Escándalo Penta-UDI: Sepa cómo fueron las repartijas de las millonarias sumas

Cambio 21/ Por Mario López Moya.- Los nombres de Pablo Longueira, Jovino Novoa, Ernesto Silva y de otros altos personeros UDI salieron al baile de los millonarios aportes a la UDI hechos por las empresas del Grupo Penta, que antes habían involucrado a Laurence Golborne, Ena von Baer, Pablo Zalaquett e Iván Moreira. Los detalles de la oscura operación llegaron a la Fiscalía en una grabación que entregó Hugo Bravo.

no se trata de nombres cualquiera, sino que nada menos del ex presidencialista UDI Pablo Longueira. En la grabación aparecen los dichos de Hugo Bravo, quien asegura que su abogado (Alfredo Alcaíno) lo habría dejado «botado»: «Esa vez que me pidió saber en qué había gastado cada peso de los cheques que giré. Seguramente (Oscar) Buzeta (gerente de Administración y Finanzas del Holding) le dijo: ‘cobró $ 200 o 300 millones y repartió un bono de $ 60 (millones), le faltan $ 240 (millones), se quedó con ellos’. Mal pensado», reclama Bravo.

Y acto seguido involucra al ex candidato presidencial: «Se le olvidó que le pagué $ 100 millones a Pablo Longueira (…) En efectivo fue a Pablo Longueira, antes y después, deben haber sido $ 140 o $ 150 millones. Que los millones los cobraba en efectivo y los sacaba del Banco Penta. Ningún otro banco me entrega $ 50 millones (en billetes) sin preguntar», confesó. No se aclara en la grabación si esos dineros fueron parte de la defraudación respaldada con boletas truchas, de esas que la Ley considera falsas ideológicamente, por no haberse realizado los millonarios trabajos de que dan cuenta y tampoco por la persona o empresa que dice haberlos hecho.

No puede pasar por alto en la confesión de Bravo, el que se haya utilizado el banco Penta para operar el fraude a la Ley Electoral y la defraudación tributaria. La Superintendencia de Bancos debiera intervenir, con el solo mérito de ese diálogo entre un director de la entidad, Hugo Bravo (hasta ese momento) y otro (Carlos Lavín), quien es además uno de sus dueños y operadores. Está en juego la fe pública, bien jurídico protegido de alta trascendencia para la estabilidad del país.

Procedimiento maldito

Entre las cosas que quedan claras en el audio, el que ya comenzó a difundirse, era el procedimiento ilegal empleado. «¿A Golborne contra qué se le pagó?», interrogó Carlos Lavín a Hugo Bravo, quien le aseguró que «A Golborne, desgraciadamente, contra boletas», reconoce. El pago se realizó a una «sociedad de él, (que está) afuera (del país). Y se le pagó antes y después, como $ 400 millones». Como se recordará, fueron justamente los negocios en paraísos tributarios que mantenía Golborne los que le costaron, entre otras razones su carrera presidencial.

A «Ena von Baer, se le pagó cuando era precandidata acá, cuando era candidata acá y después en el sur (…) Esas (platas) fueron contra boletas de terceros. Y yo creo que tiene que haber alguna boleta de Jovino Novoa metida». Y siguen los nombres: «(Giré) cheques míos a (Iván) Moreira. (…) Y Zalaquett, que nos pidió en efectivo, que nos pidió (Carmen) ‘Coca’ de Castro. No me acuerdo de los otros candidatos. Algo le pasó el ‘choclo’ (Délano) a Ernesto Silva, en efectivo». Y queda claro que no son legales, pues diferencia los «$ 32 o $ 33 millones en donación directa al Registro Electoral, el máximo a la UDI y el máximo a la Evelyn (Matthei) en segunda vuelta».

«¿Qué hacemos?»

La desesperación consume a los participantes del diálogo, cuyo contenido fuera declarado admisible por el 4° Juzgado de garantía, al sobreseer la causa por grabación ilegal intentada más tarde por Carlos Lavín en contra de Hugo Bravo, al enterarse que con su teléfono captó la conversación. También lo aceptó como prueba el Juzgado del Trabajo que conoce la causa laboral de Bravo en contra de Penta III una de las empresas del Holding.

El diálogo entre los dos involucrados en el fraude, gira en torno a la «arista política» del caso FUT el que ya se encontraba con una investigación en pleno desarrollo. Se percibe a un Bravo angustiado; «Me están amenazando con cárcel si no declaro, me van a procesar». Por su lado, Lavín con más cancha instruye qué debe hacer y de qué cuidarse: «Las instrucciones que me dieron son estas: haz cuenta que todos tus teléfonos están intervenidos. Habla lo indispensable, y si quieres mandar un recado positivo, mándalo. Pero no se te ocurra hablar algo que te vaya a comprometer. Entonces, todos están así», reconoció.

El propio Carlos Lavín analiza lo que podría suceder: «La más benigna es que gires un cheque a Impuestos Internos y se acabó. La segunda es que se suspenda la causa, con lo cual igual giras el cheque y la causa queda suspendida como por tres años y dices que eres sospechoso (…) pero quedas sin pena. La tercera es una pena de menos de 541 días con sentencia remitida, o sea, sin cárcel. Y la cuarta es la peor de todas y te metan adentro (en la cárcel)». De seguro ya está enterado Lavín que esos escenarios cambiaron, pues hoy la cárcel es el futuro más posible, por la calificación de los delitos, la reiteración de ellos y el bien jurídico vulnerado, la fe pública.

«Lo peor es estar solo»

Esas palabras pronunciadas por Hugo Bravo a modo de despedida, reflejan una realidad dramática a la que se enfrentan hoy tanto él como sus partner, los Carlos Délano y Lavín. También es la que aflige a la UDI, la que a pesar de todos sus esfuerzos para deshacerse del hecho en que está involucrada parte de su dirigencia y sus hombres y mujeres más emblemáticos, se encuentra sola en el espectro político nacional. La única que se opone a los cambios de manera radical, la única desde la cual se insulta groseramente a la Presidenta de la República, la única que aparece, hasta hoy, manchada por un delito de fraude espurio al Fisco de Chile, a todos los chilenos.

Algo queda claro de las grabaciones, tanto Penta, uno de los financistas ilegales de la UDI y quienes en esta tienda política de derecha recibieron los dineros pringados por el fraude al Fisco, sabían perfectamente que estaban actuando al margen de la Ley. Ya no se podrá negar tampoco por Carlos «choclo» Délano y Carlos Eugenio Lavín que desconocían lo que su gerente y brazo derecho Hugo Bravo hacía con los dineros negros que financiaban o compraban políticos. Es más, se demuestra que el procedimiento era «auditado» para evitar que fueran a parar a otro lugar distinto que a la UDI.

La grabación es una prueba que resultará clave para la denominada arista política del caso que tiene a cargo el fiscal Carlos Gajardo, de la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente. En su arista FUT, la investigación fue cerrada y solo quedan pendientes las formalizaciones y acusaciones en contra de los que participaron, entre ellos Carlos Délano y Carlos Lavín.

Tanto el audio, que es claro y considerado procesalmente grave, como los testimonios de los empleados que giraron las boletas truchas a instancias de sus jefes, como también las boletas falsas mismas, constituyen antecedentes suficientes legalmente para asegurar, sin temor a equivocarse, que el futuro procesal de dirigentes de la UDI es sombrío, para decir lo menos. Claro, a menos que el poder de las sombras termine una vez más por echar tierra al peor escándalo político y fraude tributario de la historia del país.

Reacciones al escándalo

Conocido el contenido de la grabación, el diputado y vicepresidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, se refirió en duros términos a la nueva evidencia del caso de aportes irregulares en la política, poniendo en duda el sustento que tenga la UDI como grupo político: «De ser cierto, es una situación gravísima que pone en tela de juicio la legitimidad de un partido (…) créame que sería muy grave porque la cantidad de personas que se involucra es realmente muy notable, si es un poco cierto lo que allí se señala ya sería de una gravedad extrema y pondría en tela de juicio a un partido en su integridad (…) si ese es el punto grave (…) si hay responsabilidades que se establezcan y se sancionen», afirmó.

 Por su parte, el diputado y vicepresidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chain, señaló que «en caso de acreditarse, sería de la máxima gravedad, y nos parece que esto debe generar sanciones no solo a particulares, sino que también -y eso debiera incorporarse a la legislación- fuertes sanciones a los partidos políticos involucrados».