Colectivo de izquierda defiende proceso electoral realizado en Venezuela y rechaza postura algunos socialistas chilenos

Mediante una declaración pública, el colectivo “Por Cambios de Verdad”, integrado por conocidos militantes de la izquierda tradicional, se manifestaron a favor de las elecciones realizadas en Venezuela, señalando en forma “legítima y pacífica”. Y rechazan la postura de Estados Unidos, país al que califican como “el antiguo y tradicional enemigo de la independencia económica de los pueblos latinoamericanos…” que en esta ocasión “ha desconocido las elecciones venezolanas”.

El colectivo hace un llamado «a todo el pueblo de Chile a la solidaridad con un país hermano, que en consonancia con los ideales anti-imperialistas y de justicia social declarados hace dos siglos por el Libertador Simón Bolívar, está construyendo una patria nueva, más justa y democrática».

La declaración señala:

1 Los comicios electorales se realizaron, probadamente, de manera totalmente legítima, completa, pacífica y sin incidentes que pudieran haberlos alterado o producir dudas sobre su validez. La administración del Estado, así como las Fuerzas Armadas de Venezuela, permitieron la entrada al país de alrededor de 1500 observadores extranjeros, que tuvieron toda la libertad de conocer in situ el desarrollo de este proceso electoral. Entre estos observadores, hubo connotados políticos y periodistas y representantes de importantes medios de comunicación masiva de Europa y Estados Unidos, muchos de los cuales, en recientes declaraciones públicas, han declarado al mundo entero que las elecciones presidenciales en Venezuela se realizaron cumpliendo con todos los requisitos que avalan la legitimidad y validez de ellas; a saber, la existencia de registros electorales, supervisión de observadores extranjeros del conteo de los votos, el levantamiento de actas por cada mesa de votación, y la posibilidad de reclamos a los tribunales electorales regionales ante cualesquiera irregularidades que pudieran haber existido.

2 El imperialismo norteamericano, el antiguo y tradicional enemigo de la independencia económica de los pueblos latinoamericanos, ha desconocido las elecciones venezolanas. Obviamente, esto no es de extrañar puesto que el gobierno de Venezuela, su pueblo y sus Fuerzas Armadas han elegido el camino de la independencia económica y la construcción de una sociedad socialista.

3 El imperio de Estados Unidos ha estado interviniendo en Venezuela con el fin de desestabilizar su gobierno.  No sólo no ha cesado de aplicar el más feroz boicot económico desde el exterior, de alentar el acaparamiento de productos, de financiar a grupos terroristas que a diario realizan acciones de sabotaje a industrias y centros de producción agropecuaria, sino que hoy sin ningún desparpajo está amenazando al gobierno y  pueblo venezolanos con la intervención militar.

4 A esta postura del imperialismo, así como ocurrió en 1960 en la OEA con la hermana república de Cuba, se han sumado vergonzosamente gobiernos de derecha latinoamericanos, que, al fin de cuentas, no son otra cosa que sus leales acólitos, dispuestos a impedir que nuestros pueblos elijan un camino de desarrollo económico y social independiente, libre y socialista. Rechazamos categóricamente esta postura del imperio y sus sirvientes frente a la República de Venezuela, cuyo único pecado es haber iniciado con éxito el camino al socialismo, a pesar de la violenta y decidida acción del imperio y su aliada la ultra-derecha venezolana por frenar este proceso.

5 Rechazamos también, con la mayor decisión, la vergonzosa traición a los viejos ideales del socialismo chileno que están protagonizando personajes como Ricardo Lagos, Juan Pablo Letelier, Isabel Allende, y otros renegados del socialismo y del ideario anti-imperialista y latinoamericanista del Presidente Salvador Allende y del que fuera el propio Partido Socialista, hoy reducido a una triste pieza más del juego neo-liberal y anti-popular que impuso en Chile el imperio y la derecha nacional, por la fuerza bruta, en 1973.

6 Llamamos a todo el pueblo de Chile a la solidaridad con un país hermano, que en consonancia con los ideales anti-imperialistas y de justicia social declarados hace dos siglos por el Libertador Simón Bolívar, está construyendo una patria nueva, más justa y democrática.