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Homilia completa en PDF.  homilia_te_deum Obispo Iquique Que “el crecimiento del país ha dejado cada vez más en evidencia que tenemos profundas desigualdades;  que... Crisis estudiantil evidencia “un clamor por justicia compartido por casi toda la sociedad”; intolerancia de la clase política y un sistema desigual, en homilia del Obispo de Iquique, Marco Ordenes.

Homilia completa en PDF.  homilia_te_deum Obispo Iquique

Que “el crecimiento del país ha dejado cada vez más en evidencia que tenemos profundas desigualdades;  que los recursos se distribuyen muy injustamente y que nuestros sistemas sociales y políticos, requieren de grandes ajustes si queremos crecer en equidad y calidad para todos”, expreso el obispo de Iquique, Marco Ordenes, durante la homilía, presentada en el Te Deum, de este 19 de septiembre. También abordó el tema del movimiento estudiantil que evidencia intransigencias en el diálogo, pero también, un clamor por justicia comparido por la mayoría de los chileno. Y criticó la poca generosidad de la clase política para abordar los granes temas.

Acorde con los momentos políticos que vive el país, el obispo estructuró su mensaje apostólico, en torno a los temas de la contingencia y teniendo como fondo, siempre, el mensaje cristiano que debe orientar y propender al bien común. Ahondó en temas estructurales, como el sistema social y políico; además de temas coyunturales, como el movimiento estudiantil y tangencialmente se refirió también al aborto, evidenciando la posición de la iglesia católica a favor de la vida.

Reflexión profunda

Con la voz reflexiva y profunda que lo caracteriza, el obispo órdenes avanzó con fuerza en cada uno de los temas.  Reconoce que el país ha resuelto los problemas básico de satisfacción de necesidades, pero que sin embargo, en ese mismo encuadre, se agudizan las desigualdades y distribución del ingreso.  Expresa que “en Chile algo viene ocurriendo, y que está íntimamente unido a los cambios generacionales y culturales, los que van marcando un nuevo modo, no sólo de actuar, sino que de comprender la realidad”.

“Y esto ocurre, cuando como país  intentamos ser una nación que se asoma al desarrollo. De esta forma, los problemas del país, no se encuentran en la lucha por el acceso a las condiciones mínimas para vivir.  Chile, ha logrado satisfacer sus necesidades básicas, pero ahora tiene la urgente necesidad de calidad. Estas nuevas exigencias están en la base de los conflictos en salud, vivienda, educación, trabajo, etc. Y esta calidad, no puede ser sólo para algunos, sino que debe ser para todos. Hay necesidad de equidad. El crecimiento del país ha dejado cada vez más en evidencia que tenemos profundas desigualdades, que los recursos se distribuyen muy injustamente y que nuestros sistemas sociales y políticos, requieren de grandes ajustes si queremos crecer en equidad y calidad para todos.

Intolerancia

A juicio del prelado, el mercado “sin reguladores efectivos ha terminado regulando y cosificando la vida de las personas, y hoy son cada vez más numerosos los indignados por este sistema que se muestra eficiente, pero que termina generando ricos más ricos y pobres más pobres. Una muestra de esta indignación la estamos viviendo en los reclamos de la educación, liderado por jóvenes estudiantes, donde todos podemos ver que hay un hondo clamor por justicia, y que si bien muestra posturas radicales e intransigentes, en las demandas de base, hay un clamor por justicia compartido por casi toda la sociedad”.

En una catedral repleta, con una feligresía que reúnes a autoridades y cristianos, que se unen a orar por la patria, y mientras su voz encontraba eco en cada rincón, el obispo avanzó en su mensaje, evidenciando la falta de diálogo para resolver los conflictos y expresó duras críticas a la clase politica

Los diversos conflictos sociales que vivimos dejan en evidencia nuestras serias deficiencias para escucharnos y generar soluciones justas. La clase política no ha tenido la suficiente generosidad para salir de sus posturas marcadas por defensas de intereses,  no pudiendo aportar con verdaderas soluciones en la tierra del bien común, tal como lo demanda su tarea y compromiso social.
Muchos de los problemas que tiene Chile, y el descrédito de su política, la que es noble por naturaleza, tienen su raíz en los modos de proceder. Por ello, cuando encontramos gestos nobles y libres de todo interés mezquino, la ciudadanía entera los reconoce, tal como lo hemos visto frente a la conmoción que provocó la muerte de los que cayeron en las aguas de la Isla Juan Fernández.

Orar por la Patria

Siendo el Te Deum el momento formal en que el país, se reúne para orar por la Patria, el obispo entrelazó tu mensaje, con el Evenagelio de Marcos, leído durante el servicio religioso y formuló un llamdo para volver a la “recta conciecia”, ya que el bien, no se logra sólo “por la calibración del orden social, sino que ante todo por la rectitud de la consciencia del mismo individuo que debe ejercer este orden”

“Por ello, nuestro problema no radica sólo en las cuestiones de grandes acuerdos políticos y económicos, es más profundo aún. Se requiere de una consciencia iluminada por la sincera búsqueda del bien. De una luz que venza el egoísmo y la violencia. Se requiere de la fuerza de una palabra que venza la mediocridad y la indiferencia”

Para ello es necesario que los ciudadanos  “con urgencia vivan  buscando colocar en todo el principio del bien, la justicia, la equidad y que no se dejen vencer por cuotas de corrupción y populismo; sino que más bien luchen por un instalar un modo de ser, basado en una ética radicada en la honestidad de la consciencia”.

“En la rectitud de la consciencia se funda el diálogo y la defensa de los derechos humanos, que reconocen al débil y lo valoran en su dignidad de ser humano, ya sea como estudiante, trabajador, excluido, migrante y refugiado; como también en el interior del útero materno, independiente de su condición natural, porque toda vida humana tiene dignidad en sí misma y nadie tiene el derecho de invocar la muerte, tal como Caín la impuso sobre Abel”.

 Fotografía, Ricardo Herrera.-

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