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Anyelina Rojas/  Periodista y Administradora Pública Acabamos de celebrar el Día Internacional del Turismo. Suele entenderse a la actividad turística como “la industria del... Turismo comunitario, para revalorizar los recursos culturales

Anyelina Rojas/  Periodista y Administradora Pública

Acabamos de celebrar el Día Internacional del Turismo. Suele entenderse a la actividad turística como “la industria del turismo”, por lo tanto, principalmente asociada a la generación de recursos económicos, a partir de la venta de diversos servicios turísticos. Se entiende, hotelería, gastronomía, espectáculos, programas turísticos, etc.  Todo aquello es una línea que potencia y dinamiza la economía regional, a partir de la explotación de nuestros atractivos y la plataforma de servicios asociada a ello.

Sin embargo, siendo una región, de origen multicultural, con una tremenda riqueza legada por nuestros antepasados; con diversidad de prácticas culturales y tradiciones; con un atractivo mundo rural, principalmente en la pre cordillera y la cordillera, con todos esos poblados andinos, ancestrales, hay que poner el acento en el “turismo comunitario”.

Se entiende el turismo comunitario, igualmente como un eje dinamizador de las economías locales y territoriales, con su correspondiente impacto en toda la región, pero que nace a partir de las comunidades; en función de sus intereses, de lo que quieren o no desarrollar; de lo que estén dispuesto o no a mostrar a los turistas.

El Turismo Comunitario es un espacio que les permite a las comunidades, abrir su cultura a otros, pero, con las delimitaciones señaladas. No se trata que desde la política pública y desde la burocracia del Estado, se defina qué tipo y cual actividad turística se desarrollar en los territorios. Por el contrario, desde la comunidad, no sólo instalada en un espacio físico, sino que protagonista y depositaria de la tradición cultural, surjan y se desarrollen estas iniciativas.

Sin duda que el Estado, a través de sus distintos órganos, debe desarrollar una política pública orientada a fortalecer y acompañar a las comunidades, ya sea a través de programas financieros de apoyo, capacitaciones, mesas conjuntas de trabajo, etc. Un sinfín de instrumentos posibles.

Finalmente, lo que las comunidades, ya sea en forma conjunta o individual, desarrollen, será una genuina iniciativa que permite potenciar el aspecto patrimonial e identitario, pero que, además, les permitirá generar recursos económicos adicionales a las fuentes principales de generación de recursos, los que generalmente son precarios, pero que son la base inicial que sustenta a las familias.

Es necesario hacer hincapié, que si bien el turismo comunitario, promueve iniciativas económicas, el sentido principal, es la valorización de las culturales locales, potenciarlas y evitar que en la vorágine de la modernidad avasalladora, terminen por desintegrarse.

 

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