Convencional Alejandra Flores: “En dictadura fui presa política y liberada sin cargos. No es posible que esto ocurra en democracia”

Conociendo muy de cerca la realidad de los presos políticos, por haber sido ella misma apresada por dos meses durante la dictadura, -proceso que duró seis años-, la Constituyente por el Distrito 2 de Tarapacá, Alejandra Flores, argumentó en sala, que “es necesario y pertinente un pronunciamiento de esta Convención sobre el tema”.

Alejandra Flores intervino durante el mediodía de hoy jueves 8 de julio, durante la tercera sesión, en el contexto del debate de cómo la Convención aborda o no, el tema de los presos de la revuelta. La postura de tener un pronunciamiento es mayoritaria.

Sobre el tema, dijo la representante del distrito 2: “Se han ensañado con estos jóvenes que se han debido  sufrir prisión preventiva prolongada, la que está operando como una condena penal de facto, sin serlo, vulnerando con ello sus derechos fundamentales”.

Le parece que “ha sido desproporcionada la prisión preventiva”, por lo que afirma que “es necesario y pertinente un pronunciamiento de esta Convención sobre el tema”, complementando que es un imperativo ético hacerlo, recordando que la Convención es posible, gracias a las luchas sociales que se dieron en todo el país”

EXPRISIONERA

Alejandra Flores  recordó en su intervención, que siendo una estudiante universitaria en Arica “fui detenida y acusada por la dictadura pinochetista”, siendo sacada desde el interior de la Universidad de Tarapacá, donde estudiaba.

“Después de meses de prisión y de ser acusada  por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado, fui liberada sin cargos, porque no los había”, señaló, haciendo un parangón con lo que viven hoy los presos de la revuelta.

“Es impresentable que esta situación vivida en dictadura, se de en tiempos de democracia, con encarcelamiento de las personas que luchan por cambios sociales y políticos y que no tienen un debido proceso”.

COMPAÑERA ASESINADA

El día que asumió en la Convención, Alejandra Flores portaba una foto, muy cerca de su corazón, con el rostro de su gran amiga Marisol Vera Linares quien, siendo estudiante universitaria como ella, asesinada en el contexto de una protesta en Santiago, mientras caminaba junto a su hermana cuando recibió el impacto que le quitó la vida.

Los hechos ocurrieron en septiembre de 1985 en el marco de una protesta nacional.