Nicolás Mönckeberg, Pdte. Cámara de Diputados: “Mi candidato es Allamand por su experiencia política”
Entrevistas 3 julio, 2012 Edición Cero
Cambio 21 / Por Óscar Reyes P.- El diputado de RN es partidario de cambiar el sistema binominal, de conversar con quien haya que hacerlo para avanzar en la aprobación de los proyectos de ley que duermen en el Congreso. Y de paso reitera en conversación con Cambio21 que el candidato presidencial de la derecha, tiene que conducir una sociedad más exigente. Y obviamente que Allamand es su candidato. Parece que Golborne no está en su horizonte.
Por estos días, Nicolás Mönckeberg Díaz, presidente de la Cámara Baja, 38 años, casado, padre de tres niñas y un niño, ha venido planteando la conveniencia de eliminar el número 120 de la Constitución Política del Estado, en lo que a número de diputados se refiere.
«El proyecto, más allá de los efectos que esto tiene, que son bastante limitados, es una señal importante sobre la disposición que realmente puede haber en el Congreso a iniciar un diálogo serio y profundo sobre los cambios del sistema electoral. Porque evidentemente que para hacerle cambios, por ejemplo en la línea de hacerlo más proporcional en la elección de sus integrantes, lo primero que tenemos que analizar es si el número de diputados debe aumentar o disminuir. Es bueno que empecemos a tomar determinaciones y veamos que disposición real hay para ir avanzando en este y otros temas», dice.
Inscrito en los registros de Renovación Nacional desde el día exacto en que cumplió 18 años, ha sido electo en todos los puestos a los que ha postulado: concejal en Santiago Centro, diputado por San Carlos y por el distrito 18 (Cerro Navia, Lo Prado y Quinta Normal). En diciembre decidirá si opta por ser candidato a senador, pero tiene claro que le gustaría que fuera por Santiago Poniente.
-¿Y qué complicación hay para que eso suceda? Se llaman Jovino Novoa o Alberto Cardemil?
-La verdadera competencia de Santiago Poniente no es contra los candidatos de la Coalición por el Cambio, es contra los candidatos de la oposición, que siempre se acercan mucho al doblaje, y en consecuencia es con ellos con quienes tengo más diferencias de fondo y con quienes más me estimula a competir y a ganarles.
-A un año y medio de la próxima elección hay un variopinto número de candidatos a senador por esa zona. ¿Qué posibilidades tiene usted?
-A dos años de la elección parece francamente una lotería señalar quién tiene o no tiene opción. Obviamente, los senadores en ejercicio corren con ventaja y es natural que así sea. Pero yo estoy seguro de que en la próxima elección senatorial, donde el universo electoral es completamente distinto y donde potencialmente podría votar mucha más la gente de que la que votó en la última elección, la capacidad de conquistar el apoyo electoral no tiene que ver con la política tradicional o con estilos añejos, sino que creo mucho más en una identidad moderna y más transversal.
-En una entrevista usted dice que va a insistir desde la Cámara en una política de acuerdos. Como se han dado las cosas, en que el diálogo se inició y pronto se rompió, ¿usted se siente en condiciones de encabezar ese diálogo entre la oposición y el gobierno?
-Yo creo que el diálogo. El estar disponible, dialogar y lograr acuerdos entre el gobierno y la oposición no es una concesión de unos a otros ni tampoco es una opción de los parlamentarios. Creo que es una obligación que la gente les exige a todos los políticos, porque un país donde las autoridades de gobierno y oposición están como el perro y el gato es un país que finalmente no avanza. Creo que pasó el tiempo de ponerle condiciones al diálogo, de exigir señales de un lado para otro y llegó el tiempo de que los proyectos de ley avancen, poniéndose de acuerdo en el Congreso. En lo personal, estoy enfocado ciento por ciento en lograr tender esos puentes que hoy tienen paralizados muchos proyectos de ley.
-En su propio partido hay críticas y muchas discrepancias con el Gobierno. Algunos, que están en una postura para que se termine el sistema binominal. ¿Usted en cual del grupo está: el de los liberales que quieren ese cambio o en los que se oponen a ese cambio?
-Nunca me han gustado las etiquetas, porque el final distorsionan la realidad. Yo soy partidario de sentarnos en la mesa e intentar dialogar con la oposición en todos los temas. No entiendo a aquellos que creen que el sistema binominal es intocable y que nada se puede dialogar en torno a él. Primero, porque no es verdad que el sistema sea perfecto y ni mucho menos inmutable. Y cuando un sistema tiene imperfecciones, negarse corregirlas de antemano es la peor señal que se le puede dar a la democracia. Yo creo que hay muy buenos argumentos en todos los sentidos respecto del sistema binominal, pero ninguno es tan poderoso como para condicionar la continuidad del debate en torno a otros temas.
-Hay un estudio donde RN es el partido más perjudicado por el sistema binominal en la Alianza, y la UDI aparece como el más beneficiado.
-Créame que mi convicción en torno a mejorar y corregir el sistema electoral binominal no se basa en la mayor conveniencia que esto le puede traer a mi partido, sino que se basa en convicciones más profundas. Creo que el sistema tiene elementos positivos, pero tiene uno negativo que es urgente cambiar, y es que tiene congelado nuestro sistema de partidos políticos. Hace 20 años que no se crea un partido político en serio en Chile. Los partidos políticos hoy están unidos en sus coaliciones mucho más por convicciones electorales que por convicciones ideológicas.
-¿A quiénes se refiere?
-Nadie puede decir, por ejemplo, que el Partido Comunista está cómodo dentro de la Concertación ni que la Democracia Cristiana está cómoda con la alianza con el PC. Y así hay muchos otros ejemplos. Necesitamos en Chile un sistema de partidos mucho más ágil, más moderno y donde los partidos representan de verdad a corrientes de ideas y no donde las alianzas políticas han pasado a ser meras alianzas electorales. Esa, a mi juicio, es la principal razón por la cual tenemos que hacerle cambios.
-El presidente de su partido, Carlos Larraín, dijo que el gobierno es «apretado» y que «no cede» y que eso es «muy doloroso». ¿Usted qué piensa sobre estas críticas que realiza el principal líder del partido del presidente, que se han ido acrecentando, sobre todo con las conversaciones que ha mantenido con la DC sobre como cambiar el binominal?
-Estoy completamente en desacuerdo con las declaraciones que usted cita. Creo que si hay algo que ningún chileno, más allá de los errores que puede haber cometido este gobierno y que son públicos y conocidos, si hay algo que ningún chileno puede dejar de reconocer es que las autoridades no han parado de trabajar con todo el empeño necesario, en momentos muy difíciles. Chile en materia económica venía de un letargo importante en las tasas de crecimiento, de empleo, de productividad, de inversión, y todo eso lo cambiamos en los últimos dos años. En materia social, todo lo bueno que venían haciendo los gobiernos anteriores, éste no sólo lo mantuvo sino que lo incrementó, con proyectos importantes como la extensión del posnatal, el ingreso ético familiar, y recientemente con la política de subsidio al precio de los alimentos. Y si en alguna materia, por ejemplo, la ley antidiscriminación, que tiene un trasfondo valórico, don Carlos Larraín no está de acuerdo, como lo expresó y votó en contra, eso no nos da derecho a sostener que el gobierno actuó en forma incorrecta, porque siempre hemos aprendido que la primera virtud recomendada a cualquier político que es al menos reconocer que en muchas materias el equivocado puede ser uno mismo y no el del frente.
«El país necesita liderazgos que busquen acuerdos»
-En los próximos meses, luego de las elecciones municipales, el tema presidencial se va a ir apurando y va a ser mucho más fuerte la aparición de los candidatos, tanto de la oposición como en el gobierno. ¿Su candidato es Andrés Allamand?
-Sí. Andrés Allamand es mi candidato presidencial, no sólo porque él es militante de mi partido, que sería una razón netamente formal, sino porque además representa un tipo de liderazgo que va a ser cada vez más valorado en este nuevo país que tenemos hoy, donde se requiere mucha experiencia política, mucha capacidad de articular acuerdos, mucha capacidad de conducir una sociedad cada vez más diversa y más exigente.
-¿Qué le parece que partidarios de su propio partido estén conversando con Laurence Golborne?
-No le encuentro nada de extraño. No creo que el hecho de militar en un partido genere una cadena que impida conversar con otros precandidatos y mucho menos a estas alturas, a dos años de la elección. Mi convencimiento personal frente a la candidatura de Andrés Allamand se fundamenta en la convicción de que nuestro país necesita más que nunca liderazgos que articulan acuerdos.
-¿Tienen que renunciar Golborne, Allamand y Longueira para plantear una precandidatura?
-Sí, yo creo que es prudente que a partir de marzo ellos no sigan siendo ministros y se aboquen 100% sus candidaturas. Es un momento prudente ver que ellos dejen el cargo.