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Dr. Alex Soza Orellana, Chileno. Iquiqueño residente en Cuba, La Habana 27 de marzo del 2020. Indudablemente estamos en una crisis global, política, económica y financiera,... Solidaridad – Cooperación – Colaboración

Dr. Alex Soza Orellana, Chileno. Iquiqueño residente en Cuba, La Habana 27 de marzo del 2020.

Indudablemente estamos en una crisis global, política, económica y financiera, agudizada por los problemas éticos morales de una mayoría de los países capitalistas y desarrollados que determinan el rumbo de los habitantes de este planeta. Todo esto  profundizado aún más por la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia de la Covid-19, que exacerba de sobremanera las deficiencias, insuficiencias y desigualdades en todos los aspectos  del sistema capitalista neoliberal que impera en el mundo.

No hay que ser genio ni adivino para visualizar las causas de esta pandemia. Obviando que es producida por un virus altamente contagioso que utiliza la vía aérea para penetrar en nuestro organismo produciendo un cuadro respiratorio agudo con algunas características particulares y más grave en las personas mayores, con antecedentes de padecer enfermedades crónicas como la hipertensión arterial, la diabetes, las enfermedades respiratorias y otras.

La causa que facilita la expansión del problema es el grado sumo de globalización de nuestro mundo, la facilidad de movilidad de las personas y objetos, en los diferentes medios, aéreos, marítimo o terrestre de una región a otra región de este planeta y el bajo nivel de vigilancia sanitaria, de percepción de riesgo, de muchos, para estos habitantes viajeros por distintos motivos como negocio, turismo, estudio, investigación,  políticos, cultural, etc, etc.

Uniendo a ello la problemática económica social del lugar de destino o asentamiento, entonces hablo de pobreza, sistemas de salud privatizados inaccesibles a la mayoría de los pueblos, medios ambientes desprotegidos, dañados, insalubridad, desempleo, hacinamientos, alimentación deficiente, etc, etc…. y por ultimo gobiernos impopulares, elegidos en base a promesas y engaños, sin la voluntad real de resolver la problemática social y económica de sus gobernados.

Nuestra región , América Latina, sumida hace unos cuantos meses en una rebelión social, es ya víctima de este problema sanitario global que se inició en China, en la región de Wuhan, con esto no quiero tampoco decir que este país es el culpable de la pandemia, del “virus chino” como irresponsablemente lo denomina el jefe del imperio de los Estados Unidos de Norteamérica, dando pie a sospechosas teorías, en el contexto de la guerra económica-comercial que llevan adelante estas dos potencias, de una guerra biológica y desviando las actividades para enfrentar y superar el problema a términos geopolíticos.

Nuestra América, como decía, ya sufre los estragos de la pandemia y certeramente está empezando. ¿Cómo llegó? , es sabido que la gran mayoría de los casos han sido importados del viejo continente, Europa, continente en que sus representantes más emblemáticos, Italia, Francia y España, Alemania y otros han sido calados por el Covid-19, sorprendidos y sin armas suficientes para enfrentar la catástrofe. Son los de mayor impacto, estadísticamente hablando, en cuanto a casos contagiados y muertes superando ampliamente a China que ya ha entrado en una fase regresiva y probando la efectividad de una vacuna. Por cierto el emperador Trump ha ofrecido 1000 millones de dólares por la patente de la vacuna efectiva, que en muchos centros investigativos se están desarrollando. Asunto sin comentario, cada cual saque sus propias conclusiones.

Volviendo a nuestra región, vemos que día a día las cifras se incrementan y la desesperación de la gente, por supuesto la mayoría trabajadora, humildes, vulnerables, ante la inmovilidad o medidas insuficientes de los gobiernos. Algunos hasta con una hipócrita apatía ya demostrada ante el incendio de la amazonia. Nuestro Chile  ya supera los mil casos contagiados, y seguramente la muerte cobrara algunos más. Los que pueden se aíslan efectivamente con sus necesidades garantizadas, y protegidos por el gobierno. Los otros, los que viven al día, su suerte depende de sus propios esfuerzos, sin trabajo, quizás porque lo cerraron y los mandaron a la casa, algunos sin remuneración, las escuelas cerradas, las actividades productivas y de servicios limitadas, los mercados  vacíos de productos de primera necesidad, en fin un caos que comienza a perfilarse funesto con el frio otoñal e invernal.

Un gobierno de empresarios, falto de liderazgo de apoyo popular acosado por meses de una histórica rebelión social  es incapaz de llevar adelante una política coherente a la situación en marcha y con la tendencia a incrementarse si no hay acciones adecuadas. Ha demostrado una total indiferencia e ignorancia de las experiencias y de lo que han hecho otros gobiernos ante esta pandemia, con una suerte de emulación de su vecino brasileño.  Con una infraestructura, recursos sanitarios y personal médico históricamente insuficiente la catástrofe será real, no en papel. El apoyo policial y de las fuerzas armadas ante esta situación está limitada a proteger sectores privilegiados y en momentos de toque de queda.

El virus realmente ha trastornado algunas mentes y ha exacerbado sus intereses, antes de actuar humanamente, solidariamente con la población evalúan primero sus ganancias y sus pérdidas. Sin dudas en tiempo como estos saltan y resaltan las buenas y malas intenciones, a río revuelto ganancia de pescadores dice lo popular. Así que no hay mucho que esperar de un gobierno que pretende ganar apoyo al dar un bono monetario a los más vulnerables de 50 mil pesos por carga. Quien conozca nuestro Chile sabrá que es totalmente insuficiente para quien tiene que garantizar su vida y la de su familia sin trabajo, mas precisamente alimentos y medicamentos.

El insensible presidente empresario en vez de hacer algo real para la población, solo atina a ofender a otros países que llevan adelante su enfrentamiento al coronavirus con solidaridad, humanidad y  colaboración, como Cuba. El virus ha trastornado su mente codiciosa y oportunista como la del presidente emperador del norte que en vez de preocuparse más de su país (el más afectado a nivel mundial en estos momentos), desvía la atención impulsando más bloqueos, más embargos, mas sanciones a países como China, Irán, Venezuela y Cuba. Ofrece ofensivamente recompensas por la captura del  Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, por supuesto narcoterrorismo. Hay que ver hasta donde trastorna y afecta este virus en afanes de sacar ganancias en una carrera electoral por su reelección. Lo lamentable es que la gente, victimas y cómplices, con miedo implantado en sus encéfalos le cree, allá los que le sigan. Hay que dar seguimiento a lo que dirán los países europeos abandonados a su destino también por el emperador norteamericano.

No mencionaré cifras que abundan como la información del virus, sus síntomas, su prevención, sus teorías, etc, etc….Solo quiero resaltar que el éxito en la guerra contra esta pandemia está dada en elementos que están en todo ser humano, uno más que otros, en aspectos inherentes en la sociedad desde sus orígenes como es la solidaridad, la unidad de acción. Hablaba de la globalización como causa o factor condicionante y determinante de la pandemia, pareciera como un mal, no es así, la globalización ha sido un fenómeno positivo en el desarrollo económico y social de la humanidad, pero se hace necesario, vital, que esta globalización que se da más notoriamente en lo económico y social, sea una globalización solidaria, humana, para todos. Es momento de todos, pero todos juntos, ya está dicho, las palabras de orden deben ser: Solidaridad, Cooperación y Coordinación.

Por último, un abrazo solidario a los que con lo poco que tienen están haciendo algo por nuestra gente, y que han pasado a conformar la primera en esta Pandemia, y por nuestro Chile que necesariamente debe cambiar.

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