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Valor de las rutas bioceánicas para Tarapacá. Pedro Oróstica Codoceo.-  Este seis de diciembre se han cumplido tres décadas de su  funcionamiento desde que... A 30 años de apertura del  Paso de Jama

Valor de las rutas bioceánicas para Tarapacá.

Pedro Oróstica Codoceo.- 

Este seis de diciembre se han cumplido tres décadas de su  funcionamiento desde que se reconociera  como paso fronterizo oficial. Sin duda que el Paso de Jama –  que une por carretera a través de la cordillera de los Andes a Chile y Argentina – ha significado uno de los eventos integrativos más relevantes para  ambos países,  especialmente entre el noroeste argentino y el norte grande chileno. Hoy juega un rol fundamental para los objetivos de Brasil y Paraguay de alcanzar los puertos del  Pacífico, esto en perspectiva de los mercados asiáticos. La crónica que hoy relatamos  acerca de Jama  lo hacemos  desde la visión de la región de Tarapacá en general y de   Iquique en particular.  Esto, dado lo crucial de la gestión de la Municipalidad de Iquique en este preponderante hecho internacional. Arrancamos con el relato.

Iquique aislado del mundo

Avanzando la década del 90’ y ya muy cerca el siglo XXI,  esta capital regional era mantenida en un precario aislamiento. La única ruta existente para llegar a la ciudad era la denominada carretera Panamericana, hoy Ruta A-5. Y para llegar a Iquique, solo existía el Zig – Zag, hoy  alternativa para alcanzar la A-16, bajando de la comuna de Alto Hospicio. No existía ruta costera para llegar a Antofagasta. Para viajar a Santiago por tierra  era una proeza que podía durar  días. Ni hablar de la posibilidad de comunicarse con otras ciudades, especialmente de Bolivia, Argentina, Paraguay o Brasil.

Esta desfavorable realidad, venía siendo   explicitada y explicada desde el municipio local desde la década del 60’ del siglo XX.  Años en los cuales se retoman las anteriores  iniciativas de la construcción de la  carretera que uniera  Iquique – Oruro, pero que solo  fueron gestionadas  hasta el año 1973 y  retomadas a partir del año 1992, luego del retorno a la democracia en el país. Incluso hasta  ese momento – como se señala -tampoco se contaba con la ruta costera Iquique – Tocopilla. Fue la gestión municipal y comunitaria,  la cual  junto a pioneros tocopillanos y a través de trabajo voluntario, que se aunaron  voluntades para que finalmente autoridades regionales y centrales asintieran en su construcción final.

Primer Encuentro de Alcaldes del Cono Central Sudamericano 

Ese era el  confinamiento  territorial que presentaba la región de Tarapacá, en general, y   la comuna de Iquique en particular; hasta ese momento. Fue por cuanto que,  y de retorno a la democracia, que  en julio de 1993, Jorge Soria Quiroga alcalde de la época,  convoca al “Primer Encuentro de Alcaldes, Concejales, Prefectos e Intendentes de Sudamérica”, el cual fue llevado a efecto, con gran concurrencia de autoridades de esta Subregión.

Fue en este Primer Encuentro,  que  los participantes  acordaron  solicitar a sus  gobiernos centrales,   finiquitar  tramos rodoviarios faltantes en sus respectivos países, a objeto de concluir   carreteras y así  lograr integrarse de océano a océano. Ello, “convocados por el  desafío conjunto de avanzar hacia el desarrollo integral y sustentable de sus regiones, a través de la materialización de la integración física vial.”

En la oportunidad, más de 600 autoridades sudamericanas de territorios locales y regionales del Cono Central Sudamericano,  se dieron cita  en Iquique entre los días 29 al 31 del mes de julio  de 1993. En esa década se realizarían, además,  otros cuatro Encuentros de Alcaldes: en 1994, 1995, 1997 y 1999.  Esto rendiría  sus frutos al futuro que es el presente de hoy.

Es así que leemos en el Acta  Final de este Primer Encuentro: “Dentro del proceso de hermandad de los países de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú, y Uruguay, los Intendentes, Gobernadores, Alcaldes y Concejales, convocados por la Comisión Sudamericana de Paz, el Programa Naciones Unidas para el Desarrollo  y por la Ilustre Municipalidad,  acuerdan solicitar a los respectivos presidentes de cada uno de los países involucrados que, en forma urgente e impostergable, se realicen las inversiones públicas y privadas para la materialización de las carreteras que consolidan dos Corredores Bioceánicos Pacífico – Atlántico,  en el Cono Central de Sudamérica.»

Corredor Bioceánico Sur o Carretera N°2

A partir  de ese momento, en los diferentes territorios nacionales de estos países, se abocan a las gestiones comprometidas en el Acta de Iquique, establecida en este Primer Encuentro. No obstante y desde algunos años antes, en la consecución de desarrollar la capital regional como centro turístico y contar con nuevos afluentes que ayudarían a la integración como herramienta de desarrollo,  el alcalde Jorge Soria Q. -.de acuerdo a Diario El Pampino del 23/01/1990 –  señalaba que, “conjuntamente con la carretera a Oruro, se comenzaba paralelamente a construir la ruta costera Iquique y Tocopilla.”

De este modo “ambos pueblos buscan integrarse por la costa, constituyendo con esta segunda ruta, el eslabón que uniría a Iquique con Tocopilla y Antofagasta  y de allí se llegaría a Calama para salir hacia Salta, Argentina,  siguiendo a Asunción, Paraguay,  para terminar en Porto Alegre y Paranaguá, Brasil. Con esto nuevamente uniremos  el Atlántico con el Pacífico, integrando físicamente a estos países. A ésta la denominaremos Carretera N° 2 en el Cono Central de Sudamérica.” Recordemos que en ese momento también proyectada desde el Municipio, la Carretera N° 1,  desde Iquique hacia Oruro, atravesando Bolivia y llegando a Santos en Brasil.  Y que hoy está constituido en  el Corredor Bioceánico Norte.

Por cuanto también era necesario gestionar esa Carretera N° 2, pero esta  se encontraba íntegramente en territorio de la región de Antofagasta,  además que estas acciones  son resorte de gobiernos regionales y gobierno central. Fue por cuanto y dado que, en ese Primer Encuentro  la Secretaría de Coordinación fue encargada a la I. Municipalidad de Iquique, es que desde ésta, se intercede frente al gobierno regional de Tarapacá a objeto de apoyar con recursos del FNDR destinados al municipio, la construcción del tramo carretero San Pedro de Atacama – Paso de Jama. Y esto fue llevado a efecto por   dos años consecutivos.

 Convenio de Programación  Tarapacá – Antofagasta

Fue así como el municipio local, se involucra  directamente  en esta inédita gestión. Esto con el fin de abrir  rutas para la llegada a Iquique tanto de afluencia turística argentina como nuevos compradores para su Zona Franca, como fue el caso paraguayo.  Y para ello, como se ha dicho, ofreció los recursos que  recibía anualmente del FNDR, para ser empleados en el avance en  territorio chileno del  trayecto San Pedro de Atacama y Paso de Jama. Por su parte, los argentinos desde Jujuy continuaban también avanzando hacia la frontera integrativa con Chile.

Hoy en esta crónica, a modo de demostrar lo expuesto nos referimos “al convenio de programación  suscrito en la ciudad de Santiago  el 12 de diciembre de 1995, entre los Gobiernos Regionales de Tarapacá y Antofagasta  y el Ministerio de Obras Públicas, para la ejecución en una plazo de cuatro años del programa Mejoramiento de la Ruta 27-CH Sector San Pedro de Atacama – Paso de Jama, II Región.”  Así podemos leer en el Decreto 300: “Las inversiones se financiarán  en un 11% por el Gobierno Regional de Tarapacá, en un 25% por el Gobierno Regional de Antofagasta y en un 64% por el Ministerio de Obras Públicas…”

Ha de quedar explicitado, entonces,  que esas platas de Tarapacá, eran   las destinadas para el quehacer de la Municipalidad de Iquique, la cual las cede por dos años consecutivos a objeto de lo que hemos venido señalando: abrir nuevas rutas y posibilidades de desarrollo para esta capital regional.  La visión de la autoridad comunal fue de gran lucidez como puede reconocerse hoy.

Conclusión 

Son estos 30 años de la apertura del Paso de Jama, lo que ha permitido elaborar esta crónica regional, donde se coloca de relevancia el visionario quehacer de la I. Municipalidad de Iquique y su estrecha y estratégica relación con los Corredores Bioceánico. Es  esta ruta,  la que finalmente permitió – al día de hoy – la importante afluencia de turistas argentinos, inexistentes con anterioridad.  Como así mismo,  que Paraguay llegase a constituirse en la segunda potencia compradora en Zona Franca de Iquique. No cabe duda ya, de su gran relevancia  para la economía de Iquique en particular  y Tarapacá, en general.  Y también, la imperiosa necesidad programática de impulsar estas iniciativas desde el Gobierno Regional, toda vez que ya ha sido  declarado para su Estrategia de Desarrollo.

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