó una visión positiva respecto a los efectos que están teniendo los casos Penta y SQM. Se niega a juzgar a Carlos Délano y si bien dice que no es pinochetista, asegura que una buena solución sería “disolver el Congreso” y “partir de cero”.

Para el conocido hombre de negocios Roberto Fantuzzi (71 años, «sanito y sin revisión de próstata»), el lugar de trabajo debe ser entretenido y no un sitio gris.  Por eso que el despacho que ocupa en la presidencia de Asexma (Asociación de Exportadores de Chile) tiene tres tipos de sillas delante de su escritorio: un excusado, sí, tal cual, que ocupan los «creativos»; un trono como el de la película «El rey de los huevones» de Boris Quercia y butacas de buses para los que tienen paciencia.

Además, hay ingeniosos carteles en los baños de hombres y mujeres y cada oficina tiene logos y dibujos. Todo en un ambiente que él se encarga de alivianar con simpatía con tal de obtener mejores ideas.

Consciente de que el ciudadano de a pie tiene sangre en el ojo con el empresariado, el otrora industrial de ollas ve en la actual crisis que sufren las instituciones una gran oportunidad para levantar al país, aunque sabe que el daño causado por los casos Penta y Soquimich será difícil de reparar.

«Como lo escribí en Twitter: ¿Necesitamos tantas leyes? ¡Si todos sabemos lo que es bueno y malo, hueón! En Chile estamos regulados por dictación de preceptos y estamos siempre en el límite sobre si cumplimos o no cumplimos», razona.

Sin filtro, Fantuzzi dialogó a Cambio21. Y de regalo nos llevamos un juego de palillos chinos («para comer necesitas de los dos») y un preservativo («cuando los jefes mandan lo que hacen es ponerle un condón en la cabeza al empleado y no lo dejan ser fértil en su creatividad»).

Por si le interesa, don Roberto entrega lecciones para ser exitosos. El que puede, puede…

LLORONES

 -¿Qué le parece los efectos que está dejando el escándalo Penta?

– No es posible que las asociaciones gremiales a las que pertenezco (CPC, Sofofa, etc.) condenen a una persona o la congelen. En las AG no participan las personas, actúan las empresas como un todo. Los representantes de la empresa en cuestión son estos señores (Lavín y Délano), pero no se puede cambiar la empresa o condenar a la empresa por esa situación (boletas ideológicamente falsas), porque perjudicai a los trabajadores.

 – ¿Cómo queda el ambiente para invertir luego de estos conflictos?

– El mundo empresarial está tremendamente negativo. Si uno analiza qué es lo que ha pasado en los últimos 30 años, es impresionante la cantidad de millonarios chilenos que están en Forbes. ¡De los primeros 500 hay 10! Y viviendo de un país que es el 0,0001% de la población del mundo. Este ha sido el paraíso para algunos… No es por defender a la Presidenta Bachelet, pero el caso Caval representa la historia de muchos empresarios actuales que se ganaron la plata gracias a las «pasadas». No se lo han ganado con el sudor de su frente como lo hacía mi papá. ¡Digamos las cosas como son!

 – Pero eso es antiguo.

– Si poh, pero hoy estamos juzgando y tirando la primera piedra. He hecho muchas embarradas en mi vida y seguramente cometí muchos delitos, consciente o inconscientemente, por eso que no juzgo a los demás. Para eso están los tribunales, no uno. El rol mío no es prender la hoguera, que otros los hagan.

 – ¿Hoy es el peor momento mediático que viven los empresarios?

– ¡Puta que lo he pasado el descueve en mi vida! Estuve en un colegio burbuja, después entré a la U. de Chile, que me enseñó la diversidad misma, nos expropiaron la empresa, después la devolvieron, tuvimos una de la huelgas más grande de la historia, nos colgaron. ¡Lo he pasado el descueve! ¡Qué más querí que me pase en la vida, hueón! Ahora, acuérdate que este remezón que se está produciendo va a ser favorable. Hacía falta.

 – ¿Usted cree?

– Eso de que todos dan plata a la política demuestra el grado de dependencia que tienen los políticos. Es como yo con mi señora. Si me peleo con la vieja, seguramente se acaba el papá corazón y empieza la lucha por la plata. Hay que cortar los vínculos.

 – O sea que está bien que la gente esté con pintura de guerra hacia los empresarios.

– Le hace bien al país. Si lo peor que le puede pasar a Chile es la rutina. Es como cuando llego a esta AG y no pasara nada… ¡Fome poh hueón! Los remezones son los buenos y te hacen pensar y producir… Cuando tuvimos Fantuzzi, las crisis nos hacían extraordinariamente bien. Fíjate que el ´82 nos salvamos porque nos unimos con los trabajadores. Ese remezón generó más creatividad. Fantuzzi no sólo era una fábrica de ollas, terminó haciendo estufas. Después pasó que no supimos manejar otras situaciones, por lo que tuvimos que cerrar y vender todo.

 – ¿Qué saldrá de bueno a contar de esta crisis?

– Se va a limpiar la política. En el mundo empresarial vamos a tener una contingencia y un entorno distintos, que es pensar no tanto en sacar beneficio de la política, sino que más bien dedicarnos a nuestras propias actividades. Y no tiene nada de malo tener relaciones con los políticos o tener amistad con alguien. Estudié en la «U», tengo compañeros políticos y empresarios. Y no por eso voy a negar que sean amigos míos, pero tenemos que diferenciar que somos actores distintos dentro de la sociedad.

 PARA LA CASA

 – ¿Si lo hubieran convocado al Comité Asesor Presidencial, va?

– ¡Yo voy a todas! La verdad, yo no podría haber sido mujer… estaría lleno de cabros. A todo digo que sí. Participo como en 18 comisiones, pero no significa que todas sean buenas o que esté haciendo lo correcto.

 – Está instalado que entre los empresarios y ciertos partidos hay vínculos monetarios. ¿Se puede cortar ese cordón umbilical?

– Eso está reventando con Soquimich, pero con toda honestidad existía hace muchos años atrás y no tengo idea cómo se va a resolver. Lamentablemente en Chile no tenemos la chance de disolver el Congreso. Te lo digo porque muchos parlamentarios están metidos. Entonces, hay que limpiar esto y volver a fojas cero.

 – ¿Usted nunca recibió llamados de políticos?

– ¡Sí! No te voy a decir el partido, pero era muy de izquierda. Siempre existió esto. Chile es un país chico, todos se conocen y estudian en los mismos colegios. Al final no puse plata. Se trataba de una situación muy especial en el período de Allende, que era un momento histórico que no tenía nada que ver con éste. Fue una cosa de presión no más.

 – También estuvo en el otro lado de la medalla cuando fue candidato a senador en 2005.

– Eso lo hice no por ser político, sino que por la circunstancia de la muerte de mi hermano Ángel. Me pidieron (en RN) que lo hiciera por el nombre, que era conocido por un montón de gente. Ahí dos empresarios me llamaron sin decirme el nombre y me dijeron que me iban a dar plata para la campaña. Todo lo demás fue depositado en el Servel.

 «MI HERMANO ERA MUY PINOCHETISTA»

 – ¿Conoce al Choclo Délano?

– Nos hemos saludado porque somos del mismo colegio y nos conocemos por las mismas actividades empresariales, pero no somos amigos. Eso sí, me dio una rabia enorme cuando supe que los ingenieros comerciales de la PUC poco menos que querían quitarle el título. ¿Qué tiene que ver? Ellos no tienen el derecho de juzgar a la gente. Y son cristianos y resulta que el cristianismo consiste en ayudar al que está caído sin preguntar.

 – ¿Cuándo fue la última vez que pudo hablar con él?

– Coincidimos sin querer en la fila de un avión en el aeropuerto como seis meses antes de que pasara lo de Penta. Ahora que lo preguntas, lo ideal es no recibir ningún premio en Chile. A Délano le dieron el premio en el colegio Saint George y Gonzalo Vial en la cumbre Icare. ¡Es peligroso recibir un galardón (ríe)! Te va a pasar algo.

 – A contar de Penta y SQM se dice que en los años 80 hubo un auge de nuevos empresarios, como Délano y Ponce Lerou. ¿Qué recuerda usted?

– Lo que pasa es que se abrieron nuevas posibilidades… No es una crítica, pero yo vengo del sudor de la frente y del galpón. En cambio, mucha de esta gente ganó dinero gracias al manejo de las pasadas y también de las acciones o de los negociados de los terrenos. Algún tipo de información tenían. Por algo tomaban la decisión de comprar acciones. Me gustaba la forma de trabajar de mi papá. Él nunca invirtió en acciones. Toda la plata que ganaba la invertía en máquinas. Eso ya no existe.

 – ¿Cómo se llevaban los empresarios con Pinochet?

– Mi hermano era muy pinochetista. Yo no.

 – En su momento él dijo que había que cuidar a estos señores porque ellos traen la plata y la pega, por lo tanto hay que cuidarlos.

– Todos los presidentes dicen lo mismo poh. A Lagos también lo escuché, porque es verdad. Yo creo que lo que hay que cuidar es la empresa como una institución social que se debe a los accionistas, los clientes, la banca, los proveedores, los trabajadores, etc. Una vez escuché a un obispo negro que era «papable» y que decía que las empresas no son de ustedes, ustedes las administran y le pusieron capital, pero son miles de otros reactores los que la hacen funcionar.

– De 1 a 100, cuántos empresarios son honestos y cuántos no.

– Mira, yo tenía un socio que me decía que todos somos honestos hasta que dejamos de serlo (ríe). Todos tenemos yayitas. Es como que preguntara cuántos periodistas son honestos. Te apuesto que te hai caído más de alguna vez.

– Es cierto eso, pero más allá del juicio se sabe que hay un lote de empresarios que se mueve bien y otro que actúa con otras prácticas.

– Ahora que están juzgando a Délano, recuerdo que 20 años atrás… hay gallos que hoy tiran la piedra, pero que han hecho cosas que hacen que lo de Délano sea chico. Y empiezan a juzgar. No sean patudos. Es como cuando monseñor Alejandro Goic hablaba del sueldo ético de 250 mil pesos. Yo apoyo eso. Pero la puse una piedra, porque los que peor pagan están en la Iglesia. Está bien predicar, pero es mejor la prédica y la acción. Estuvo bueno el remezón que produjo, pero debió haber incluido una autocrítica.

C O R T O  Y  P R E C I S O

REFORMA LABORAL

Los gremios de trabajadores han sido críticos de algunos aspectos del proyecto. Por ejemplo, las políticas antisindicales y los pliegos por sectores y áreas económicas, que no está incluido. Creo que a todos la han sacado de contexto.

Quieren aprovecharse del pánico, cuando se trata solamente de la relación de la empresa y los sindicatos. Es como la ley del matrimonio, sólo entre hombre y mujer. No se discute sobre la productividad. Por eso que no me gusta que participe el ministro de Hacienda. Debe estar el de Economía. No hay ningún peso involucrado. Ve la parte humana.

PYMES

Se hacen gárgaras con ellos y se les utiliza. En períodos de crisis se dice que va a afectar a las pymes, pero están defendiendo qué causa. La de arriba. Se aprovechan. Chile tiene muchas pymes, pero muy debilitadas. Casi todas son familiares y absorben mano de obra y son una esponja social.

Hace 10 años tenía casi el 18% del PIB, hoy llega al 11%. Por ende, cada vez participan menos de la torta. En los países desarrollados llega al 40%, porque mejora distribución del ingreso y de la propiedad, lo que resguarda la democracia.

EL CONSEJO

Me gusta el término empresario, porque hoy todos son emprendedores. ¡Y me da una rabia! La persona que sale de su casa y corre un riesgo es empresaria. No es emprendedor. Eso corre para los deportistas y las obras sociales o benéficas, como Teletón. Lo que pasa es que está desprestigiado el término empresario. Entonces, lo mejor es cambiarle de nombre. Por eso son todos emprendedores.

Siempre viene gente a mi oficina a pedirme pega. Y yo les digo: ¡No seai hueón! Eres universitario, no estai casado, hace lo que querai. Compra cebollas y las vai a vender al barrio alto. Vas a ganar mucho más que estar encerrado en una oficina. Se dice como mala noticia que aumentan los trabajadores por cuenta propia. ¡Es genial que nos transformemos en empresarios! Ya se tiraron a la piscina por lo menos. El fracaso no está considerado como en las naciones desarrolladas.

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