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Conocida también como «carabela portuguesa», y científicamente llamada physalia physalis, la especie que, en apariencia parecer una medusa («agua viva»), es un organismo colonial... Cunde preocupación por presencia de la llamada «fragata portuguesa», especie altamente tóxica

fragata pConocida también como «carabela portuguesa», y científicamente llamada physalia physalis, la especie que, en apariencia parecer una medusa («agua viva»), es un organismo colonial de alta toxicidad, cuyo contacto con las personas y mascotas puede provocar desde un enrojecimiento, a urticatria, dificultad para respirar, hasta un paro cardíaco. Sus efectos, incluso, se mantienen cuando está en las rocas o arenas, de allí que las autoridades hayan dado la alerta de su presencia en Iquique y otras ciudades del norte.

Ante la alerta, difundida por medios de prensa y las redes sociales, la Seremi de Salud, Patricia Ramírez,  hizo un llamado a la calma, pero mantuvo el alerta por las medidas que deben adoptar las personas. La presencia de la fragata portguesa, fue confirmada  por la Gobernación Marítima.

Tras lo anterior, la Autoridad Sanitaria llamó a la comunidad a reconocer el aspecto físico de la especie y a no manipularla, aun cuando ésta esté en la arena.

«Como SEREMI de Salud hemos estado monitoreando la aparición de esta especie desde el momento que supimos que estaba en las costas de Antofagasta, de inmediato informamos a la red de salud de la región para que estuviesen preparados en caso de que aparezca una persona picada», señaló la Autoridad Santaria, quien agregó que  «Llamamos a la Gobernación Marítima y nos confirmaron que habían visto tres ejemplares en las costas de Iquique. Por eso el llamado a la comunidad es a estar alerta, si ven a esta especie no se acerquen ni traten de tocarla porque es altamente tóxico aún cuando esté en la arena. Realizaremos una mesa de trabajo en los próximos días para definir acciones para abordar la situación», dijo.

NO ES MEDUSA

Si bien la fragata portuguesa tiene aspecto y comportamiento similar a las medusas, se trata de un hidrozoo sifónoro, un conjunto de organismos que colaboran para su superviviencia. Su aspecto es de un color azulado y una franja roja a lo largo del cuerpo.

Ante su presencia, se debe evitar las zonas de riesgo, sobre todo en los rompeolas, ya que allí se acumulan los restos de estos organismos. Es importante destacar que los ejemplares en la playa conservan sus características toxicas, por lo que se hace necesario alertar a la población si el número de estos organismos es elevado y alcanzan la arena.

Si se producen picaduras, se debe actuar lo más rápidamente posible lavando la zona con suero fisiológico y aplicando compresas frías. Si no hay suero fisiológico disponible, se debe utilizar agua de mar, evitando agua dulce, ya que facilita la absorción de la toxina. Asimismo, no debe realizarse raspado de la piel con arena o toallas y se debe asegurar que se han desprendido los tentáculos. Lo anterior, es porque la neurotoxina, secretada por sus tentáculos, tiene una alta toxicidad, que produce intenso dolor, problemas respi­ratorios e incluso paro cardiaco.

 INFORMACIÓN EN INTERNET

Numerosa información científica hay en internet sobre la especie. En el link  biopedia.com se indica que la parte principal del cuerpo de fragata portuguesa luce como la gelatina. Eso es lo que a menudo puede observarse por encima de la superficie del agua. Tiene un diseño en forma de vela que le permite mantenerse a flote fácilmente. Debajo de la superficie quedan líneas onduladas de un tono azul claro, estas no son más que los tentáculos, lugar donde almacena el veneno.

Distribución. Los fragata portuguesa  viven en las aguas cálidas de los mares de todo el mundo. A menudo se encuentran flotando en la parte superior de los océanos. Al parecer pueden prosperar en las zonas tropicales y subtropicales, tanto el Océano Pacífico y el Océano Índico están llenos de ellos. Además se conoce que pueden alcanzar la Corriente del Golfo del Atlántico debido al viento y la corriente.

Comportamiento. fragata portuguesa  no tiene forma de controlar su cuerpo en el agua. Es completamente dependiente de la corriente, el viento o la ocurrencia de desastres naturales para lograr determinados movimientos.

El veneno presente en su cuerpo le ayuda a protegerse, cuando entra en contacto con algo en el agua lo libera como mecanismo de defensa. Cada año más de 10.000 personas son picadas por ellos al estar en el lugar equivocado, en el momento equivocado. En algunas áreas donde normalmente habita un gran número de ellos ya no se permite nadar. Esto ha causado algunos problemas en diversas áreas, por ejemplo, a lo largo de las hermosas playas de Australia donde las personan acostumbran a disfrutar de todo el año. Hawaii es otro lugar de gran atractivo turístico, pero los visitantes disminuyen cuando existe un alto riesgo de ser picado por ellos.

Muchas especies de peces son inmunes a su veneno, por eso nadan muy cerca de fragata portuguesa   porque saben que les ofrece una gran protección contra otros depredadores, quienes mantendrán la distancia con esta criatura ya que no quieren ser víctimas de tan molesto veneno.

Alimentación. En su recorrido toma las oportunidades que se le presentan para alimentarse. Pueden ser peces pequeños, plancton y crustáceos. En este proceso el veneno es determinante pues les facilita paralizar a sus presas y evitar que se escapen.

Reproducción. El desove de la fragata portuguesa  tiene lugar durante el otoño. Se forman grandes colonias de machos o hembras. Luego, las colonias se unirán entre sí de modo que los huevos de la colonia hembra se pueden mezclar con el esperma de la colonia masculina. Muchos de los jóvenes recién nacidos serán comidos por diversos depredadores, pero los que sobrevivan serán capaces de cuidar de sí mismos desde el momento en que surgen.

Todavía quedan muchas cosas que los expertos no saben acerca de la reproducción de esta criatura maravillosa, observarla en cautiverio ha sido difícil porque no se adaptan bien a estas condiciones, causas como el estrés impiden que lleguen a acoplarse. También su carácter peligroso dificulta los acercamientos para averiguar cómo llevan a cabo la reproducción. No obstante ya se han realizado algunos estudios usando cámaras submarinas y robots controlados para conseguir más acertada.

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