Edición Cero

 Guillermo Jorquera M. /Ex Director del Tiun-Tenor He olvidado una palabra, por más esfuerzos y ejercicios mentales que realizo no logro dar con ella,... El Teatro y los ¡Viejos de Mierda!

 Guillermo Jorquera M. /Ex Director del Tiun-Tenor

He olvidado una palabra, por más esfuerzos y ejercicios mentales que realizo no logro dar con ella, busco en mi mente, recorro todos sus muchos lugares y no hay caso; no logro encontrarla. ¿La habré olvidado por desuso? No lo sé, pero si sé que tiene que ver con el arte dramático.

Y como no logro encontrarla sin ayuda, la busco fuera de mí; en las compañías teatrales locales, pero sólo algunas de ellas, algo me ayudan, pero no  puedo lograr el todo.

Entonces leo la prensa local y nacional, busco y encuentro algunas luces: En la capital se está representando una obra que se llama Viejos de Mierda, una comedia dirigida por Rodrigo Bastidas, (¿Quién me escondió los zapatos negros?), y con tres actores de la vieja guardia del teatro nacional, (Vadell, Vidiella, Legrand). Dice la prensa que han tenido un gran éxito; todas sus funciones han sido a “tablero vuelto”, es decir: todas las entradas vendidas. Bien por ellos, pero debo seguir en mi búsqueda.

También en la prensa nacional encuentro que, en los primeros días de abril, una página web, organizó la primera versión de los Premios CLAP, para elegir a los mejores exponentes del teatro chileno en la capital: los mejores actores, mejores actrices, las obras más vistas, los dramaturgos nacionales más representados, etc.

Me llama la atención, que las 5 primeras obras nominadas, sean del género de la comedia, (Actualmente, también llamado Teatro Comercial) y que en los dramaturgos aparezcan en los primeros lugares autores de la vieja guardia; Sieveking, De la Parra, Griffero. El ganador se llevará el premio “Clap Radrigán”. Creo que estoy más cerca de mi objetivo.

Además leo declaraciones de Ramón Griffero, dramaturgo, que está en la terna del próximo Director del Teatro Nacional Chileno, curiosamente declara: “En Chile no existe un Teatro Nacional lo del Antonio Varas, es sólo un nombre falso y redundante”… “ Para recuperar el prestigio que tuvo, no tiene mucho que ver con la innovación, sino con volver al origen, a ese escenario le hacen falta obras que conecten con su entorno, que hablen del presente de su país y que el teatro vuelva a ser una necesidad real y no solo ascenso social”…

Ramón Griffero estrenó en el Antonio Varas, Rio Abajo, 1995, y Brunch, almuerzo a mediodía, 1999. Y en Iquique le vimos Sebastopol, una obra con una temática muy nuestra, en el Teatro Municipal, cuando éste no era sólo una postal.

Antecedentes que me instalan en un túnel en el que alcanzo a ver la luz al final del camino.

Hace unos días estuve en Tacna, y siempre con mi tarea presta, me entero que el “UPT Teatro”, (Teatro de la Universidad Privada de Tacna), que dirige Roberto Palza Albarracín, está terminando una temporada en el Teatro Odeón de Tacna, de La Casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, y está preparando su próximo montaje; La Señorita de Tacna, de Mario Vargas Llosa. Premio Nobel de Literatura peruano, que estará presente el día del estreno.

Y de regreso, ya en Iquique, me di cuenta que había encontrado la palabra que se me había olvidado, y efectivamente lo había hecho por desuso, por no verla muy a menudo, los actores de Viejos de Mierda, (Vidiella, estuvo en el elenco original de La Remolienda de Sieveking; Vadell, desprendido del Ictus -junto a Salcedo, crean la Cía “La Feria”- montan Hojas de Parra, de don Nicanor; -se instalaron con una carpa en La reina-, de triste final. Legrand, con sus cuentos, se ríe de lo cotidiano logrando rescatar la dignidad del pueblo chileno), me acercaron más al final del túnel.

El “UPT Teatro”, de Tacna me dio la última clave, y estaba allí en el aire, al alcance diario de mis ojos, pero asociada a otros súper eventos, no podía encontrarla porque está escoltada por otros dos preciados vocablos, felizmente la he recuperado, por lo menos para mi memoria: El Teatro Clásico Chileno. Casi en desuso.

Los creadores teatrales nuestros, en Iquique, están en la búsqueda de una nueva manera de expresar sus emociones dramáticas, y casi sin dramaturgos, sus trabajos son el producto de sus miradas del entorno en el que viven, conectadas con la historia y contingencia social, que valoro y agradezco. Importante es que sus creaciones no solamente terminen en puestas en escenas, sino que hagan otro esfuerzo en su gestión, y logren registrar y ojalá publicar estos textos, de tal manera que mañana, cuando los historiadores del teatro, estudien el arte dramático de esta época, puedan tener la posibilidad de enterarse de ello, a través de lo que está registrado. Es común que haya periodos muy productivos en escena, pero no queda registro de aquello, y los investigadores pasan de largo este tramo de la historia teatral regional.

De nuestros dramaturgos, que a la vez dirigen sus producciones, y que según mi apreciación, ya constituyen Teatro Clásico Tarapaqueño, sólo recuerdo a:

Iris de Caro con Kuyaskay, (Obra premiada con el 2° lugar en el III Concurso de dramaturgia “Eugenio Dittborn” de la Universidad Católica de Chile), puesta en escena por la autora, el Grupo Antifaz y el Tenor.

Guillermo Ward, con Las Pildoritas Mágicas de la Bisabuela, (Obra para niños y adultos), y La Carpa Azul, que nos habla del Teatro Móvil del Norte y del nacimiento del Teatro Social.

 Iván Vera-Pinto con Coruña, la Ira de los vientos. Otra masacre obrera, ignota para muchos.

Todas ellas estrenadas, registradas y publicadas.

La esperanza es que la dramaturgia de este periodo de búsqueda, también pueda incorporar en la historia del teatro nacional, merecidas piezas identitarias tarapaqueñas, que sean consideradas como Teatro Clásico Chileno.

Así los 11 de mayo, “Los Viejos de Mierda” de Iquique podremos pregonar:

¡Feliz Día del Teatro Chileno;Teatristas de Tarapacá!

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