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Cambio 21 / Por María Cristina Prudant.- Nadie esperaba el fracaso del reality show Mundos Opuestos 2 (C13), porque hasta hace un año este género... La caída de la telebasura está desatada. Bajos ratings ponen en jaque a programas de «cabezas vacías»

las argandoñasCambio 21 / Por María Cristina Prudant.- Nadie esperaba el fracaso del reality show Mundos Opuestos 2 (C13), porque hasta hace un año este género dominaba el rating y arrasó con cuanto programa se le puso en el camino, incluido el Festival de Viña del Mar. Pero la teleaudiencia está cansada de lo mismo, de la falta de creatividad de los productores que no ofrecen nada nuevo y que al final han logrado saturar al televidente. Como contrapartida, el género de las telenovelas ha vuelto en gloria y majestad.

Nadie imaginaba, hace un año, que los reality shows comenzarían a perder el interés de los televidentes. Pero ocurrió. El rating no ha favorecido a la segunda versión de Mundos Opuestos de Canal 13. El primero llegó a marcar cifras inimaginables para este rubro (35 puntos), batiendo récords y aumentando los ingresos del canal, porque aprovecharon de cobrar elevadas sumas por la publicidad que pasaban en el espacio. El resto de las emisoras comenzaron a darse cuenta de los réditos que les estaba dando este género y decidieron volver a incursionar en ello. Ocurrió con TVN, que puso al aire el docureality de Los Méndez, que hasta ahora es un éxito, aunque no ocurrió lo mismo con las Argandoña, que resultó un fracaso total y fue funado a través de las redes sociales.

De allí nacieron las primeras señales de que el público esperaba otra cosa. Lo mismo que ha ocurrido con Mundos Opuestos2, que apostó por algunos rostros, como Rocío Marengo; otros con apellido conocido, como Damián Bodenhofer ( hijo del actor Bastián Bodenhofer), Carla Pinto (hija del periodista Carlos Pinto) y el hijo homónimo del derrotado exalcalde de Providencia, Cristián Labbé; trajo de vuelta al país al polémico Mauricio Israel (ya salió del reality) que, a la larga, no le dio más rating porque lo suyo era un tema añejo y ya manoseado (las deudas). En definitiva, un casting muy deficiente, con muchos extranjeros e integrantes que no trepidan en usar maquiavélicas estrategias, mentiras, bulling, violencia y otros elementos para mantenerse en pantalla.

Todo esto parece haber hartado a los televidentes, lo que ha quedado demostrado en las cifras de rating. El «genio» de Sergio Nakasone (productor argentino) nunca imaginó que su «engendro» llegaría a marcar apenas 13 puntos, sobre todo ahora que está recurriendo a reciclar participantes de realities pasados, y llevando por unos días a personajes como Valentina Roth, Tanza Varela y otros, con el objetivo de provocar conflictos. Nada ha dado resultados.

Tal vez la aparición de programas de la calidad de Los 80, Los Archivos del Cardenal, El reemplazante, El patrón del mal y otros, comenzó a despertar en el televidente distintos intereses y le abrió los ojos y la mente.

Según el investigador de televisión y académico Valerio Fuenzalida, la audiencia va cambiando, porque se va hartando de ciertos formatos que ya encuentra repetidos. «Eso pasa con todos los géneros. Hay un cierto cansancio hasta que llega un nuevo programa que produce una innovación y que interesa nuevamente. Son los ciclos que ocurren y que podría ayudar a explicar esto».

Como son ciclos, explica el experto a Cambio21, el productor Nakasone podría volver a darle el palo al gato con otro reality u otro programa: «puede tener un par de éxitos y después no, pero reactivarse más adelante».

Francisco Vidal, ex ministro y ex presidente del directorio de TVN, es uno de los críticos más acérrimos de la telebasura y especialmente de los realities, porque para él son «lo peor que hay, una moda que está saturando a los televidentes y va a morir. Ahora, cuánto se demore en morir, la vida dirá, pero no le veo futuro a ese tipo de programación».

En conversación con Cambio21 asegura que «con los rating que están teniendo, los canales se van a preocupar más y se van a encontrar con que no pueden ofrecer eso para lo cual ellos creen que hay mercado, pero que es tan burdo, tan elemental y primario que la gente empieza a arrancar de eso».

Vidal coincide en que el televidente se está poniendo más exigente y apunta que «por algo Los 80 y El Reemplazante tuvieron buena sintonía. Hay una serie de la segunda guerra mundial que la han dado como diez veces en el Mega y tiene un gran éxito».

A su juicio, «para los ejecutivos de los canales la gente es imbécil, pero no lo es».

Los late

Otro género que está entrando fuerte en la TV chilena es el late show. Se transmiten, por lo general, en un horario nocturno bastante tarde, pero han demostrado que cuando la conversación es amena y de calidad, el público los premia con sintonía.

En opinión del ex ministro Vidal, estos programas «son buenos, porque permiten una conversación, de repente bastante frívola, pero todo lo que sea gente conversando hace bien».

Recientemente, Mega estrenó su late con la conducción del actor Álvaro Escobar, «Más vale tarde», que hasta ahora ha pasado la prueba y ha ido in crescendo, sorprendiendo con entrevistados de buen nivel y muy actuales.

Telenovelas vuelven con éxito

Así como los realities están en bajada, hay un género muy distinto, que son las telenovelas, que han vuelto a la parrilla programática de los canales con bastante éxito, sobre todo en TVN, que hace un año comenzó a hacerlas en su área dramática con actores, libretistas y guionistas chilenos y ha pasado a liderar el horario de las 15:00 a 16:00 horas. Y también a las 20:00 horas y en la noche, donde incursiona desde hace unos años.

A Valerio Fuenzalida le parece «muy positivo que TVN esté colonizando con producciones nacionales en ese horario (15.00 a 16.00), que antes era de las teleseries venezolanas, mexicanas, colombianas. Ese es un nicho especial de audiencia, con características distintas a otras (noche y tarde)».

Francisco Vidal, en tanto, considera que el género de las telenovelas «es menos burdo que los realities. Hay unas bien logradas, unas más que otra, unas más amenas, otras más densas, pero no pertenecen al mismo estanco».

Importantes cambios en ficción

Es la mentalidad de los televidentes la que parece haber ido cambiando, puesto que en los últimos tres años se ha producido una modificación muy importante en el área ficción.»La audiencia está premiando producciones como El Reemplazante, Los 80 y Los Archivos del Cardenal. Entonces, la industria chilena está experimentando con un formato nuevo, que es el de series y con una audiencia que ha respondido», sostiene Fuenzalida.

La crítica especializada ha considerado estas series como productos de muy buena calidad. El experto en TV destaca que «esa coincidencia (entre audiencia y crítica) no ocurre siempre. Es muy interesante y muy renovador que la industria chilena, los canales con más experiencia, TVN y Canal 13, estén produciendo un género nuevo, más complicado, más difícil».

Para el académico, Televisión Nacional ha sido el precursor de los cambios en cuanto a telenovelas, porque ha incursionado en horarios en que antes no lo hacía. Va más allá y plantea que «tal vez TVN debiera pensar más en exportar, en formatos que se puedan vender, porque eso tiene que ver con la sustentabilidad de nuestra industria».

Programas juveniles

Después de varios intentos los canales han abandonado este año los programas juveniles y han puesto término a espacios como Yingo (CHV) y Calle 7 (de TVN que está en transición), porque también el público juvenil se aburrió de ver siempre lo mismo: niñas casi desnudas bailando sensualmente, concursos archi viejos y romances forzados entre los participantes.

Según Valerio Fuenzalida, el área juvenil «es muy deficitaria y siempre, tradicionalmente, ha sido muy estereotipada. O sea, no se mueven de concursos y bailes y es la tarea pendiente de la televisión».

Alargue de las Noticias: Deterioro de la calidad

Hace más de un año que los canales optaron por alargar sus noticieros hasta las 22.30 horas. En el último tiempo optaron por hacer lo mismo con las noticias de la 13.30, que ahora finalizan a las 15.00 horas. La crítica en este sentido ha sido bastante fuerte, porque finalmente han terminado rellenando con cualquier cosa, restándole fuerza a lo netamente informativa. Además, la audiencia empieza a bajar y a hacer mucho zapping.

El presidente de Colegio de Periodistas, Marcelo Castillo, calificó esta situación como preocupante, ya que se ha producido un verdadero deterioro en la calidad de las noticias que se entregan y, además, el trabajo de los periodistas ha aumentado.

«Esto tiene factores a favor y en contra. El alargue artificial de los informativos conspira en contra de su calidad. Probablemente le da mejores posibilidades de empleo a los periodistas, pero lo que nosotros hemos constatado es que en realidad, con la misma cantidad de reporteros, está haciendo noticieros mucho más largos, lo que en definitiva ha prolongado su jornada laboral» precisó a Cambio21.

Añade que «el tema de fondo aquí está en que hoy los noticiarios se hacen en base al rating en línea. En la sala de dirección el editor general y el director están viendo el rating en una máquina que les va indicando cuál es la sintonía y ven los contenidos de su competencia. En función de ese factor es que los noticiarios se han ido alargando en la medida que determinados tipos de tema permiten mantener una más alta sintonía».

En Chile los informativos tienen una extensión que supera por mucho los estándares internacionales que, generalmente, tienen una duración de media hora.

Castillo reitera que «respecto de la calidad de la información que se entrega, esta se ha ido deteriorando progresivamente» y que, por ejemplo, «hay estudios (Focatel) que indican que «TVN no está cumpliendo el papel de equilibrio informativo que debería tener y que, por el contrario, sus noticias son cada vez más oficialistas. Entonces, necesitamos un canal de televisión pública que efectivamente le dé espacio a todos».

Valerio Fuenzalida comenta que, «por una parte, creo que hay interés en las noticias. En Chile hay muchos datos que muestran que la audiencia está premiando la información. Pero por otro lado, eso está mostrando la necesidad que hay en Chile de tener un canal especializado en información noticiosa las 24 horas, los siete días a la semana».

Cuestión de rating

La empresa Time Ibope publica todos los días el top ten (los 10 mejores) de los programas de televisión, donde las más altas sintonías suelen fluctuar entre 20 y 22 puntos. En el período del 4 al 17 de marzo ningún noticiero obtuvo el primer lugar de este ranking que mide el rating online.

En general fluctúan entre 7 y 11 puntos. En el periodo mencionado, el mejor lugar (3ro) lo obtuvo 24 horas Central de TVN el sábado 16, con 10,7 puntos. TVN y CHV aparecen siempre entre los top ten; Mega queda fuera la mayoría de los días, salvo el fin de semana, mientras que Teletrece tampoco alcanza a tener puntaje para estar todos los días en lo alto de la tabla. Del 4 al 17 de marzo aparece sólo siete días en el ranking, con cifras que fluctúan entre 7,8 y 12,9 pun

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