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Los recuerdos, las lágrimas, la añoranza de un pasado que no volverá, pero que cimentó sus vidas, fueron el ingrediente principal durante los festejos... “Todos vuelven a su tierra pampina” en emocionante cierre de Semana del Salitre en Humberstone

Los recuerdos, las lágrimas, la añoranza de un pasado que no volverá, pero que cimentó sus vidas, fueron el ingrediente principal durante los festejos y actos de la Semana del Salitre, que concluyó en la jornada dominical, en un engalanado y colorido Humberstone, el símbolo de todas las oficinas salitreras que poblaron el Tamarugal y que fueron el sustento económico del país.

Y como cada año, hace 32, las agrupaciones Hijos de… Alianza, Victoria, San José… y tantas otras, llegaron hasta lo que Sara Benavides González, presidenta de la Corporación Hijos del Salitre, organismo organizador, denominó como “la Pampa Madre”, donde todos vuelven para sellar su compromiso para que “La Pampa Nunca Muera”, como reza el slogan de los pampinos.

Los actos en Humberstone partieron el viernes, con la llegad de diferentes delegaciones, que participaron en bailes y veladas. Hasta este domingo, en que se realizó la ceremonia de clausura, seguida de un desfile y vino de honor, ofrecido por la Municipalidad de Pozo Almonte.

Y así, entonces, se vivió una verdadera fiesta de la añoranza y de reafirmación del compromiso pampino, en su 32 Semana del salitre, donde las agrupaciones de pampinos se reunieron para recordar los días vividos en la pampa salitrera. Hubo recuerdo, cantos, baile, emoción. Y lo mejor, un espacio para reafirmar la identidad pampina.

Las primeras delegaciones venidas de otras ciudades, especialmente desde Arica, pernoctaron en Humberstone. También hubo un baile típico pampino en el hotel y una velada donde el humor y los recuerdos fueron los ingredientes principales, de esta actividad realizada en la ex Escuela No 35 y organizada por sus ex alumnas.

Acto cívico

Al mediodía, se realizó en la Plaza del pueblo, el Acto Cívico organizado por la Corporación Hijos del Salitre, con el apoyo de la Municipalidad de Pozo Almonte, que ofrece el vino de honor a todos los asistentes. Mientras, La Corporación Museo del Salitre, a cargo de la Administración del Sitio, declarado Patrimonio de la Humanidad, abre la oficina y genera las mejores condiciones para que se desarrollen los festejos.

La presidenta de la Corporación Hijos del Salitre, Sara Benavides, señaló que mientras haya un pampino vivo o su descendencia, la pampa vivirá. “Somos un patrimonio vivo y quienes estamos acá, tenemos la obligación de luchar para que nuestras tradiciones y nuestra historia, perdure en la memoria colectiva, no sólo de los pampinos, sino que de todo el país. Es que la pampa y la industria del salitre que aquí se desarrolló, fue muy importante para todo el país”, señaló.

“Tenemos el deber de trasmitir nuestro legado a nuestros hijos, a nuestros nietos y descendientes. Por eso estamos reunidos acá, donde la madre pampa nos llama y nos congrega”, señaló emocionada. A nombre del organismo, agradeció el trabajo desplegado por el alcalde de Pozo Almonte Augusto Smith, que fue homenajeado con un obsequio.

Luego le tocó el turno de hablar al edil, en ésta, su última Semana del Salitre en tal calidad, quien destacó que el trabajo realizado en pro de los pampinos, implicó el trabajo de muchas personas e instituciones. Añadió que siempre estará ligado a al rescate del patrimonio salitrero, pero en adelante, desde otra plataforma y recordó cuando junto a un grupo de profesores de la comuna, decidieron sumarse a los festejos de la Semana del Salitre que se realizaba en Iquique.

“Así nace la idea de abrir esta salitrera que se denominó, un Día en Humberstone. El propósito era poder preservar la salitrera junto a Santa Laura. y luego que renaciera la industria en nuestra comuna”.
“Con mucho orgullo hoy vemos que después del cierre de Victoria, se reabrió la industria salitrera y por otra parte, los pampinos siguen ligado a sus tradiciones”.

Silvio Zerega Zegarra, Secretario Ejecutivo de la Corporación, señaló sentirse feliz y complacido de la labor que le corresponde realizar, señalando que es muy importante que el sentimiento por preservar la cultura pampina. “Ese sentimiento de pampino no puede desaparecer y todo lo que ha hecho la Corporación Museo del salitre, va en ese sentidos”.

“Esta es una obra que no le corresponde a una persona, acá hemos trabajado entre todas las organizaciones y todos los pampinos”, recalcó.
Luego de la ceremonia, que estuvo matizada con bailes, cantos y declamaciones poéticas, se realizó el tradicional desfile de las organizaciones pampinas, por la calle de la antigua pulpería.

Los actos concluyeron con un vino de honor servicio por el municipio pozoalmontino en el Hotel de Humberstone, mientras que otras tantas familias, optaron con almorzar junto a sus agrupaciones en las casas de esta oficina, que representa a todas aquellas, que en antaño, fueron bullentes centros salitreros y punto industrial y económico, clave, en nuestro país.

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