Acusación de deslealtad de La Moneda a Allamand marca peak de conflicto con RN

El Mostrador / Por Marcela Jiménez.-  En la Alianza se comentaba que en el gobierno “estaban muy dolidos” por los dichos del vicepresidente de RN, Manuel José Ossandón, quien aseguró que el problema de Palacio es que “tiene un trato comercial con la gente” y que el mandatario “le tiene miedo a la UDI”. Pero el asunto se transformó en abierta indignación con los dichos del presidenciable, Andrés Allamand, que sentenció que “desde el día uno ha existido un déficit político” en el gobierno de Piñera.

Si alguien pensó que la recapitulación del timonel RN, Carlos Larraín, a la renuncia que puso el lunes en la tarde sobre la mesa daba por terminado el conflicto del partido La Moneda, se equivocó rotundamente. “Nada se ha solucionado” y “esta es una crisis profunda” comentaban ayer en la tarde en la mesa directiva de calle Antonio Varas, mientras reconocían que había nulo, pero nulo optimismo con que la cita con el ministro del Interior, Andrés Chadwick, originalmente programada para hoy a las 11 de la mañana pero luego suspendida, sirviera para mejorar en algo las cosas.

Que el gobierno resolviera ayer en la tarde postergar la reunión con RN para el viernes, demostró la dimensión del mal momento que atraviesa Piñera con su partido, porque fue el Presidente Piñera quien —durante la tarde de ayer— le pidió a Chadwick que “lo acompañe” a la gira que hoy realizará a la VI Región.

Han sido excepcionales las salidas conjuntas a terreno de Piñera con Chadwick y la explicación para invitarlo resulta medianamente lógica, considerando su pasado parlamentario en la zona, donde fue senador hasta julio del 2011, cuando abandonó el Congreso para instalarse en La Moneda. Algunas gestiones telefónicas de un par de senadores, trataron que el encuentro se realizara hoy a las 19:00 horas, una vez que el ministro vuelva de la VI Región, pero en Palacio mantuvieron a firme el encuentro para mañana.

Más allá de cuándo y de la hora, la postergación en sí fue leída en RN como un mensaje claro y directo del mandatario, una prueba de su molestia con el partido, es que están conscientes que pusieron “el dedo en la llaga”.

Es más, en la Alianza se comentaba que en La Moneda “estaban muy dolidos” por los dichos del vicepresidente de RN, Manuel José Ossandón, quien aseguró que el problema de Palacio es que “tiene un trato comercial con la gente” y que el mandatario “le tiene miedo a la UDI”. Pero el asunto se transformó en abierta indignación con los dichos del presidenciable, Andrés Allamand, que sentenció que “desde el día uno ha existido un déficit político” en el gobierno de Piñera.  

No fue menor el cruce de llamadas y mensajes desde el Ejecutivo hacia la tienda de Larraín, manifestando esa molestia, la que se hizo evidente en las respuestas de la vocera, Cecilia Pérez y el ministro del Interior.

Mientras la ministra Pérez —también  RN como el presidenciable— le recordó a Allamand que “en la vida las lealtades son superiores”, Chadwick hizo lo propio cuando afirmó que se imaginaba que en las palabras del presidenciable había “una suerte de autocrítica, porque él hasta hace poco, semanas atrás, era parte de nuestro propio Gobierno”. La acusación de deslealtad marcó el puntopeak de la jornada y —se comenta—, habría sido ordenado por el propio Piñera a la vocera, pese a los consejos de poner paños fríos y no salir a apagar el incendio con bencina.

De paso, Chadwick dejó claro que no había “ni viejos ni nuevos tratos”, a pesar que el martes en la tarde se dijo en RN que Larraín había retirado su renuncia al partido precisamente por el compromiso de intentar una nueva forma de relacionarse y considerar a los partidos.

EL “HASTÍO” DE LARRAÍN

Es comentario en RN que el timonel ha hecho evidente el último tiempo “su cansancio” con la coyuntura política, que está “hastiado” y “aburrido” de lo que considera un ninguneo permanente del gobierno con el partido y con su persona. Un síntoma que no desconocen en Palacio, ya que si bien el lunes fue un balde de agua fría el llamado que hizo a Chadwick para informarle que iba a renunciar a la presidencia de RN, confiesan que al menos hace diez días que escuchaban que el timonel había comentado más de una vez que iba a dar un paso al lado en cualquier momento.

A tanto llega su hastío que incluso Larraín estaría barajando la posibilidad de no disputar su propio escaño senatorial en el sur y que la decisión pasa, precisamente, por evaluar si hay garantías de un candidato que retenga el cupo para RN.

En este escenario, varios en RN comentan que en la conversación de Allamand y Larraín el martes, acordaron en privado que el timonel se mantenga a firme en su cargo hasta junio y que si lo desea en ese instante, de un paso al lado.

La fecha no es menor, ya que implica dejar arreglado los hitos importantes del partido: el consejo general de RN el 19 de enero donde se proclamará a Allamand oficialmente como abanderado presidencial, como las primarias del 30 de junio, donde el ex ministro competirá con Laurence Golborne y se definirán las candidaturas parlamentarias en todo el país.

Nadie en RN desmiente que exista una suerte de acuerdo en ese sentido, aunque algunos precisan que si Larraín decidió recapitular es porque debe terminar su mandato como timonel y otros esperan que después de junio, con las candidaturas definidas, un solo abanderado de la alianza en juego “baje la tensión, la carga de trabajo y siga”.

En RN saben que de aquí al Consejo General la relación con el gobierno va a ser “muy fregada” y que nada va a evitar que en esa instancia, se exprese con fuerza la molestia por lo que consideran la “desaparición del partido” en el gobierno. El conflicto con la salida de Teodoro Ribera del Ministerio de Justicia nunca pasó —afirman en la mesa— por imponerle decisiones a Piñera, sino por el hecho que perdieron al “único ministro realmente político” que tenía el partido.

Dicen que Larraín recapituló en parte, porque el estado de ánimo en RN es de tal molestia con el gobierno, que de mantener su renuncia el consejo general del 19 se iba a transformar en una verdadera “bomba política” contra Piñera y La Moneda.

Pero lo cierto es que también pesó el tema del sucesor más idóneo para esta etapa clave para RN. Los nombres de los senadores Francisco Chahuán y Alberto Espina, que se pusieron sobre la mesa, generaron reparos en varias instancias del partido por distintas razones.

Sobre Espina, no hay dos voces para explicar que el rechazo es generalizado, que no lo quieren en RN, no tiene apoyo interno, le critican falta de lealtad con el partido y pasarle la presidencia —dijeron— “era pasarle el partido a Piñera, lo que no es aceptable”.

En el caso de Chahuan, nadie desconoce que hubo reparos, pero hay varias versiones de cuáles son. Algunas apuntan a cierta distancia del senador con Allamand y que el candidato presidencial habría hecho notar a Larraín que quedaba debilitado en sus opciones con él como timonel, lo que fue desmentido por ambos.

Es más, el senador por la V Región Costa dijo que era una de las personas más cercanas a Allamand, “tengo las mejores relaciones con él, tanto que me pidió que sea parte del despliegue territorial de su campaña”.

Cansado o no, lo cierto es que Larraín llegará el  viernes con su mesa directiva, incluido el ex alcalde Ossandón que hace meses no participa de una reunión política en Palacio, dado el corte de relaciones que hizo el gobierno con él. A pesar de reconocer que no tienen ninguna expectativa de lograr algo o que el trato a los partido mejore, igual traerán un petitorio que pasa desde ampliar la Alianza, relación más permanente con La Moneda a través de los ministros Chadwick y Pérez y definir un sello real y concreto del gobierno para su último tramo.