Pedro Oróstica Codoceo.-
Es un hecho que nuestro país cedió frente a los avances de la infraestructura y logística portuaria internacional peruana. Este próximo 2025 se cumplen 20 años, que el expresidente Alan García, QEPD, anunció al mundo lo que hoy es una realidad: los puertos peruanos consolidados como HUB, para todo el Pacífico sudamericano. Y en Chile extrañamente, aún no hay claridad, ni voluntad, para superar esta consumada desventaja geopolítica y comercial. Cuestión que ha de sentirse al mediano y largo plazo.
En este sentido y hace unos días, Diego Galindo, vicepresidente de la Asociación Marítima del Perú (ASMARPE) que agrupa a las empresas navieras que operan en ese país, “explicó las expectativas y planes de este gremio, a raíz de la modernización de la infraestructura portuaria peruana”, dada la inminente entrada en operaciones del puerto de Chancay para noviembre del presente año.
De tal modo que, esas empresas “han previsto la aplicación de un nuevo modelo de transporte marítimo desde Asia a Sudamérica denominado hub and spoke. En este caso, un modo de distribución de productos y mercaderías centrados en los puertos de El Callao y Chancay. En consecuencia, el vicepresidente de ASMARPE dijo que los buques de esas empresas que vengan de Asia “dejarían de utilizar la ruta actual a Perú”; esto es, México en primer lugar, luego recaladas en puertos de Colombia, Ecuador, y de ahí a Perú y finalmente a Chile. En esta ruta se emplean buques de 10.000 y 12.000 contenedores, TEUs de 20 pies.
De ahí que este periplo será reemplazado por nueva ruta directa desde Asia a los puertos peruanos de Chancay y Callao, con buques que trasladan 18.000 TEUs y más. Esto significa que las cargas de importaciones y exportaciones chilenas, a futuro, quedarán supeditadas a las condiciones marítimas portuarias de estos puertos peruanos. Cuestión no muy comprensible a la hora de analizar algunas variables geopolíticas relacionadas a la seguridad económica de Chile en este ámbito.
Y es acá que surge el puerto de Iquique, como el puerto en el norte que requiere Chile, para atender buques sobre los 18.000 TEUs. Y que entre otras fortalezas presenta:
1. Aguas profundas naturales.
2. Zona Franca con medio siglo de experiencia.
3.- Conexiones integrales a las rutas bioceánicas que integran a Brasil, Paraguay, Argentina, Bolivia y Chile.
4.- 540 hectáreas en áreas de respaldo.
5.- Factibilidad real de espacio urbano para construir avenidas y ferrovías para acceder al puerto.
6.-Aeropuerto internacional de envergadura.
7.- Modestos costos de inversión para dragado y extensión de sitio de atraque.
Esperemos que las locuciones sobre la importancia de la descentralización para el país, tenga sustento para las regiones que buscan que Chile se desarrolle transversalmente.