Un acto de fe

Yerko Lima Montecinos, SEREMI del Medio Ambiente de Tarapacá.-

Como cada año en estas fechas, tarapaqueños y turistas, se reúnen para celebrar una tradición que ha perdurado a lo largo de generaciones, la reconocida Fiesta de La Tirana. Un evento de profunda importancia espiritual y cultural para nuestro querido Norte de Chile. Esta festividad, que honra a la Virgen del Carmen, no solo es un testimonio de nuestra fe y devoción, sino también un reflejo de la rica herencia cultural de nuestra región.

Este año 2024, se marca un hito histórico en la celebración de esta fiesta, pues por primera vez en la historia de las festividades religiosas en Chile, se implementó un punto verde de reciclaje. Este paso hacia la sostenibilidad es un claro indicativo de que estamos abrazando la responsabilidad ambiental que estos tiempos demandan.

La instalación de este punto verde no solo es un triunfo logístico, alcanzado por el trabajo conjunto de ZOFRI, nuestra SEREMI, la Ilustre Municipalidad de Pozo Almonte, COLLAHUASI, Servirec y los Recicladores Base de Tarapacá, sino una declaración de intenciones; estamos comprometidos con la protección de nuestro entorno, con la preservación de nuestra Tierra para las futuras generaciones. Es un acto de amor hacia nuestra comunidad, y también hacia el planeta que nos sustenta.

En este contexto, quisiera reconocer y valorar el papel fundamental de los Recicladores de Base. Estos héroes anónimos, quienes, con dedicación y esfuerzo diario, contribuyen a la gestión sostenible de los residuos. Ellos son un eslabón esencial en la cadena del reciclaje, transformando los desechos en recursos valiosos y reduciendo el impacto ambiental de nuestras actividades. Sin duda alguna, su contribución es invaluable.

Al implementar el punto verde de reciclaje en La Tirana, no solo mejoramos la gestión de los residuos durante la festividad, sino que también elevamos la conciencia colectiva sobre la importancia del reciclaje y el papel crucial que los recicladores de base juegan en este proceso. Esta iniciativa, sin duda alguna, servirá como ejemplo y motivación para otras festividades y comunidades en todo el país.

Este año, además de celebrar a la Virgen del Carmen, también celebramos nuestra capacidad de adaptarnos y evolucionar. Que este sea el inicio de una nueva era, donde nuestras tradiciones se entrelacen con el respeto y el cuidado por nuestro medio ambiente. Sigamos honrando nuestras tradiciones, mientras sembramos las semillas de un futuro más verde y sustentable. Que sea nuestro acto de fe.