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Cambio 21 / Por Óscar Reyes P.-  El diputado que fue reelecto con gran mayoría, líder de la misma tienda política de la ex... Andrade presidente del P.S:marzo es el momento adecuado para que Bachelet vuelva definitivamente

Cambio 21 / Por Óscar Reyes P.-  El diputado que fue reelecto con gran mayoría, líder de la misma tienda política de la ex presidenta Bachelet, fue entrevistado por Cambio21 donde reitera que su colectividad reconoce el absoluto derecho de la ex Presidenta a decidir cuándo comunicará al país su candidatura a la presidencia y con ironía dice que el actual gobierno ha sido todo un éxito en mantenerse fiel a su matriz original: el empresariado.

Con una abrumadora mayoría, Osvaldo Andrade acaba de ser reelecto como presidente del Partido Socialista. Se lo toma con tranquilidad, pues, dice, «es la ratificación de una línea política, de un mandato que cumplimos, en mi opinión, bastante certeramente».

El diputado por el distrito 29 (Puente Alto, San José de Maipo, Pirque y La Pintana) y ex ministro del Trabajo y Previsión Social durante el gobierno de Michelle Bachelet, tiene clara cuál será su misión: «A nosotros el congreso del partido nos mandató para que el PS fuera un actor central después de la derrota presidencial en la articulación de una idea de unidad de la oposición para concursar exitosamente en las presidenciales de 2013. Yo recuerdo que en esa época más de alguno pensaba que la idea era trasladar todo el esfuerzo al 2017. Nosotros hemos sido coherentes, persistentes y a veces incluso incomprendidos con esa política, pero significaba en concreto algo muy específico: nosotros decimos hay que articular el entendimiento entre el centro y la izquierda y eso significa reconocer que hay un espacio político del centro y un espacio político de la izquierda que debemos respetar, preservar y articular», según cuenta en una larga entrevista con Cambio21.

 -Se ha dicho que el Partido Socialista evalúa proclamar a Michelle Bachelet en el Comité Central de enero. ¿Es eso cierto?

-No. Lo que sucede es lo siguiente: en la primera quincena de enero tenemos que hacer un pleno para elegir la mesa directiva y la comisión política. Tenemos un sistema indirecto y elegimos el Comité Central el 16 diciembre y en la primera semana de enero tendremos que determinar las autoridades unipersonales. Lo que hemos visualizado es que en ese pleno es virtualmente imposible soslayar el debate sobre el tema de Bachelet, sería casi antinatura. Entonces, ahí han surgido algunas opiniones de que podría ser un buen momento de proclamación, pero estamos evaluándolo, todavía no tenemos una opinión definitiva al respecto.

-¿El hecho de que el Partido Socialista aún no la proclame es una estrategia política? El PPD ya avanzó una proclamación.

-El PPD lo que anunció fue su disposición a proclamarla cuando ella manifestase una señal inequívoca de su disposición a ser candidata. No es una estrategia, simplemente nos parece que hay que ser respetuosos de la decisión que ella misma tome. Nosotros le hemos reconocido el más absoluto derecho para que ella determine cuál es el momento más oportuno para que se vislumbre su decisión respecto de este tema y a nosotros nos parece que el partido debe ser coherente con esas oportunidades y por eso no es una decisión unilateral la que debemos tomar.

-¿Y cómo evalúa el rol que han tenido?

-La tarea del socialismo en este tiempo ha sido esa y los resultados de octubre, en las municipales, no hicieron sino ratificar la certeza de esa política. Se impuso la oposición, derrotamos ampliamente a la derecha y al gobierno, pero también se impuso la tesis política que habíamos sostenido de que el entendimiento entre el centro y la izquierda es lo único que garantiza gobiernos de mayoría para asumir los cambios que el país requiere, y eso también quedó demostrado en la elección de concejales.

 -¿Qué le parece el debate entre la DC y los comunistas sobre el ingreso de estos últimos a un posible gobierno de la oposición?

-Lo encuentro inoportuno y artificial, porque si la memoria no me falla el detonante fue una nota que los comunistas mandaron a Corea del Norte y generar un debate de esta naturaleza por ese acontecimiento me parece absolutamente artificial e incluso me atrevería a decir que completamente exagerado. Yo creo que a las cosas hay que ir dándoles el tiempo que deben tener. El 28 octubre demostramos que con unidad se puede vencer y que sin unidad vamos a ser derrotados, y en consecuencia la unidad pasó a ser un factor central de la política del próximo período. Vamos a tener primarias, en las primarias van a haber varios candidatos que expresarán sus matices y se definirá la candidatura que la oposición va a presentar en las próximas elecciones presidenciales.

¿Qué expectativas tiene frente a las parlamentarias? Porque, según señalan senadores de oposición, no basta con ganar la presidencial para gobernar.

-En paralelo tenemos que hacer un esfuerzo para acompañar el esfuerzo presidencial con una lista parlamentaria que tenga la capacidad de juntar tres factores. Primero, gobernabilidad a futuro, y eso significa respaldo al futuro gobierno. Segundo, una mayoría, intentar doblar donde ello sea viable, y eso significa un esfuerzo de eficacia importante y tener la capacidad de que todos se sientan interpretados en esta lista. No va a ser una tarea fácil. Y tercero, tenemos que construir algunas ideas básicas. Yo lo he expresado como sentidos comunes programáticos, que no son muy difíciles de señalar, pero que hay que darles un cierto desarrollo: pacto constitucional, pacto tributario, pacto laboral, en educación, salud, energía. Son cosas que es evidente que van a ser materias centrales de cualquier gobierno en el futuro y nosotros tenemos ahora la necesidad de darle sentido programático y de gobierno a esa perspectiva.

 -¿Y si la DC y el PC no se ponen de acuerdo?

-Lo que hay que hacer es de tal magnitud que empezar a hacer un debate respecto de si Cuba o no Cuba, si Corea o no Corea, es completamente impertinente. Yo entiendo que hay diferencias, todos las tenemos, la gracia de la oposición ha sido articularse desde la diferencia, pero yo sólo quiero preguntar si algún democratacristiano o algún comunista, cuando en las últimas elecciones municipales tuvo que votar por un candidato comunista o democratacristiano, estaba pendiente de esta discusión. No lo estaban.

-Hace poco dijo que su esperanza es que Bachelet vuelva luego para involucrarse a la política en Chile y ser candidata de la oposición…

-Yo creo que marzo es un momento adecuado para esa decisión política. Ella ya lo dijo. Es mi percepción y mi opinión. Antes no tiene ningún sentido, salvo para las cosas que son más bien propias de su familia como lo está haciendo ahora. Después creo que puede ser un poco tarde. No olvide que las candidaturas hay que inscribirlas en abril para las primarias, hay que hacer un proceso de campaña, las votaciones son el 30 junio.

 -A propósito de primarias, usted hace poco se refirió a Andrés Velasco y la polémica que tuvieron alguna vez cuando ambos eran ministros. ¿Qué piensa de esa candidatura?

-Yo creo que nosotros tenemos que generar las condiciones para que todos los que quieran participar en estas primarias lo puedan hacer, ya sea que esas candidaturas emanen de un partido o de su condición de independiente. Por eso he insistido en la invitación a Marco Enríquez, aunque él diga que no. Yo en eso soy porfiado. A mí me parece que si una primaria en que estén todas las fuerzas de la oposición pudiera establecer las condiciones para ganar en primera vuelta, sería una muy buena cosa desde la política. Bueno, ese esfuerzo puede resultar o no. Ahora, por qué me interesa también que participe Velasco. Así como de pronto surgen opiniones respecto a que se extreman las cosas hacia la izquierda y hay un cierto veto o exclusión, cuestión que yo rechazo, también rechazo la posibilidad de que haya vetos o exclusiones respecto de un centroliberal. En consecuencia, hay que darle las mismas garantías a José Antonio Gómez o eventualmente al propio Marco Enríquez si así se decidiera o a un candidato del Partido Comunista, y también dárselas a Andrés Velasco o eventualmente a Franco Parisi si se identificara con la oposición. Esa es una cosa general en la que nosotros vamos a insistir, que vamos a garantizar y haremos el mayor esfuerzo.

 -¿Le hace ruido esa candidatura?

-No. En algún momento dije que si nosotros teníamos que inscribir a Andrés Velasco, nosotros estábamos dispuestos a hacerlo. No creo que a él le guste la idea, pero estamos dispuestos. Eso no significa que yo obvíe la discusión de contenido. Entonces, cuando Velasco señalaba que él había estado muy interesado en una reforma laboral y que sentía que había habido poco apetito, yo le quiero decir a él, y se lo dije entonces, que yo, primero, no he tenido jamás problema de apetito, y en el tema de la reforma laboral tengo particular ansiedad, pero quiero con la misma franqueza señalar que en ese tiempo no tuve en él un acompañamiento para este respecto.

 -Quedan 15 meses de gobierno. ¿Cuál es el resumen de estos dos años y medio que han transcurrido?

-Yo creo que este gobierno ha expresado políticamente su matriz inicial: este es un gobierno de matriz empresarial. Cuando un gobierno siente que los grandes logros son el crecimiento, el empleo -aunque éste sea precario-, el control de de la inflación, es exactamente lo que le interesaría a cualquier empresario. El éxito de este gobierno es el éxito de las empresas y yo creo que en eso debe sentirse satisfecho. Su matriz se ha expresado claramente en su gestión, pero eso es, al mismo tiempo, un gran déficit. Éste gobierno no sabe gobernar, sólo sabe dirigir empresas. Si hay que pasar por sobre la institucionalidad, pasa, y ahí está el ejemplo de Barrancones. Si es necesario hacer caso omiso de los tráficos de influencia, de la relación con otros poderes del Estado, no hay problema, se pasa por encima. Si es necesario que el diálogo con la oposición no exista, no importa, da lo mismo, la oposición para estos efectos sobra.

 «Todas las promesas legislativas de la ministra Matthei están en cero»


-¿Por qué la ministra Evelyn Matthei tiene mal ánimo con ustedes, los socialistas? Algunos dicen que llega a la odiosidad.

-Yo tengo dos percepciones al respecto. Por una parte, creo que este gobierno tiene dos caras. Una un poco más amable, de mayor simpatía, que es la ministra Vocera y en eso claramente hay un cambio, un énfasis. No es de mucho contenido, sobre todo si uno la compara con el vocero anterior, que era Andrés Chadwick, pero claramente ella intenta construir una imagen. Y tiene la otra cara, la de la odiosidad, que se representa muy bien en el caso de la ministra del Trabajo. Ella ha tenido un conjunto de exabruptos y de groserías que en cualquier gobierno relativamente ordenado debiera hacerse un llamado de atención. Pero eso lo tiene que hacer su jefe y su jefe no tiene capacidad para eso.

-¿Y a qué atribuye ese comportamiento?

-Ese es el segundo punto. Este ha sido el ministerio más ineficaz del gobierno. La ministra Matthei hace poco dio la cuenta anual del ministerio del Trabajo y cuando expuso el número de leyes que se habían aprobado habló de tres. Tres en todo el año. Una de ellas, además, se la adjudicó de mala manera, porque habló del posnatal y todos sabemos que ese proyecto lo tramitó, lo acordó, lo conversó, la ministra del Sernam. Ella nunca fue a la tramitación. Y los otros dos a los que se refiere son proyectos bastante menores. Todas las promesas legislativas de la ministra Matthei están absolutamente en cero: el teletrabajo, abandonado; el del estatuto de la temporera, abandonado; el de seguridad laboral, pendiente; la modificación al sistema de capacitación, pendiente. Estamos tramitando el proyecto de las mutualidades y en eso el subsecretario ha tenido una labor importante. Para ser justo, sí aprobó el proyecto de la jornada laboral de las trabajadoras de casa particular, pero yo le quiero decir al respecto que ese proyecto ella lo tenía abandonado, porque se había peleado con los sindicatos. Gracias a una gestión que hicimos desde la oposición y con el concurso de la OIT ese diálogo se pudo retomar.

 -¿Cree que es una forma de tapar sus propias fallas?

-La ineficacia, la ineptitud del ministerio del Trabajo la lleva a tener estas escaramuzas en que no se habla de su labor legislativa, sino de otras cosas. Y, claro, en eso ella tiene una virulenta forma de expresarse. Debe tener algún problema con los socialistas. Yo, aunque usted no lo crea, me contento con lograr con mis intervenciones que ella se calme; no me importa mucho lo que diga, pero al menos que se calme, porque me siento menoscabado por haber tenido el mismo empleo y encontrarme con una sucesora que tenga este estilo tan grosero de actuar.

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