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Víctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP La situación en Iquique ha estado definida por los efectos del terremoto, así como  la reacción... Efectos del terremoto: sus réplicas en la política local

victor guerrero c. ComenVíctor Guerrero Cossio. Dr. en sociología. Académico UNAP

La situación en Iquique ha estado definida por los efectos del terremoto, así como  la reacción del gobierno nacional y local. Estos francamente han estado lejanos a las necesidades  de reconstrucción pronta y se han dedicado a responder a las necesidades más inmediatas, como ser alimentación y habitabilidad. El gobierno nacional ha respondido con extrema lentitud, por la lejanía del centro político nacional y la ineficacia del Gobierno regional. Consecuencia de ello los damnificados directos han respondido con protestas y críticas a los organismos pertinentes.

La marcha convocada por la CUT el dia 30 de Abril y denominada paro regional, mostró la lejanía de la posición de los ciudadanos con respecto a los partidos y el gobierno, haciendo que los convocantes a  la marcha -CUT- fuera rebasada absolutamente por el pueblo que se sumó a la convocatoria. Lo más claro es la distancia mostrada con respecto a la CUT y a los Partidos de la Nueva Mayoría. La ANEF ni siquiera participó de la acción, quizás mediatizada por el equipo del senador Rossi.

El otro elemento resaltante de la marcha del 30 de Abril fue la presencia de grupos organizados, con atavío negro incluso, relacionados con la derecha y especialmente con la UDI y el alcalde Galleguillos. Lo significativo es que toda la derecha participó de la convocatoria, pues los dirigentes y medios de comunicación que les pertenecen actuaron de acuerdo a su perspectiva, claramente enfatizando la desidia y lentitud del gobierno.

El factor más relevante fue la decidida participación y acción autónoma de sectores populares sensibles con los damnificados e irritados con la lentitud de las acciones de auxilio, que revela la gestación de un movimiento social autónomo, mas allá de la cooptación que intentan hacer de los dirigentes populares el gobierno y la derecha.

Los pobladores, trabajadores y estudiantes no creen en la política oficial, no desean ser dirigidos por dirigentes tradicionales, cupulares y sometidos al bloque en el poder.

 Las tendencias sociopolíticas indicadas constituyen verdaderas alarmas para los gobernantes, pues muestran la falta de sintonía con la población, aún cuando se han hecho llegar auxilios a los damnificados por el terremoto. Las alrededor de 5.000 personas que participaron en la marcha del 30 de Enero son significativas, pues se convocó con escaso tiempo y limitados medios. Y no olvidemos que no son todos, sólo son la vanguardia de un contingente enorme de decepcionados de la forma y oportunidad de atender a los ciudadanos afectados por el enorme sismo sufrido.

 

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