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Cambio 21/ Una arista «cinematográfica» insospechada apareció en el escándalo Penta-UDI, luego que el exgerente del holding, Hugo Bravo, deslizara que entre las «movidas» de... Caso Penta: Uno de los dueños dio dinero para película «Los 33» y manipuló guión para proteger a Piñera y Golborne

los 33 pentaCambio 21/ Una arista «cinematográfica» insospechada apareció en el escándalo Penta-UDI, luego que el exgerente del holding, Hugo Bravo, deslizara que entre las «movidas» de los controladores la producción de una película no estuvo ausente. Bravo declaró que en una de las conversaciones que sostuvo con Lavín para llegar a un acuerdo en cuanto a su indemnización, éste dijo que podría pagarle gracias a los ingresos que obtendría de la película «Los 33».

En medio del juicio de demanda laboral que Hugo Bravo tiene contra los dueños del holding, Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, habría dado a entender que este último cometió algún tipo de fraude en su participación como productor de la película. De esa forma mostró la hebra de un carrete que será función de los fiscales desentrañar.

Así Carlos Eugenio Lavín podría estar involucrado en un lavado de dinero al aceptar que la producción de la película «Los 33» tuviera un presupuesto mayor al que le correspondía cuando se hizo partícipe de la película, ya que esto le serviría como pantalla para tapar movimientos financieros irregulares.

Con los antecedentes que se conocen por el Caso Penta, en el que se vincula a Lavín con fraude al FUT por la entrega de boletas ideológicamente falsas y aportes irregulares a políticos, Cambio21 quiso investigar el vínculo que existe entre Carlos Eugenio Lavín y la producción cinematográfica de «Los 33», es por ello que fuentes confidenciales relataron cómo se habría gestado el modelo de negocio con el que se inició la producción de la película y cómo se descubrió su irregular manera de operar, además de los conflictos que esto generó entre los empresarios involucrados.

Cómo operó Lavín

El cinematográfico guión, a parte del cual tuvo acceso exclusivo Cambio21 a cambio de la reserva del nombre del autor, se inicia así:

El dueño de Penta se habría puesto de acuerdo con los otros productores de la película, el norteamericano Mike Medavoy y el chileno Leopoldo Enríquez, para hacer un negocio por 25 millones de dólares, en donde Lavín y Enríquez aportarían cerca de 12, 5 millones de dólares cada uno y Medavoy pondría las garantías del derecho de Hollywood.

Entre los tres habrían armado una sociedad en la que, a partir de eso se podía incorporar un estudio de Hollywood al que se le podría vender el 50 por ciento de esto; es decir, el estudio pagaría 12,5 millones y el aporte de Lavín y Enríquez bajaba a la mitad, lo que permitía armar el tinglado financiero.

A esto le habría seguido un aumento en el presupuesto de la producción, el que habría pasado de 25 a 42 millones de dólares a pedido de Medavoy, quien era el encargado de los dineros de la película. Lo que no se sabe es cómo entraba y salía el dinero desde la cuenta del productor norteamericano.

Cuando se aumenta el presupuesto no habría existido un control sobre esto como para demostrar si esa era la cantidad de dinero necesario para la producción. Incluso quien presentó la propuesta a nombre de Medavoy habría descubierto la manera de realizar el proyecto con el presupuesto original, lo que le habría sido informado a Carlos Eugenio Lavín, pero éste no hizo caso a lo notificado.

Las explicaciones que puede haber para que Lavín no quisiera reducir el presupuesto son la amistad que tiene con Medavoy desde la niñez o que ambos querían que ese fuera el presupuesto ficticio para hacer un lavado de dinero y así hacer negocios entre ellos.

Al parecer Lavín no estuvo muy presente en la producción del filme, pero entre las intervenciones que habría tenido figura el incidir en cambios del guión para lograr que el exPresidente Sebastián Piñera y su exministro, Laurence Golborne, terminaran con una buena imagen en el filme. Si bien no eran cosas explícitas, se deslizaba su preocupación por estos tópicos. Incluso pidió a los productores que cuidaran la imagen de ambos personeros ya que se sabía que el papel de Golborne reflejaba mediocridad.

Los conflictos

El dinero fue uno de los principales problemas que surgió entre los productores, ya que Leopoldo Enríquez habría conocido la fórmula para realizar el proyecto con menos dinero, pero nunca entendió porqué Lavín no cortó los lazos con Medavoy.

A ello se sumó que el productor norteamericano no habría cumplido con el modelo de negocios que les planteó, ya que prometió hacer una película clase A, que implica un nivel de director, actores y presupuesto. Sin embargo el «budget» fue diferente y se contrató a una directora mexicana elegida por él sin consultar a los socios.

Además, los derechos de la película tendrían que quedar en una sociedad llamada Half Circle que tendría presencia en Chile y en Estados Unidos, pero Medavoy no habría puesto los derechos de la película allí, sino que los habría colocado en otra sociedad que tenía con su familia. Cuando fue encarado por el asunto, el productor norteamericano se excusó y dijo que fue un error y que los cambiaría, pero eso no habría sucedido.

A ello hay que sumar los problemas que había entre los mismos mineros que estuvieron enterrados en la San José en Copiapó durante 69 días en 2010 cuya historia es la replicada en la producción cinematográfica.

Sobre estos antecedentes fue puesta en conocimiento la diputada Denise Pascal (PS), quien participa de la Comisión Investigadora que lleva el Caso Penta, que en entrevista con Cambio21 expresó su opinión al respecto.

«Yo creo que esto es como una Caja de Pandora, que se va abriendo a través del juicio llevado por la fiscalía, del cual aparecen distintas aristas y se va viendo cómo se involucra una serie de personas, actividades, producciones en este caso y otros, en los que aparecen involucrados algunos de los personeros de Penta».

«En esto Penta puede aparecer involucrado como una manera de apoyar, pero también de desviar fondos que debieran de ser del fisco. Creo que en la medida en que esto se vaya comprobando fehacientemente a través del juicio, realmente lleva a que haya las sanciones necesarias con respecto a estas situaciones», dijo Pascal.

En cuanto a si se logra comprobar este ilícito del que habría sido parte Carlos Eugenio Lavín, la parlamentaria dijo que de ser así, el tribunal podría llamar al productor norteamericano (Medavoy) para investigar, porque puede ser que haya un tercero que haya hecho de intermediario en esto.

Pascal además agregó, en referencia al Caso Penta, que «también nos lleva a nosotros a tener que transparentar mucho más, desde el punto de vista parlamentario, cuáles son las maneras que tenemos que tener para el financiamiento de las campañas».

«Por un lado tenemos que se involucra a un sector, la derecha, que son los mismos de siempre, con otra cara, pero no cabe duda que aquí hay una red que se venía pronunciando desde hace mucho tiempo, cómo la UDI esencialmente se financiaba como partido, pero también cómo financiaban a aquellos parlamentarios que ellos consideraban adecuados costear, porque el aporte no era parejo», concluyó la parlamentaria.

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