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Julio Cámara Cortés, ex CORE y ex Consejero de la Cultura.- Debemos asumir y reconocer que el próximo Centenario de la matanza de Coruña,... Todas las memorias

Julio Cámara Cortés, ex CORE y ex Consejero de la Cultura.-

Debemos asumir y reconocer que el próximo Centenario de la matanza de Coruña, constituye una privilegiada oportunidad para visibilizar con fuerza y honrar dignamente la memoria y protagonismo de los hombres y mujeres de la pampa.

Pero, debemos proponernos, de manera inédita, ir más allá de la conmemoración de Coruña, y hacer propicia dicha privilegiada oportunidad para hacerla extensiva respecto de muchos otros sucesos represivos que han cruzado la historia de las luchas sociales y políticas en Chile, transformando, entonces, el Centenario de 2025, en un espacio para visibilizar, reconocer y honrar “Todas las memorias”.

Se trata también de reconocer y honrar esta memoria y sus heroicos protagonistas, hombres y mujeres, no como una tendencia pasiva a “mirar el pasado”, sino como una fuerza inspiradora que debiera impulsar con más bríos las luchas y demandas del presente para trabajar unidos por un Chile mejor. Contamos para ello con un valioso legado de organización, de unidad y lucha reivindicativa, de esfuerzo y generosidad, que debemos como sociedad reconocer, preservar y difundir a las nuevas generaciones de chilenos/as.

Legado que también incluye, y de manera relevante, el tremendo aporte de diversas expresiones artísticas y culturales, que germinaron también en el contexto de la vida laboral y social en las oficinas y campamentos de la pampa. El arte, en todas sus expresiones, ha sido también históricamente, trinchera, voz y compromiso que ha acompañado y visibilizado las luchas y demandas de los asalariados, y sectores sociales más vulnerables y postergados del país.

El arte como fuerza social liberadora, ha recreado desde su propio compromiso, lenguaje y formas que les son inherentes, los acontecimientos más impactantes de las luchas sociales, y sus protagonistas y creadores, hombres y mujeres, han sufrido también los dolorosos costos de la represión, cuando las mayorías del país se han movilizado por mejores condiciones de vida.

Del encuentro ARTE Y MEMORIA, realizado el pasado jueves 27, y de las diversas opiniones expuestas por los participantes en el Conversatorio, rescato a mi juicio, una interesante conclusión, que puede orientar el trabajo hacia adelante, y es interpelar al Estado, principal responsable de los sucesos represivos contra los asalariados de Chile.

Es la acción del Estado, a través de sus instituciones e instrumentos, el autor de perpetrar estas acciones represivas que costaron miles de vidas, de hombres y mujeres de la pampa, es quien tiene el deber de reconocer y asumir estos trágicos episodios, impulsando acciones desde la institucionalidad que contribuyan a su pleno conocimiento por parte de la sociedad chilena, y en el contexto del próximo Centenario, debe generar las condiciones y apoyos materiales, en este caso hacia el ámbito del arte y la cultura, para que dicha conmemoración alcance el realce y la cobertura que ella amerita, y honrar dignamente la memoria de quienes sufrieron las injustas y dolorosas consecuencias de pretender una mejor calidad de vida.

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