Edición Cero

Esmeralda Contreras, Presidenta de la CUT Tarapacá.-  138 años se cumplen hoy del movimiento obrero que logró las 8 horas diarias de jornada laboral.... Pensiones dignas, mejor distribución de la riqueza y un mejor sistema de salud.

Esmeralda Contreras, Presidenta de la CUT Tarapacá.- 

138 años se cumplen hoy del movimiento obrero que logró las 8 horas diarias de jornada laboral. No fue nada fácil, los dirigentes sindicales pagaron con su vida tal afrenta al empresariado.

Hoy, los trabajadores y trabajadoras de Chile saludamos la ley 21.561 de las 40 hrs. que este 26 de abril entrara en vigor y que reduce gradualmente la jornada laboral concretándose la primera reducción obligatoria de la jornada de trabajo de 45 a 44 horas semanales y cuya implementación no puede significar una reducción de las remuneraciones. Ley largamente esperada y que ingresara en el parlamento en el año 2017 la entonces Diputada Camila Vallejos y hoy ministra de la Secretaria General de Gobierno del Presidente Gabriel Boric, junto a la parlamentaria Karol Cariola hoy presidenta de la Cámara de Diputados.  Vaya para ellas nuestro reconocimiento.

Y vaya para los empresarios nuestro repudio, para aquellos empresarios que se les ocurrió la miserable idea de aumentar la hora de colación en 12 minutos con el afán de impedir la salida a sus trabajadores y trabajadoras una hora más temprano de su jornada laboral.

También nuestro repudio para la bancada de los parlamentarios de la derecha que gracias a todas las trabas que impusieron a la ley no se pudo implementar de inmediato la rebaja de 45 a 40 horas y tenemos la gradualidad y la flexibilidad que fueron hechas por ellos para favorecer a los patrones.

Hoy vemos que las trincheras ideológicas no están en los trabajadores o el gobierno, sino que en el empresariado y la derecha.

Insistimos que aún está pendiente extender la ley de las 40 horas a las y los funcionarios públicos para así poder todos gozar de los mismos derechos y en igualdad de condiciones.

Hace un año atrás, y desde esta misma tribuna, mencionamos la importancia de una reforma tributaria que contemple el impuesto a los súper ricos para invertir esos dineros en cubrir las necesidades en políticas públicas que vayan en directo beneficio del pueblo. Reforma tributaria que fue presentada ante el congreso y fue rechazada por toda la bancada de la derecha en su afán de proteger a los grandes empresarios dueños del país y con esto perjudicaron a las y los jubilados impidiendo el aumento de las pensiones, impidiendo también aumentar los recursos para mejorar la seguridad en las calles de nuestro país.

La aprobación de la reforma podría significar un aumento de la PGU (Pensión Garantizada Universal), la reducción de las listas de espera en los centros de salud o la creación de un sistema de cuidados, entre otras cosas perjudicando a millones de chilenos y chilenas que quieren y han luchado por pensiones dignas, mejor distribución de la riqueza, un sistema de salud que los proteja, un país más justo.

Es lamentable que, por un afán político partidista, no se piense en las necesidades del pueblo, sino que sólo en perjudicar al oponente a costa de todo. Estas acciones repudiables sólo dejan de manifiesto el egoísmo, la falta de empatía, la poca solidaridad y el cinismo extremo de la derecha fascista.

Debido a esto es que el 11 de abril la Central Unitaria de Trabajadores, a lo largo de todo el país, convocamos a un paro nacional activo. No se equivoquen señores de la derecha y no pretendan tergiversar este llamado a paro por nuestra CUT porque este paro fue precisamente  en contra de las conductas detestables de toda la bancada de la derecha presente en el congreso…  que han impedido avances tan significativos para los trabajadores y trabajadoras como lo es también la reforma a las pensiones cuyo principal objetivo es aumentar las pensiones para los actuales y futuros jubilados, con especial énfasis en la mujeres.

Desde las movilizaciones de octubre de 2019 se ha buscado deslegitimar la articulación y movilización social como expresión del descontento por la falta de avance de las reformas que el pueblo de Chile por décadas ha demandado para generar mejores condiciones de vida. Hasta ahora hemos visto cómo la derecha y los grupos empresariales se empeñan en la profundización de la crisis política, social y económica con el objetivo de entrampar el proceso de reformas que Chile demanda y necesita.

Hemos visto que, a partir de las experiencias y derroteros de los procesos constitucionales que se han vivido en los últimos dos años, la política se ha expresado a través de un actuar sectario, elitista y conservador. Lo que se manifiesta en el chantaje y obstrucción permanente de la derecha política y empresarial,  un Gobierno que cede permanentemente, un parlamento atrapado en un empate y en una lógica de “espectáculo televisivo” y electoralista; hechos que profundizan la brecha entre la política y la gente. Nuevamente, el costo de todo esto lo pagan las y los trabajadores, las pymes y los más necesitados del país.

Lo más importante para las trabajadoras y trabajadores es tener un salario que alcance para llegar al final del mes. Llevamos años hablando de un salario mínimo, del salario ético y por sobre la línea de pobreza, pero la brecha entre la definición y la implementación tarda casi 10 años.

Hemos avanzado en estos dos últimos años, no cabe duda. Pero hoy, un salario por sobre la línea de la pobreza está en $630.000 líquidos.

Demandamos al Gobierno abrir este primer semestre una mesa que cambie el paradigma, es tiempo de que el país en materia salarial pase de lo mínimo a lo suficiente. Abordar la discusión de un sueldo vital antes del fin de este gobierno, estableciendo mecanismos para que este no se deteriore en el tiempo, que crezca al mismo nivel del alza del costo de la vida y terminar con la brecha salarial entre hombres y mujeres.

Los grandes empresarios tienen que contribuir al desarrollo del país. Nosotros como trabajadores también, pero cuando las empresas crecen, también tienen que crecer los trabajadores y las trabajadoras. La distribución justa de la riqueza debe ser el principio fundamental en toda empresa.

La Negociación Colectiva es un mecanismo de distribución de la riqueza, demandamos al Gobierno enviar a la brevedad un proyecto de Ley que la fortalezca en los marcos de las recomendaciones internacionales. Fortalecer la negociación colectiva implica ampliar los espacios de negociación, dando paso a la negociación ramal, dando paso a la negociación obligatoria para Confederaciones y Federaciones. Incorporar en esa propuesta la eliminación del despido por necesidad de la empresa, asegurar la indemnización por años de servicio a todo evento y por los años trabajados y las consideraciones de género en los lugares de trabajo.

Con respecto al área de la salud, demandamos la conformación de una mesa que involucre a todos los actores del sector y que permita establecer prioridades y definir contenidos para una reforma al sistema, terminando con el salvataje a las ISAPRES y concretando el compromiso de gobierno de un fondo único de salud que asegure financiamiento universal y un cambio de paradigma en el sistema. Establecer un Plan Nacional para dar respuesta a la lista de espera y a la crisis de Salud mental con participación de las organizaciones del ámbito de la salud, fortalecer la Atención Primaria y el per cápita, terminar con la persecución de las licencias médicas, las y los trabajadores tenemos derecho a enfermarnos. Dar cumplimiento a los compromisos de reparación y reconocimiento a las y los funcionarios, entregando mejores condiciones laborales que consideren un mejor salario, una real carrera funcionaria, reconocimiento al estamento técnico y un incentivo al retiro permanente.

Con respecto al proyecto de ley de sala cuna universal, si bien es cierto el proyecto busca ampliar el acceso al cuidado infantil su enfoque laboral y la centralización de datos en el registro nacional de cuidadores desvaloriza la labor educativa que prestan las educadoras de párvulos en los jardines infantiles de JUNJI, INTEGRA y VTF que son las legítimas instituciones educativas pertenecientes al estado y con reconocimiento del Ministerio de Educación.

Este proyecto más bien es un proyecto de ley laboral por lo tanto el principal escenario son las cuidadoras dejando de lado la preocupación por la educación.  El gobierno debe poner énfasis en fortalecer las instituciones de educación parvularia, inyectar más recursos para que los párvulos reciban educación de calidad, disminuir los coeficientes técnicos, construir más jardines infantiles y salas cunas para cubrir la necesidad de las mujeres trabajadoras con respecto al cuidado de sus hijos e hijas, pero no debe ser precarizando la educación inicial, sino más bien capacitando, creando más fuente laboral, fortaleciendo y garantizando el cuidado integral de los lactantes.

Saludamos la ley de conciliación familiar, ley 21.645 que modifica el Código del Trabajo y regula un régimen de trabajo a distancia y teletrabajo para todos los trabajadores y trabajadoras que tengan a su cuidado menores de 14 años, a una persona con discapacidad o en situación de dependencia severa o moderada.

Del mismo modo saludamos la Ley N°21.643 o conocida como Ley Karin denominada así en honor a Karin Salgado, quien en 2019 se quitó la vida, tras sufrir acoso laboral en su lugar de trabajo, ley que garantiza protección y prevención igualitaria ante casos de acoso en el ámbito laboral y que comenzará a regir en agosto de este año aplicándose tanto en el sector público como en el privado.

Queda demostrado que cuando hay voluntad política se puede avanzar en la defensa de las y los trabajadores logrando con esto el trabajo decente que merecemos todos y todas quienes hacemos crecer a nuestro país.

Pero cuidado, el papel aguanta mucho y las leyes suenan muy bonitas en el discurso pero en la práctica no vemos reflejado el espíritu de la ley.

Cuando a diario recibimos en nuestra CUT a trabajadoras y trabajadores que denuncian persecución, malos tratos, cláusulas abusivas en los contratos que permiten precarizar el trabajo, tanto del sector privado como del sector público. Y es aún más grave cuando esa precarización viene de parte del estado. Porque el estado está obligado a ser ejemplo de rectitud, ejemplo de respeto por las leyes laborales, ejemplo de entregar sueldos dignos y las mejores condiciones de trabajo, el respeto que se merece cada persona que presta sus servicios en beneficio de la comunidad. Porque si el estado no da el ancho, qué podemos exigir al privado?. El gobierno no debe borrar con el codo lo que escribió con la mano.

Compañeras y compañeros, en este 1 de mayo reciban el saludo de nuestra Central Unitaria de Trabajadores de la que todos y todas somos parte importante, somos los principales agentes de cambio, les insto a seguir en la senda de la lucha por más y mejores derechos, por mejores oportunidades y en igualdad de condiciones. En un país más solidario, más justo, más inclusivo y más fraterno. A trabajar en unidad, porque sólo la unidad nos hace invencibles.

¡Vivan las y los trabajadores de Chile!

¡Arriba las y los que luchan!

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