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Gonzalo Prieto Navarrete, Sociólogo, Máster en Medioambiente Algunos ya se frotan las manos con el próximo gobierno de Michelle Bachelet. La ex Presidenta aún no... ¿Para qué queremos que vuelva Bachelet?

Gonzalo PrietoGonzalo Prieto NavarreteSociólogo, Máster en Medioambiente

Algunos ya se frotan las manos con el próximo gobierno de Michelle Bachelet. La ex Presidenta aún no ha dicho, o ha dicho bastante sin decir, que se presentará a las primarias de la Concertación, pero muchos ya reparten cargos, sueñan con volver al Estado y recuperar el botín que sienten les quitaron el 2010. Sin embargo, el debate profundo sobre para qué queremos un nuevo gobierno y, mejor aún, quiénes queremos que sean los máximos responsables de él, parece estar bien guardado, sin mucha intención de abrirse al debate de los partidos políticos y, menos aún, al de las y los ciudadanos.

Nuestro país presenta síntomas de cambio, pequeños pero cambios al fin, cambios que nos traen buenas noticias, porque la gente se hartó de los abusos, de los pisotones de las grandes empresas, de las dobles intenciones de los políticos tradicionales y de forma incipiente abre la puerta a los cambios que se expresan en primarias abiertas, consultas públicas y manifestaciones.

Cabe preguntarse si hemos hecho el diagnóstico adecuado de la sociedad chilena que nos tocó vivir.Cabe preguntarnos sí un nuevo gobierno de centro izquierda viene a calmar las aguas y darle “gobernabilidad” para que nos sigan timando con la protección social, el medio ambiente, la educación o la salud. O bien, estaremos ante un gobierno de centro izquierda dispuesto a profundizar esos cambios incipientes, a fortalecerlos y empujarlos para que vayamos construyendo un país más digno para su gente.

Creo que todas y todos quienes estamos en la política no somos de expectativas muy altas, conocemos bien que en cuatro años no es posible hacerlo todo, pero es posible hacer mucho. Y esto último es lo que marcará la diferencia, construirá la alternativa o seguiremos manteniendo un status quo con los mismos de siempre.

Hay muchos que hablan del programa, de debatir las ideas y no sólo las caras. Yo creo que el debate debe ser sobre ambas cosas, sobre ideas y personas, sobre quiénes serán los que acompañarán al gobierno, al nuevo gobierno a iniciar y profundizar los cambios, a fortalecerlo que con valentía jóvenes estudiantes y trabajadores han construido.

Construir la confianza pública dependerá de quiénes encabezan las decisiones.  El trabajo que nos toca llevar adelante es lento y riguroso, de esfuerzo constante. Estamos ante un oportunidad excelente: colaborar en avanzar hacia los cambios transformadores que necesita el país, para brindar a todas las personas las garantías y el bienestar, para que ellos dispongan en libertad de una vida feliz, un país más humano preocupado de las personas y todos los seres vivos que cohabitan con nosotros.

Si vamos a poner nuestras manos a disposición de un liderazgo ciudadano tan fuerte como el de Michelle Bachelet, debemos hacerlo con la humildad y la disposición de querer trabajar por cambiar Chile. Debemos dejar en la casa el curriculum vitae, porque aunque puedo comprender la necesidad de muchos y muchas de obtener un trabajo para alimentar a sus familias, e intentar sobrevivir de mejor manera en un país tan injusto como el nuestro, debemos construir una generación de hombres y mujeres, justos y buenos, a disposición del bien común.

Debemos avanzar en construir voluntad para cambiar, de convocar a la mayoría transversal y a no generar debates estériles. Porque mientras alimentamos la discusión pequeña, las y los pobres de Chile siguen esperando, siguen reproduciendo el capitalismo porque nadie les muestra la alternativa. Nuestro trabajo está en la calle y en el gabinete, para que el próximo gobierno sea un nuevo comienzo y no un remake mal hecho.

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