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Carlos Graña Sarmiento, periodista.- Desde hace 13 años  Estados Unidos se encuentra detrás de Julian Assange, el cofundador de WikiLeaks, portal web que entre... Julian Assange y  la lucha por una información libre.

Carlos Graña Sarmiento, periodista.-

Desde hace 13 años  Estados Unidos se encuentra detrás de Julian Assange, el cofundador de WikiLeaks, portal web que entre 2006 y 2019 puso ante los ojos de todos, más de diez millones de documentos confidenciales sobre actividades militares y diplomáticas que comprometían a la administración norteamericana. El periodista australiano reveló al mundo  el  uso de herramientas  de ciberguerra y vigilancia, así como la realización de acciones terribles ocurridas en Bagdad, Afganistán, Irak y la cárcel de Guantánamo,  ubicada en territorio cubano. El periodista australiano, fidelizado con la verdad, fue visto por Estados Unidos  como un espía que ha violado los derechos de esa nación, revelando sus secretos.

El 11 de abril de 2019, hace justo cinco años, el futuro de Assange, ahora con 52 años, comenzó a peligrar con mayor fuerza.

Ese día la Cancillería de Ecuador informó que el presidente de la República, Lenín Moreno Garcés, daba por terminado el asilo diplomático que lo protegía desde 2012, con lo cual quedó a disposición de la Policía y los tribunales británicos.

¿Es una coincidencia esta actitud con respecto a lo sucedido, el 05 de abril del 2024,  con la intervención por la fuerza de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito, para extraer al vicepresidente Jorge Glas? ¿Qué ha pasado con la diplomacia ecuatoriana y el respeto de los derechos internacionales?… Resulta imposible sustraerse a comparaciones como esas.

Hoy Julian Assange se encuentra encarcelado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, ciudad desde la cual, el  26 de marzo del 2024,  la justicia británica volvió a pedir a Estados Unidos nuevas garantías sobre el trato que recibiría el fundador de Wikileaks en caso de ser extraditado.

Por  otra parte, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, hace unos meses hizo una solicitud  de cancelación del proceso al Gobierno de Estados Unidos, que lo acusó de 17 cargos de espionaje y un cargo de uso indebido de computadora por la publicación en su sitio Web de documentos clasificados estadounidenses, alegan que alentó y ayudó a la analista de inteligencia del Ejército estadounidense Chel Sea Manning a robar cables diplomáticos  y archivos militares que Wikileaks publicó. Poniendo vidas en riesgos, según los fiscales norteamericanos.

Julian Assange podría recibir una condena de hasta 175 años de prisión. El fundador de la plataforma de filtraciones Wikikeaks, lleva 5 años preso en el Reino Unido a la espera de que se decida su extradición a Estados Unidos. Antes estuvo 7 años asilado en la Embajada de Ecuador en Londres.

Hoy, cuando su entrega parecía inevitable, ha surgido una opción que aparentemente estaba fuera de las  posibilidades: El cierre de su caso, tras el anuncio, el 10 de abril del 2024, de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, que  reveló que su Gobierno examina retirar cargos de espionaje contra Assange, que es de nacionalidad australiana, y que ha recibido el respaldo del Parlamento de Australia y su Primer Ministro Anthony Albanese, que solicitaron que se cierre el caso. La propuesta supone que Assange, ciudadano australiano, regrese a su país en lugar de ser enviado a Estados Unidos para enfrentar cargos de espionaje.

«Estamos considerándolo», respondió el presidente Joe Biden, desde la Casa Blanca , en Estados Unidos, al ser consultado por la prensa. Sus palabras sorprendieron a la comunidad mundial  que ha solicitado en varias oportunidades su liberación.

Por su parte, Barry Pollack, abogado  de Julian Assange, a cargo del caso, asegura que este procesamiento sin precedentes de alguien por publicar información veraz y de interés periodístico nunca debería haberse presentado. Su esposa  Teresa Assange, en una entrevista concedida a la BBC, considera alentadoras las palabras del Jefe de Estado norteamericano.

Jennifer Robison, abogada de Julian Assange,  pidió, el 8 de mayo del 2024, al Presidente Gabriel Boric Font de Chile, que interceda por el periodista australiano, a pocos días de que se retome en Londres su proceso de extradición a Estados Unidos.

La Federación Internacional de Periodistas ha señalado, que castigar a Julian Assange por denunciar crímenes de guerra supone una amenaza para todos los periodistas del mundo. Su causa no sólo debe movilizar al periodismo, sino a toda la población mundial porque se está afectando el derecho a saber.

Julian Assange no cometió ningún delito, sólo estaba haciendo su trabajo. Prestó servicio a toda la comunidad mundial.

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