Emprendedor de Matilla rescata el turismo vivencial mediante recreación de tambo milenario

Una noche ancestral, en medio de un tambo rústico que lleva al reencuentro con la cultura milenaria; el sabor de la comida típicas con ingredientes como el llamo y la quínoa; el aroma de los frutos de la zona y las yerbas de antaño; la magia del universo que se abre límpido ante nuestra mirada; los sonidos de la naturaleza, el viento, los árboles, las aves…

 Todo este mundo que corre casi en paralelo a la agitada vida cotidiana,  es lo que ofrece el “Tambo Pacha” –al reencuentro con la tierra- en la comuna de Pica y en el corazón de la localidad de Matilla, iniciativa turística que ofrece, Wladimir López, joven originario de la cultura andina, que se atrevió a emprender; pero desde lo propio, desde el patrimonio y la cultura ancestral.  Así surge su propuesta de “turismo vivencial”

 La inquietud del turismo, que se clasifica como de “intereses especiales”, le venía de niño, cuando estudiaba en la comuna de Pica y en sus horas libres improvisaba circuitos turísticos a los visitantes. Y junto con disfrutar de actividad, lograba reunir algo de dinero.

 Ya siendo joven, decidió dar curso a lo que era su pasión y estudió turismo en la UNAP, para tener un respaldo académico. Y no se equivocó, piensa hoy, ya instalado como emprendedor.

En el año 2007 nace el proyecto de turismo vivencial “Tambo Pacha”, que impulsa junto a su familia, en su propio hogar, en Matilla. Es una chacra amplia, donde está instalada la casa, hay muchos árboles y espacios que fueron copándose para desarrollar las distintas actividades. Desde el 2011 su propuesta de turismo vivencial empieza a cobrar interés y se consolida ya, el año pasado.

Aunque no es un tipo de turismo masivo, hoy, Wladimir trabaja con tour operadores de Santiago, que le derivan muchas giras de estudios. Estas vacaciones de invierno, atendieron  a más de 400 estudiantes y agosto, se viene bien, con una cifra similar.  Para el 2013,  su meta es trabajar más fuertemente con el turista europeo.

Reencuentro

“Tambo Pacha” es la puerta de entrada a esta mágica experiencia, relata Wladimir López, quien pretende generar una línea de turismo vivencial, que lleve siempre a lo natural, por eso que todos los sentidos entran en acción, cuando el visitante quiere vivir la experiencia.

El tambo, es circular, muy rústico pintado en blanco y con expresiones iconográficas de las distintas culturas que se han desarrollado en la zona. Por ejemplo, la Cruz del Achacana, que es un calendario de la fertilidad y los ciclos de la tierra; o el Inti, dios del Sol de los Incas. Está provisto de indumentaria típica que incluso, los turistas pueden usar para las sesiones fotográficas y de este modo, llevar un recuerdo especial.

 Así surge la llamada “Noche ancestral”. Habitualmente el turista llega al atardecer e ingresa al tambo, entendido como en la cultura milenaria, como un punto de encuentro. “La idea es que disfruten de una linda noche;  que  puedan conversar en un ambiente distinto, degustar jugos naturales, escuchar música y bailar… Es decir, sacarlo de su vida habitual y conectarlo con la naturaleza y con el pasado”, relata el joven emprendedor.

“Esto no es una lugar de 4 paredes, porque acá se escuchas los sonidos de la naturaleza. Podemos salir al exterior y disfrutar de un asado, cocido en horno de barro, que le da un sabor distinto a los alimentos”.  Y no sólo eso, porque en la chacra se realizan fogatas y se puede observar el cielo, a través de telescopios.

Las personas pueden pernoctar en carpas, especialmente habilitadas para que el turista esté en un ambiente natural, pero con ciertas comodidades.

La oferta

Como tambo que es, el lugar es un punto de encuentro para iniciar otra serie de actividades turísticas.  Por ejemplo, visita a los geoglifos de Pintados, Ruta del Limón, Trekking entre Pica y Matilla, tour al salar del Huasco y todo lo que implique el eco y etno turismo.

Otro atractivo lo constituye las Huellas de los Dinosaurio, que según se dice, poblaron la zona hace 60 millones de años. Se encuentran a 62 kilómetros de Pica, y su periplo representa toda una aventura, al descubrir atractivos parajes y vestigios de huellas que se atribuyen a los dinosaurios. Todo un misterio,  por cierto.

Más información en: http://www.tambopacha.cl/          contacto@tambopacha.cl   Cel: 83542160  

Camino del Inca

 “Nosotros sabemos que  por la zona de Pica, en el alto, pasó el Camino del Inca, entonces si ahora vamos a tener una información más certera, en mi caso, me servirá mucho para incluir nuevos circuitos”, señaló el emprendedor.

Lo que se imagina, es que definido los sectores por donde pasó el Camino del Inca, podrá  fortalecer su proyecto de turismo vivencial, “Por ejemplo podríamos armar nuestras carpas a la ladera del camino, contar las historiar, preparar fogones y comidas típicas… tocar instrumentos, que suenan diferente allá, en lo alto”.

El proyecto Tarapacá en el Camino del Inca  es desarrollado por la Universidad Arturo Prat (UNAP), a través de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura y de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas,  el cual vislumbra un fuerte impacto.