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Anyelina Rojas V.- Como un momento épico, que marcó un hito tras la lucha en las calles por recuperar la democracia, calificaron los asistentes... Partidos de oposición, como hace 30 años, celebraron triunfo del 5 de octubre, pero evidenciaron los NO aún pendientes en democracia

Anyelina Rojas V.- Como un momento épico, que marcó un hito tras la lucha en las calles por recuperar la democracia, calificaron los asistentes a la ceremonia realizada en la emblemática sede del  Colegio de Profesores de Iquique. No por eso, dejaron de desconocer que hay muchos NO, que no se han resuelto en una democracia, que no es la que soñaron.

Los 30 años del triunfo del NO, marcó, sin duda, un momento especial que logró reunir a los partidos de la oposición para marcar este momento. Sin duda, que son también, muchos los que no celebran porque se sienten traicionados por la clase política, que  no ha cumplido con lo que soñaron. Así se han expresado mediante redes sociales o en privado.

Pese a todas esas críticas, quienes integraron el Comando del NO, decidieron marcar la fecha, porque más allá de los NO pendientes por los que hay que seguir luchando, la victoria del 5 de octubre, indicaron, se logró gracias a la movilización social, al pueblo que salió a la calle y cuya expresión política, fue canalizada por los partidos.

Y para canalizar esas demandas, estaban allí autoridades de oposición. El Senador Jorge Soria y el diputado Hugo Gutiérrez, los alcaldes Mauricio Soria de Iquique y Patricio Ferreira, de Alto Hospicio; los CORES Lautaro Lobos y Pedro Cisternas; concejales; dirigentes políticos y sociales

UN POCO DE HISTORIA

A la jornada, realizada en el Colegio de Profesores, el mismo que en mayo del 80 fue sitiado por Carabineros, mientras se realizaba un acto por el 1 de mayo. Sería el último en dictadura. Aquel día, el general Pinochet y su séquito de ministros, se trasladaron hasta Iquique para celebrar esa fecha, pensando, claro, que Iquique era tierra ganada, “pan comido”, en lenguaje popular. Nada mas distante de la realidad.

Así, ese primeo de mayo, la desaparecida Casa del Deportista  -Tarapacá con Vivar-, fue la sede del acto oficial. Estaba repleto. Repleto. Era la “orden del día”, copar ese espacio porque sería apoteósico ese acto político del general, con toda su pléyade iquiqueña. La autora de esta nota estuvo allí, cubriendo la información para el Diario La Época.  De pronto, en medio de la multitud y cuando el general hace ingreso al recinto deportivo, un joven le grita a lo lejos “asesino, asesino”.

¡Tremendo eso!, es que nada debía empañar ese acto donde el general debía salir airoso. Sin embargo, los secuaces de la seguridad presidencial debían hacer lo suyo, así que se devolvieron y vociferaron ¿quién grito?  -Yo- dijo un joven universitario de la UNAP, apretujado en la multitud. La respuesta de José Toloza dejó perplejo a los de la seguridad que le sugirieron que se retractara, que en realidad en la multitud no queda claro quien grito, que quizás fue otro -efectivamente hubo otros, pero Toloza dijo “yo”.  Al parecer se lo llevaron detenido. Pero no renegó de sus palabras.

Mientras esto ocurría, terminaba una misa en la catedral iquiqueña. Luego, los asistentes enfilaron hacia el Colegio de Profesores. Pese a que la marcha era absolutamente pacífica, quizás como nunca, porque era fácil entender que la seguridad de Chile entero estaba aquel 1 de mayo de 1988 en Iquique. Fernando Muñoz Marinkovic, el creador de la Radio Iquique, que fotografiaba la caminata recibió varios perdigones en su cuerpo y una buena paliza. Siguió trabajando.

En fin, llegaron a la sede del Colegio de Profesores, cuyos dirigentes eran Rosa Tassara y Hugo Bolívar. La sede gremial no daba abasto para contener a tantas personas, que también estaban apretujadas, pero voluntariamente. No todos pudieron ingresar, por lo que muchos seguían desde afuera los acontecimientos. De pronto, Fuerzas Especiales de Carabineros llegaron al lugar. Estaban fuera de sí, incluso se decía que estaban drogados. Lo que está claro es que la mayoría no eran de acá, que conocían técnicas represivas de nivel mayor y que estaban dispuestos a todos. Es que nada podía empañar el acto del General, en la Casa del Deportista.  Porque si ganaba el Sí, como lo daban por descontado, sería el candidato a Presidente de Chile. Y por fin sería electo democráticamente, pensaba y sonreía. Es que Iquique le daría el gran espaldarazo.

Por eso es que, al ver tanta y tantas personas en el Colegio de Profesores, en calles Vivar Zegers y los alrededores, los represores debieron actuar. En la sede gremial, había familias completas, mujeres niños, personas mayores. Pero no, había que actuar. Empujan con sus escudos, su fuerza bruta y con sus lumas, mientras otro equipo lanza bombas lacrimógenas sin control, sin pensar. ¡Y cierran las puertas”, las bloquean para que nadie pueda escapar!  Fue un caos. En la desesperación las personas se tiraban al suelo, subían a los techos, se lanzaban desde lo alto a la feria colindante.

Y cuando el caos era total. Personas desmayadas, niños llorando con nula visión por el gas, el efecto del gas y el encierro, abren una puerta y las personas despavoridas salen en busca de aliento. A lumazos fueron recibidos y derechito al bus policial.  Pasaron meses y el ambiente de la sede de los profesores, seguía siendo irrespirable.

Por este hecho, la peor represión masiva de todas; por su lucha anterior y posterior, es que el Colegio de Profesores fue el lugar escogido para marcar otra fecha emblemática, como el 5 de octubre de 1988.

30 AÑOS DESPUÉS

Quizás por 30 años, son 30 años. Quizás porque estamos en un gobierno de derecha. O quizás por qué razón, este 5 de octubre se celebró en todo el país. Así, la sede del Colegio de Profesores se repletó, con gente que quedó, incluso, fuera del salón. Se recordó a muchos de los que lucharon; y de esos muchos, muchos también ya fallecidos. Otros no se nombraron, por el olvido, porque la memoria falla  o porque cumplieron roles más anónimos. En fin, cuando se reconocen a las personas, siempre quedan heridos en el camino. No fue ése el ánimo de la celebración es que nunca es posible recordarlos a todos.

El orador principal fue Alfonso Schiller Casanga, dirigente político que estuvo en el Comando del NO.  En su relato fue enumerando a quienes participaron desde sus distintos frentes, en la lucha por la recuperación de la democracia. Otros nombres a voz alta surgían de la concurrencia… En fin, fue un emotivo momento, donde repasó la gran lucha social que se dio en un Iquique, prácticamente sitiado aquel 5 de octubre de 1988.

Sin embargo, Schiller en su mensaje con alto contenido político, logró conectar las demandas de más democracia y todo lo que aquello significaba, con las demandas de hoy; con esos NO que están sin resolver, después de 30 años. “Luchamos para recuperar la libertad, porque recuperar la democracia significaba recuperar la liberta, por eso luchamos”, remarcó Schiller. Y esas libertades se recuperaron y es lo que se valora hoy.

Sin embargo, reconoce que “hay mucho que criticar y mucho que discutir en torno a estos 30 años que han transcurrido. Si hay que criticar que el compromiso fue valórico, fue ético; tenemos que recuperar la libertad y la democracia para construir un país… y no continuar durante 30 años, con el oprobio que significa vivir bajo la constitución del 80. Es inaceptable”, recalcó Schiller.

Al cierre del encuentro, entregó un mensaje el Consejero Regional y militante comunista, quien hizo un repaso por todo lo que fue la lucha social, recordando que en dictadura fueron asesinados 300 dirigentes sindicales, y que cuyo pecado fue el de cumplir a cabalidad la misión para lo que fueron elegidos.

También recordó que para apoyar la salida de Pinochet hubo intervención del Departamento de Estados de EE. UU., que puso por delante tres condiciones: Que la salida fuera pacífica, que se respetara el modelo económico de la dictadura y que se marginara a los comunistas. Tal como ocurrió.

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