Alfredo Sfeir: “Esto no es un apagón, es un modelo de desarrollo ecológico y social con impacto económico”
Entrevistas 16 agosto, 2013 Edición Cero
Radio U. Chile /El candidato del Partido Ecologista Verde recorre el país mostrando su propuesta, que destaca como la única con un camino alternativo al actual modelo país. Alfredo Sfeir señala la urgencia de cambiar la Constitución, así también una Reforma Tributaria, medidas que van juntas, ya que los cambios no podrán ser efectuados por separado, sino que se entienden en agendas paralelas.
Si bien no profesa ninguna religión, ha sido llamado “el candidato espiritual”. Vive en la región del Biobío y su alimentación es vegana, sin productos animales en la dieta. A su juicio, el sistema económico ha convertido la educación en un problema. En salud, ejemplifica su candidatura al señalar que “no estoy por prometer más hospitales, sino que la gente aprenda a vivir sanamente, que no esté expuesta a las enfermedades de este modelo”.
¿Cómo nace la idea de esta campaña bajo el lema “Una razón para votar”?
– Me incorporé a la campaña municipal y vimos que teníamos un programa muy diferente a otros partidos, lo que llamamos un desarrollo sustentable empoderado. Pensamos en la abstención que hubo, si sumamos los votos en blanco, es una democracia muy pequeña. Y los candidatos hablan de reencantar a los jóvenes, pero más que eso hay que ofrecer una razón para votar, y creé ese slogan para ponerme frente al filtro de la ciudadanía, si ellos piensan que nuestro programa es una razón para votar, con una visión diferente de lo político, lo económico, lo ecológico y lo social.
¿Cuánto influye su desempeño en el Banco Mundial en la propuesta presidencial?
– Fue una evolución fuerte, fui un economista ambiental, dentro de la minoría. Y pasamos de crear un proyecto ecológico sustentable, a saber el valor de un árbol, de un pájaro, de la conservación. Conocemos el precio del cobre, ¿pero cuál es el valor de un glaciar? Tuvimos que subir el tema de la sustentabilidad a la macroeconomía, e integrar la parte monetaria, comercio, finanzas, tasas de cambio, equidad. Eso es lo que nos ha fortalecido para hablar de Reforma Tributaria, cambiar la inequidad, el salario mínimo, porque todo eso tiene incidencia en el desarrollo.
Chile tiene un amplio contraste en cifras macroeconómicas versus índices de desigualdad, ¿Cuál es su análisis de esta política económica?
– Tenemos un PIB alto, pero somos penúltimos en la lista de desigualdad, por lo tanto tenemos un contraste que en Chile da una felicidad personal, pero insatisfacción social. Si uno le pregunta a la gente, dicen que son felices, pero en las cosas negativas estamos en un nivel muy bajo. Chile aparece muy alto en Transparencia Internacional, pero la ética se va a la basura. Los contrastes son interesantes y necesitamos armonía, y eso lo da un modelo sustentable empoderado.
¿Cuál es su visión país en materia económica? ¿En qué sustenta su proyecto económico-social?
– La reconversión industrial requiere la intervención del Estado. Pensamos en disminuir la inequidad que existe en Chile, el país más bajo de la OCDE en este punto. Sabemos que el 20% más rico gana casi 16 veces más que el más pobre, entonces hay inequidades que deben cambiar. La política salarial, de AFP, de las isapres, va unido al entorno del ser humano. Nosotros hablamos de salud, pero sanar a la gente a través de la agricultura, sin agroquímicos, sin pesticidas ni fertilizantes innecesarios. En el procesamiento, los colorantes y aditivos son un riesgo, también los transgénicos. Las ciudades tienen que ser más amigables, viviendas sociales que tengan entorno sano, no puede ser una estructura física sin nada, necesita espacios libres, de interacción humana. Necesitamos una vida más real, hablamos de ordenamiento territorial, los proyectos se imponen antes que una política nacional. Y así surgen temas país, de descentralización, estamos en todas.
MEDIOAMBIENTE
“El nuestro es un modelo económico con alto contenido ecológico social, por lo tanto hablamos de economía cuando hablamos de sustentabilidad, y también de empleo, ya que la agricultura tiene oportunidades en el mercado orgánico, la pesca marítima certificada, los productos industriales pueden tener un sello verde”, señala Alfredo Sfeir cuando se refiere al tema energético. A su juicio, el desafío es transformar la matriz a la par con una reforma económica.
-¿Se puede compatibilizar una protección ambiental con el crecimiento energético?
– Esto no es un apagón, es un modelo de desarrollo en lo ecológico y social, con impacto en lo económico. Los instrumentos fiscales, de precio, de comercio, tienen que ir guiados a una economía verde, una reconversión más limpia del país”.
-¿Cómo se plantea un modelo de desarrollo energético que sume protección al medioambiente?
– No somos la campaña del ‘no a todo’, sino que buscamos algo propositivo. Necesitamos una política energética consensuada donde la ciudadanía participe. No sólo hay que crear oferta energética, sino que manejar la demanda, y eso implica que todos paguen impuestos, delimitar el real costo del agua, eliminar ciertos subsidios para la industria. La eficiencia energética permite producir tanto más que la capacidad instalada. Tenemos las energías renovables, este Gobierno se comprometió y no lo cumplió. En el desierto de Atacama tenemos una fuente de energía en una mínima extensión de este desierto. Necesitamos voluntad política desde un gobierno sustentable para que se pueda producir este nuevo portafolio energético.
EDUCACION
Alfredo Sfeir es también guía espiritual, fundador del Instituto Zambuling para la Transformación Humana, y fija la base de la sociedad en la convivencia de los seres vivos: “Uno de los principios de la educación es ser integral, no sólo para el saber, sino para el ser, un sentido de pertenencia e integralidad. Sumar el arte, la cultura y el deporte, las costumbres y hábitos de la sociedad”, dice.
-¿Qué pilares establece en su propuesta de educación?
– El principio de la gratuidad, el no al lucro, la calidad y no a la segregación son la base para empezar a discutir. Tenemos que optimizar la Carrera Docente, que hoy no abarca a los mejores estudiantes, hay que lograr un mejor estándar profesional, que el profesor recupere su dignidad. Tenemos que cambiar la acreditación de universidades, y el sector público debe mejorar ese aspecto, para así exigir al sector privado. Debemos dejar una dimensión regional a la educación, para potenciar la medicina, con hospitales, que exista investigación y se integren a las ciudades.
-En su esquema, ¿hay espacio para la educación particular?
– La educación privada debe integrarse. Hablar de educación privada no significa que no sea un bien público, y el Estado debe meterse, conocer su programa, detectar si hay segregación, saber qué se está enseñando. Por eso necesitamos una cuota ética para que sumen estudiantes de distintos sectores sociales, también discapacitados. El hecho que aceptemos educación privada no significa que va por su cuenta, es un complejo social del que no está separada.
CIUDADANIA
-¿Usted está por una Nueva Constitución, o sólo plantea reformas al actual documento?
– Nosotros estamos por una Nueva Constitución, y eso es un pan grande. Decimos dos cosas, hay una relación muy estrecha entre Constitución y modelo económico. La constitución actual alimenta el sistema neoliberal, y deben verse en esa unión, ya que una no resulta sin la otra. Si la Constitución no da los mecanismos, se va a comer el modelo, o viceversa.
-En ese sentido, ¿cuál es su postura ante la petición por una Asamblea Constituyente?
– Estamos analizando, hemos tenido encuentros con Gustavo Ruz (líder del Movimiento por AC) y saben nuestra postura. Pensamos en un preámbulo ciudadano, saber quiénes somos y qué sistema queremos, con leyes de partidos políticos para fijar su financiamiento. Todo esto debe ser estructurado, porque sin ese preámbulo no tenemos a la sociedad. Luego necesitamos un plebiscito, y saber la opinión de la población, entonces necesitamos mecanismos reales de participación ciudadana. Lo más importante es que el modelo ha sido entendido por la ciudadanía, siempre eso es un paso más adelante para llegar al Gobierno y hacer un cambio real. Todos los procesos duran años, no es una cosa de días, y en un período de cuatro años tenemos que hacer esos cambios. Si se puede hacer un plebiscito para iniciar un proceso así, hay que empezarlo.
-¿Dónde están sus electores, cuál es su proyección en esta elección?
– Estamos expectantes, haciendo los esfuerzos para pasar a segunda vuelta, ahí se abre un espacio gigante para defender y compartir este modelo que proponemos. Hemos tenido una respuesta sorprendente en todo el país, la gente está muy interesada en cambiar el modelo
-¿Hay un grupo objetivo en su potencial electorado, cómo ha sido la respuesta?
– Les interesa el programa y se discute mucho. El neoliberalismo no está dando, y no todo lo que brilla es oro, este modelo es vulnerable. El precio del cobre, el sistema de inequidad y la destrucción que tiene la competitividad del modelo. Estamos viendo que gran parte de la ciudadanía se interesa en esta forma de actuar.
-¿Qué diferencias destaca de su candidatura, otras candidaturas de izquierda, y el apelativo de ‘simbólica’ que recae sobre ellas?
– Son candidaturas ciudadanas, hay matices, pero desmarcadas de los partidos. Hay un despertar en 2011, en distintas comunas, hitos históricos cuando la ciudadanía quiere participar en la agenda política. Y ahí se empuja por los partidos ciudadanos, que luego los partidos del sistema binominal han tomado como propia. El tema de la Nueva Constitución, inequidad en Chile, hasta la derecha habla de un país justo, pero está la Ley de Pesca, el Cobre, la recuperación de barrios, de los servicios básicos, con los estudiantes con amplia participación. Pero con el binominal no hay una representación, pese a ser los partidos ciudadanos los que instalamos esto en el mapa.
-En esta línea, ¿cómo vislumbra el escenario que ofrecen la Concertación y la Alianza?
– Hay un triunfalismo equivocado, no se sabe por quién votarán los ocho millones de personas. Hay mucha gente que no ha dicho su voto y es difícil proyectarlo. Mucha gente votó por Bachelet, pero hay candidaturas diferentes que están trabajando. Nosotros estamos preocupados que los recursos pasen a manos de la ciudadanía, y que el Estado sea garante. Creo que la única candidatura que ofrece un proyecto alternativo.
-¿Cree que los candidatos fuera de pacto serán incluidos en el debate?
– Queremos ir a los debates nacionales, esperamos que nos consideren. Queremos una instancia abierta, hay una tendencia a que pase, y será una pérdida no escuchar a todos los candidatos. Hay reportajes con el fenómeno de campañas ciudadanas, algo crucial que hay que unir. Está el tema de los partidos chicos, pero no somos tan pequeños. Una candidatura necesita 37 mil firmas, y eso es mucho más que la militancia de algunos partidos. Pertenecemos a estos debates y estamos en la masificación ciudadana de los mensajes que tiene nuestra alternativa.