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Cambio21 / Por Pilar González.- El padre de la senadora designada por la UDI Ena Von Baer, se ha caracterizado por sus acaudalados negocios, además... El cuestionado empresario de semillas transgénicas Erick Von Baer y sus millonarias actividades empresariales

Cambio21 / Por Pilar González.- El padre de la senadora designada por la UDI Ena Von Baer, se ha caracterizado por sus acaudalados negocios, además de querer ocultar lo más posible la ubicación de sus semillas transgénicas que se han usado en Chile desde 1992.

Erik Von Baer Von Lochow vuelve a la palestra, esta vez por ser el «flamante» ganador del antipremio «Condorazo Ambiental 2012″, entregado por la organización ecologista Greenpeace Chile, tras lograr el 53% de las votaciones en línea.

Von Baer le ganó el título en disputada final con el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien dijo «confiar, ciega y equivocadamente, en que fueran los propios empresarios de la zona industrial de Puchuncaví quienes evitaran voluntariamente los episodios de contaminación». También superó al juez de la Corte Suprema, Pedro Pierry, por no inhabilitarse «al votar contra los recursos que pretendían detener el proyecto HidroAysén en Patagonia, pese a que tiene más de 109 mil acciones en Endesa, adquiridas en 1988 y que equivalen hoy a un monto cercano a los $98.000.000.

El Condorazo Ambiental es un «antipremio» y es, a la vez, una denuncia explícita de casos que han impactado gravemente al medio ambiente en nuestro país o de quienes hayan realizado esfuerzos desmedidos para destruirlo. En el caso de Von Baer es por «negar la ubicación de sus cultivos transgénicos en nuestro territorio, lo que ponía en grave riesgo a los productos nacionales», según dictaminó el jurado.

El padre de la senadora designada por la UDI Ena Von Baer, es un ingeniero agrónomo, empresario e investigador. Se ha hecho conocido por su trabajo como genetista en el cultivo del trigo en la zona sur de Chile. Tras llegar de Alemania junto a su familia, permaneció durante un tiempo en la zona central hasta que optó por emigrar a la comuna de Gorbea, en la región de la Araucanía, donde en 1956 se creó formalmente la empresa Semillas Baer.

A comienzos de los ’80 trabajó la variedad Peneca y en los ’90 destacó con Otto, especialmente formulada para el suelo del sur.

Las polémicas de Von Baer

El progenitor de la ex vocera de gobierno, no ha estado exento de polémicas. En mayo de 2011 fue foco por su participación en las sesiones de debate del Senado, la cual buscaba conseguir la aprobación del Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales (Convenio UPOV 91).

Esto provocó reacciones por parte de miembros de la Concertación, quienes criticaron el hecho, más aún considerando que una de sus hijas, Ena, era la ministra secretaria general de Gobierno de Sebastián Piñera, y al mismo tiempo poseedora de un 15% de las acciones de la empresa de su padre.

El resultado:13 senadores decidieron aprobar el Convenio UPOV 91, que cede el derecho de semillas chilenas a grandes empresas del rubro, entre ellas a la norteamericana Monsanto, conocida por la elaboración de semillas transgénicas y su herbicida Roundup.

Como lo estipula la página del Senado, la iniciativa, previamente aprobada por las comisiones de Agricultura y de Relaciones Exteriores, quedó en condiciones de ser remitida al Presidente de la República para su promulgación. No obstante, este convenio que también impedirá a los campesinos guardar sus semillas estaría infringiendo la ley.

Por su parte, el senador Hernán Larraín (UDI), uno de los 13 que se manifestó a favor de la iniciativa; afirmó que la «aprobación cumple con el compromiso adquirido en el TLC entre Chile y EEUU, y que no se refiere a transgénicos».

Otro episodio sucedió cuando Von Baer recurrió al Tribunal Constitucional (TC) para evitar que se revele información sobre las semillas transgénicas que se han usado en Chile desde 1992 en adelante.

Erick Von Baer presentó un requerimiento con la intención de que el organismo declarese inconstitucional el fallo dictado por el Consejo para la Transparencia (CPLT) que obligó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a entregar «la ubicación exacta de todos los sitios donde se hayan liberado cultivos y árboles transgénicos», desde el año antes mencionado.

La presentación del padre de la otrora senadora UDI, la cual fue patrocinada por el abogado Jorge Echeverría, incluyó también a otros empresarios del rubro, quienes reclamaron que la divulgación de los datos que manejaba  el SAG afectaría su negocio.

La Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones ordenó que se revisara el fallo del Consejo de la Transparencia, el que finalmente fue ratificado por todos sus miembros en la audiencia del 25 de enero de este año 2012 obligando a entregar la ubicación de los cultivos transgénicos, tal como se indicaba tras la demanda interpuesta por María Elena Rozas directora Ejecutiva de la Red de Acción de Plaguicidas.

Cuestionamientos a su hija

Recordemos que cuando Ena Von Baer estaba en La Moneda, fue duramente cuestionada por la senadora Ximena Rincón (DC), señalando que le parecía «inaceptable que un gobierno apoye una ley que beneficia directamente el bolsillo de su vocera».

La parlamentaria, que ahora comparte con Ena Von Baer el hemiciclo del Congreso, solicitó, en su momento, a la Contraloría que indagara si existe un conflicto de interés, y frente a esta petición la Contraloría General de la República decidió no pronunciarse sobre los conflictos de interés de Ena Von Baer con las empresas de semillas transgénicas. La renuncia al cargo de la ex-ministra fue el argumento que esgrimió la Contraloría para no pronunciarse al respecto.

El convenio permite a los ostentores vegetales patentar las semillas, lo que perjudica directamente al pequeño agricultor y a las poblaciones indígenas, que no podrán almacenar semillas, rompiendo así con su cadena productiva y modelo de vida.

«El no pronunciamiento de la Contraloría General de la República, me sorprende, toda vez que el conflicto de interés existió, y existe. Yo espero que la senadora Von Baer se inhabilite cuando tenga que votar el proyecto de ley que tiene que ver con los gestores de semillas. En este sentido yo creo que hay que insistir, conocer la resolución, pero este es un gobierno que está lleno y de manera permanente de conflictos de intereses», señaló en su momento el senador Alejandro Navarro (MAS).

Para Lucía Sepúlveda, especialista en el tema de la Red de Acción en Plaguicidas (RAPAL) esto es parte de una nueva estrategia del mayor productor de alimentos transgénicos del mundo.

«Lo que ellos hacen es típico de lo que hace Monsanto, esto no es sólo una idea de Von Baer y, a mi entender, es una pieza del tablero que maneja Monsanto. Estos son los intereses de Monsanto, que es el principal productor de transgénicos en el mundo que defiende a toda costa el derecho a no tener etiquetado los productos transgénicos y el derecho a mantener el secreto sobre los cultivos y cada vez que los demandan en cualquier país, inician una serie de recursos para dilatar, eso les interesa», señaló Sepúlveda.

Así, los movimientos ciudadanos, ambientalistas, los pequeños agricultores, productores y representantes de los pueblos indígenas seguirán las gestiones con los parlamentarios para evitar que se sigan aprobando las leyes que, según han señalado, permiten entregar a terceros nuestra agricultura y nuestro patrimonio vegetal.

Actualmente, Erik Von Baer es dueño de la semilla de Quínoa, de algunas variedades de trigo y avena, entre otras, que están inscritas por lo menos hasta 2016.

El senador Eugenio Tuma (PPD), al ser consultado por las actividades al respecto de Von Baer, dijo a Cambio21 que «creo que esto tiene que ver con una falta de legislación al respecto. No solamente Erick Von Baer está en el tema de los cultivos transgénicos, también hay empresas y no solamente él está en esa actividad, que es reconocida por el mercado y es preferida por muchos productores. El hecho está en que desde el punto de vista de la conservación y la preservación de nuestro patrimonio genético tiene que ver con la voluntariedad, porque no hay ley que regule este tema».

«Creo que lo que deberíamos hacer incentivar a tener una ley para obligar a conocer dónde están los cultivos pero también cuáles son las normas de preservación que la sociedad va a tener frente a los transgénicos», concluyó el parlamentario.

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