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La directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Consuelo Contreras, entregó a Claudio González Urbina el Premio Nacional de DD.HH. 2024. El secretario... Secretario ejecutivo de FASIC Claudio González Urbina recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2024

La directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Consuelo Contreras, entregó a Claudio González Urbina el Premio Nacional de DD.HH. 2024. El secretario ejecutivo de la Fundación de Ayuda Social de Iglesias Cristianas (FASIC) recibió este reconocimiento del Consejo del INDH por su aporte en el ámbito de la verdad, justicia, reparación y acompañamiento a las víctimas de la dictadura. También, por su labor en materia de migración y refugio. En esta oportunidad se promovió a 26 personas para el premio.

Durante su intervención, la directora del INDH indicó que entrega este Premio a una persona que “hizo carne” los requerimientos que demanda actuar como un defensor de los derechos humanos. “Con coraje y en compañía de gente valiente, que refrendó el testimonio de las iglesias protestantes y evangélicas por la vida y la paz en tiempos de crimen y mentira”, detalló.

INSTITUCIONALIDAD DE DD.HH

Contreras indicó que a los temas que preocupan al INDH “se sumó un ataque constante a la institucionalidad de DD.HH. (…) Enfrentamos una querella y una solicitud de remoción porque decidimos hacer el trabajo que nos encomendó la ley. Son tiempos difíciles y de pronóstico incierto (…) En los momentos más duros es fundamental tener ejemplos que nos ayuden a superar los obstáculos. Por cierto, podemos hallar respuesta viendo la impronta de Claudio González Urbina”, indicó.

La directora recordó que el secretario ejecutivo de FASIC buscó “defender derechos en el reducido espacio que dejaba la dictadura, que aplastó las más mínimas garantías del Estado de Derecho. FASIC fue pionera en circunstancias difícil de imaginar para quienes no la vivieron”.

Además, dijo que es el último premio que entrega, porque su mandato como consejera culmina en 2025. “Estamos lejos de lo que añoramos, que no es otra cosa que todas las personas nazcan libres en dignidad y derechos. Para quienes hemos dedicado la vida a la defensa de los DD.HH., las tempestades no nos doblegan. Otros proseguirán esta tarea dura, pero satisfactoria cuando se logra algún avance. Estamos ciertos que lo harán como nosotros, no buscando ser amables con el poder, sino poniendo a la cabeza de sus prioridades la búsqueda de condiciones que permitan a las personas hacer sus vidas un poco más justas y dignas”.

Contreras concluyó entregando un diploma a Claudio González que lo acredita como Premio Nacional y también agradeciéndole “a nombre de todos quienes habitamos esta larga faja de tierra por todo el trabajo incansable y valiente que ha realizado durante su vida por la protección de los derechos humanos. Eso lo ha llevado adelante con convicción, con compromiso y coraje. Me siento honrada de hacerle entrega de este premio”, indicó.

GANADOR DEL PREMIO: SEMBLANZAS

Claudio González formó parte del Consejo del INDH entre 2010 y 2016, que marcó el nacimiento del Instituto. Fue una de las cuatro personas elegidos por el Registro de Organizaciones de la Sociedad Civil del INDH. Nació en Concepción el 14 de octubre de 1936 y estudió en el Instituto Nacional. En 1960 comenzó a trabajar en la Fundación Mi Casa.

A partir de 1973, poco después del golpe, trabajó en el Comité Nacional de Ayuda a los Refugiados (CONAR). Esta fue una de las primeras instancias de las iglesias cristianas para proteger a personas perseguidas por la dictadura. González se sumó al equipo liderado por el obispo luterano Helmut Frenz.

Luego, en 1975 se convirtió en secretario ejecutivo la FASIC, cuya primera tarea fue trabajar por las personas que merced al Decreto 504 de la dictadura pudieron conmutar penas dictadas por tribunales militares por extrañamiento. En los años siguientes, su capacidad articuladora se extendió a otros ámbitos del acompañamiento de las víctimas.

Durante la década de los 80 recorrió Chile conociendo la situación de las personas relegadas. También viajó fuera del país buscando lugares de acogida para quienes sufrían el exilio, abriendo la ruta de la solidaridad internacional.

DESDE 1990

Recuperada la democracia, su labor se extendió a nuevos ámbitos. FASIC se transformó en la organización que apoyó a organizaciones de DD.HH. una vez que cerró la Vicaría de la Solidaridad. Esta labor se replicó también como querellante en las causas por crímenes perpetrados por agentes de la dictadura.

El trabajo que realizó profundizando los lazos entre las iglesias cristianas le permitió ayudar a la generación de nuevas instancias destinadas a dar cuenta de las demandas por derechos vulnerados. Es así como la labor con personas migrantes y refugiadas es una de sus prioridades, creando programas en su apoyo en Arica, Iquique, Antofagasta y Santiago.

Actualmente, lidera el sitio de Memoria FASIC. En 2003 el archivo de la Fundación, así como su centro documentación recibieron el reconocimiento de la UNESCO como parte del programa de Memoria del Mundo y Patrimonio de la Humanidad.

PALBRAS DEL NUEVO PREMIO NACIONAL

Luego de recibir el Premio Nacional, Claudio González recordó que en FASIC “comenzamos seis personas. Arrendamos una casa e iniciamos la tarea de atender a los familiares de presos (…) Nuestro compromiso era acompañar, estar junto a las personas perseguidas, a las víctimas y su entorno. Y eso nos fue llevando a conocer demasiadas situaciones humanas de dolor y persecución que nos comprometió en acciones para resguardar la vida de quienes estaban en peligro”, indicó.

González añadió que “en estos años me ha correspondido un lugar más en esta tarea de compromiso por la verdad y la justicia para que en nuestra sociedad sea realidad la vigencia de los DD.HH. No he estado solo ni como un trabajador más o en el cargo de la secretaría ejecutiva de FASIC. Recuerdo momentos tormentosos en la vida de FASIC en que recibimos el respaldo de casi todos los organismos de DD.HH.”, señaló.

Recordando su período en el consejo del INDH indicó que “me correspondió participar los primeros seis años (…) Su misión (del INDH) es clara en la promoción y defensa de los derechos, por lo que será siempre una molestia para quienes están en situaciones de no respetar a las personas o hacen mal uso de poder social, económico o político. Por eso en su vida el Instituto ha sufrido ataques y los seguirá recibiendo mientras sea fiel a su mandato. Podrán plantearse adecuaciones para mejorarlo (…), pero su esencia, su compromiso independiente y autónomo por los DD.HH., no puede cambiarse”.

UNA HISTORIA PARA CONSTRUIR

La ceremonia contó con la participación de los intérpretes Francisco Villa e Ismael Oddó. Durante su desarrollo se presentó “Una historia para construir”. Esta es una iniciativa del INDH y el creador Angello García, que permitió la elaboración de un material didáctico para que niñas y niños puedan armar en papel modelos inspirados en los premios nacionales de DD.HH.

De este modo se confeccionaron figuras de Viviana Díaz (premiada en 2011), María Soledad Cisternas (2014), José Aldunate s.j. (2016), Fabiola Letelier (2018), Roberto Garretón (2020), Elizabeth Andrade (2022) y el recién reconocido Claudio González. Las figuras contienen información sobre la vida de los ganadores, que permite relevar valores como la solidaridad, valentía, empatía y todos aquellos que inspiran a los premios nacionales.

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