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Guillermo Jorquera Morales/ Ex Director Teatral del TIUN-TENOR Residencia artística, es una iniciativa que se realiza con las voluntades de la Fundación Superación de... La magistral Residencia Artística de Jorge Gajardo

guillermo jorquera columnaGuillermo Jorquera Morales/ Ex Director Teatral del TIUN-TENOR

Residencia artística, es una iniciativa que se realiza con las voluntades de la Fundación Superación de la Pobreza, a través del programa Servicio País Cultura y el Consejo Regional de la cultura y las Artes de Tarapacá, y los respectivos municipios, es indudable que también se está realizando en otras regiones del país.

El jueves recién pasado (16 de Octubre), en mi calidad de Consejero Regional de Cultura de Tarapacá, fui invitado al cierre de la Residencia Artística del área del Teatro, en la capital de la provincia del Tamarugal, actividad en la que participaron los pueblos de La Huayca, La Tirana y Pozo Almonte.

Durante diez días, esta gente tuvo la suerte de recibir como maestro al actor chileno Jorge Gajardo, quién también es dramaturgo y director teatral, a pesar que en todo chile es conocido sólo como “El pela’o Venegas” de la exitosa serie de televisión “Los Venegas”.

Lo que pasó esa tarde en el Centro Cultural de Artes Escénicas de Pozo Almonte, fue realmente mágico, la gente de estos tres pueblos del tamarugal, gran parte de ellos de la tercera edad, logró romper sus temores, tranquilizar sus nervios y dar rienda suelta a su creatividad y a sus potencialidades; ellos cantaron temas nostálgicos de la pampa, leyeron reseñas de sus respectivos pueblos, cada uno enfatizando sus propias identidades, lo prueba el tiraneño que cantó el Himno de la Tirana, aprovechando de reclamar que en los actos de su pueblo siempre se canta el himno de la capital de la provincia, existiendo este himno escrito por Alex Vigueras Cherres, ss cc, hijo de don Gilberto Vigueras y de doña Silvia Cherres, connotados maestros pampinos.

Y así entre cantos y cuentos, se fueron soltando y empezaron a ponerle imaginación a su actuar, picardía, requiebres amorosos, engaños, fueron dándole vida a lo que habían aprendido en diez días con su maestro.

El plato final fue una lectura dramatizada, de hechos ocurridos en los tiempos del salitre, los antecedentes fueron aportados por el grupo de pobladores participantes, contaba una historia que sucedía en un estudio de una radio, es decir fue un radioteatro, nos invitaron a imaginarnos que ese espacio era la caseta transmisora de una radio y empezaron a leer sus textos, ya con más pachorra ponían los acentos necesarios y adecuados para el cuento.

El relato, que sucedía en una oficina salitrera, tenía la modalidad de un sainete, mucho chiste, mucho doble sentido, mucho juego, que ellos asumieron totalmente, una señora de edad, representó a una jovencita, un pimpollito acosada por el dueño de la Oficina, un gringo con apellido inglés, pero traducido como “caballo loco”, ellos actuaron como si sólo los estuvieran escuchando a través de la radio, por eso no se preocuparon de edades, de vestuarios, ni maquillajes, sólo sus voces valían.

Lo que hizo el maestro Gajardo, fue realmente notable, revivió el género del radio teatro, género ya desterrado por la televisión, pero que marcó una gran época en la historia de la radio, y -según mi parecer- mucho más útil para el desarrollo de las personas. Porque el radio teatro invita al público a sumarse a la trama, a través de su imaginación, lo invita a oír, a ver sin ver, a oler, a palpar, a saborear; es decir hace que las personas desarrollen sus sentidos, sus sentimientos, sus emociones. Las telenovelas lo entrega todo hecho, no es posible ni siquiera imaginarnos los decorados, ya está todo instalado, no tenemos ninguna posibilidad de ejercitar estos dones que nos hacen crecer como personas.

Pero además el Maestro Gajardo, con el cuento que nos hizo escuchar, con toda su picardía, y en forma risueña nos develó la tragedia del hombre del salitre, la explotación del salitrero y la reacción valiente del hombre de la pampa, todo eso en diez días.

Afortunados los pobladores que pudieron conocer al hombre y trabajar con él como un amigo más, y felicitaciones porque realmente les creí su cuento. Y enhorabuenas para la Fundación Superación de la pobreza – al Servicio País cultura- al Consejo regional de la Cultura y las Artes de Tarapacá – Programa Red Cultura- y a la Municipalidad de Pozo Almonte,

¡Gracias Maestro Gajardo por su residencia magistral!

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