Hermann Chadwick y los ministros en las Ues: “Un ministro puede perfectamente tener sus inversiones”
Entrevistas 29 junio, 2012 Edición Cero
TheClinic.- A dos días de protagonizar una polémica, Herman Chadwick, presidente de la Junta Directiva de la Universidad de Las Américas y del Consejo Nacional de Televisión, dice que a él le gusta el sistema tal como está, que la aprobación de la Superintendencia de Educación Superior va a “terminar con los rumores” y que Laureate, el fondo internacional que controla la UDLA y otras dos universidades chilenas, ha funcionado de manera “legal e impecable”.
.Está más o menos claro que el sistema actual no le gusta a los estudiantes.
– Por eso dije “si la gente no está contenta con el sistema, búsquenle ajustes”. Pero lo que hace la UDLA es que está la universidad, de una corporación de derecho privado que no tiene fines de lucro y que nunca se ha retirado un peso de ella porque todo lo que produce se reinvierte y al lado de ella hay una sociedad inmobiliaria que es de la UDLA, de la UNAB y de la Universidad Viña del Mar. Vale decir: la renta que paga la universidad se la paga a una sociedad en la cual la universidad participa. No hay terceros y ese es el sistema con el que la UDLA y el grupo Laureate ha funcionado en Chile y que a mi me parece legal e impecable.
-¿No hay ningún ilícito entonces, como dice el informe de la comisión investigadora de la cámara?
– No, no hay. El informe de la cámara yo lo leí y cuando habla de ilícito no se refiere especialmente a la UDLA ni mucho menos. En el caso nuestro, la universidad le paga un arriendo a un sociedad en la cual participa como accionista, que es parte de la UDLA, de la UNAB y de la Viña del Mar y que nos cobra un arriendo por los inmuebles que son propiedad de ella, pero en ella participamos como accionista y por lo tanto lo que le pagamos es plata que finalmente nos vuelve a nosotros.
-¿Y esos arriendos son a precio de mercado?
– A precio de mercado con certificados de Colliers International, que tiene oficina en Chile. El costo de sus arriendos y la tasación del inmueble son absolutamente a precios de mercado.
-Más allá del caso específico de la UDLA, el ministro ha reconocido que el sistema tiene fallas y necesita una Superintendencia para fiscalizar. ¿Cree usted que se soluciona con eso?
– La Superintendencia de la Educación Superior creo que va a cumplir un rol muy importante para nosotros, las universidades, porque vamos a poder demostrar que quienes no cometemos ningún ilícito y que estamos totalmente apegados a la Ley, con lo cual los rumores van a terminar.
-¿Con eso se deja de hablar de ilícitos?
– Todo lo que es transparencia de parte del Estado es bienvenida. Para que una economía de mercado funcione bien, se requiere de fiscalización para la tranquilidad no sólo del consumidor, en este caso el estudiante, sino que para los que prestamos ese servicio educacional. Así hay un certificado que el Estado está fiscalizando y está encontrando que las cosas andan bien.
-¿Ud. cree entonces que el actual accionar de las universidades privadas es justo?
– En la UDLA, que es la única de la que puedo hablar, es justo. Y en varias otras que también he conocido el proceso. No las conozco todas y tengo muchas más preocupaciones durante el día. Pero la UDLA sí que es justa, si no yo no estaría ahí.
La UDLA no lucra
-¿Cómo ve a los estudiantes? ¿Les parecen ideologizados o cree que tienen demandas legítimas?
– Yo estaba recién en quinto año o egresado de la Católica cuando pusimos un letrero que decía “El Mercurio miente” y en ese momento nos tomamos la casa de estudios. En ese tiempo era partidario de esos movimientos. O sea, yo creo que la rebeldía juvenil de que tú siempre quieras más de lo que la sociedad le puede ofrecer es un fenómeno que permaneció en el tiempo y que a mi juicio, es una fenómeno propio de la juventud y el cual no se puede coartar. Yo jamás impediría una marcha de estudiantes en razón de que pidan mejor educación. Lo que sí se van metiendo ciertos conceptos que no son reales.
-¿Cómo cuáles?
– Por ejemplo, el lucro. En el caso de la UDLA no hay lucro, no existe. Porque el lucro al final es una palabra despectiva, que quiere decir que uno gana algo ilícito. Pero con respecto a la inquietud estudiantil , evidentemente que tienen derecho a manifestarse. Pero yo les digo que el sueño por una mejor educación es algo por lo que todos estamos luchando. Nos va a costar hacerlo, cuesta recursos al Estado. Y es cierto que la gente que no tiene recursos debe tener una solución. Creo que el sistema CAE con tasas más bajas soluciona el problema. Y creo que tenemos un ministro de Educación que es un lujo. Es excelente, entiende el tema y no es político.
-Lleva poco tiempo. ¿Cómo evalúa su gestión?
-Excelente. Creo que Harald Beyer es un hombre que se va a sentar con los estudiantes. Es un hombre no confrontacional, no tiene carisma político. Es un tecnócrata. Él, José Joaquín Brunner, Waissbluth… son los tres o cuatro grandes hombres de la educación en Chile hoy día. Tiene un camino recorrido y creo que los estudiantes lo saben y que le tienen que dar respeto. Eso no quita el espíritu inquieto de la gente joven, que yo también tuve. Eso hay que aplaudirlo. Ellos miran a 30 años más, pero yo lamentablemente no puedo. Yo ya tengo que pensar en una casa de reposo.
-¿Cómo le parece que lo ha hecho él hasta el momento? ¿Le gusta su propuesta?
– Yo creo que es válida. Lo que pasó es que entre el 2009 y el 2012 la sociedad chilena tuvo una apertura, una madurez de esta sociedad púber que despertó. Los que la remecieron fueron sus estudiantes, por lo cual, la propuesta de Piñera si bien era buena quedó corta con respecto a lo que hoy se pide. Por eso la ha adecuado para solucionar el problema de las familias que no tienen dinero para pagar su educación superior.
-¿Ha sido el karma o fantasma de su gestión?
– Ha estado presente, pero cuando los problemas se presentan hay que solucionarlos. El presidente Lagos tuvo un karma cuando este país estaba desconectado y lo que hizo no fue quejarse sino construirlo. La presidenta Bachelet también los tuvo con todos los temas sociales. Al presidente Piñera le ha tocado más duro, pero también es una oportunidad para mostrar su capacidad y su gobierno debe demostrar que puede con los problemas, que son varios.
-¿Ha tenido la oportunidad de hablar con él de este tema?
– Poco. A veces converso con él, pero poco. A veces simplemente de cosas familiares. Él siempre ha dicho que en la familia cada uno se las baraja por sí mismo.
-¿Y de la investigación que ha causado polémica estas semanas?
– No. A ver, esta investigación se basa en documentos anteriores escritos por algunos periodistas. Por lo tanto, es algo que yo he conocido y he visto que le falta bastante. Pero es una actitud de los parlamentarios que hay que respetarla y si siguen adelante no hay nada que ocultar. Todo es transparente.
-Pero son reportajes que no han sido desmentidos
– Está bien, si yo no estoy hablando despectivamente. La Monckeberg ha trabajado este tema y ese trabajo que es valiosísimo. Por eso es que me dolió lo de ayer (miércoles). Siempre he tenido una gran relación con ellos. Los admiro mucho, tengo una hija periodista. Pero el periodismo cuando se hace en serio puede tener fallas pero puede servir de base como investigaciones que se hagan en el futuro. Sobre este tema u otros.
“Un ministro puede perfectamente tener inversiones”
-Hoy el fiscal designó el fiscal que va a llegar la investigación. ¿Qué le parece eso?
– Estoy cierto que aquí no se ha cometido ningún ilícito. Estoy cierto que es un error que esto esté en la justicia penal, pero abierto a que si quieren investigar ahí estamos.
-Pero en el informe están tres universidades de Laureate.
– Yo soy el presidente de una de ellas y tengo la certeza que el grupo Laureate no ha cometido ninguna irregularidad en lo que ha hecho para poder ser hoy los controladores de tres universidades en Chile. Creo que lo han hecho limpiamente y con todos los papeles sobre la mesa.
-También han salido nombradas dos universidades donde participan ministros que aparecen como accionistas.
– Yo no hablo por otras universidades, pero quiero decir que a las dos las conozco y tanto la Autónoma como la Del Desarrollo me merecen el mayor respeto, aprecio e incluso admiración.
-¿Usted cree que es un daño de imagen para el gobierno que eventualmente estos ministros tengan que declarar?
– No, ninguno. Estoy seguro que tienen tranquilidad de espíritu y han hecho las cosas transparéntemente, pero no puedo responder por ellos. Si se usan los caminos para ratificar la verdad, hay que usarlos.
-¿No deberían renunciar a sus cargos por esto o vender sus acciones en universidades?
– No conozco su situación, pero creo que un ministro puede perfectamente tener inversiones. La cosa es que las declare y la Contraloría las conozca. Es lo que dice la ley y lo hacemos todos cuando tenemos alguna función en el mundo público, de qué tenemos cuando llegamos y qué tenemos cuando nos vamos. Cualquier variación durante el período uno lo anota. Hay un sistema legal donde uno dice, donde se supone que un ministro dice que tiene inversiones como cualquier chileno.
-¿No hay un conflicto de interés entonces?
– Yo creo que no.
-¿No deberían renunciar a ese cargo?
– Por ningún motivo, por lo menos en mi caso. No conozco la situación exacta pero creo que los ministros que se dice que han lucrado tienen completamente separada su labor de la de posibles controladores, accionistas o trabajadores. La gente cuando deja los gobiernos o antes tiene que realizar una actividad. No son fósiles.
-Pero en el caso de Lavín, Larroulet ellos tienen participación inmobiliaria…
– Bueno, puede que sí. Pero conozco el caso, confío en ellos.