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Mauro Zarricueta Rojas/ Sociología Universidad Arturo Prat Este jueves 22 de septiembre el matutino local “El Longino” titula “Empate opacó al Glorioso”, paradójico ante... De vuelta a Cavancha

Mauro Zarricueta Rojas/ Sociología Universidad Arturo Prat

Este jueves 22 de septiembre el matutino local “El Longino” titula Empate opacó al Glorioso”, paradójico ante este gran acontecimiento simbólico en nuestra ciudad; quizás ese miércoles lo más importante no era ganar un simple partido de fútbol, sino que era la oportunidad que el ex Estadio Cavancha recibiera una vez más a los dragones celestes y su hinchada.

Durante la semana, los iquiqueños fuimos testigos de la vuelta de nuestro club, al mítico ex Estadio Cavancha, hoy Estadio Cavancha. La historia, ligada a la nostalgia de nuestra ciudad, nos narra hazañas épicas ocurridas en aquel recinto deportivo. Aún en la retina del iquiqueño se vislumbra el inicio de Deportes Iquique y grandes campañas, tanto en el amateurismo como en el profesionalismo. Muchos decían “como olvidar el campeonato del año 79”.

Como testigo presencial del partido por Copa Chile frente a Universidad de Chile, pude observar los rostros de las personas, muchas de ellas se reencontraban con su pasado, con aquel Iquique glorioso de los años 80, donde la plantilla era conformada casi en su totalidad por jugadores oriundos de nuestra ciudad.

Siendo Iquique un equipo que nos acostumbra a sufrir, esta no fue la excepción; a pesar de ir perdiendo el primer tiempo y jugando con un equipo mixto, fue capaz de responder ante el rugir de Cavancha, sumando a ésto la masiva presencia de la “Fiel del Norte”, quienes en ningún momento se detuvieron y siguieron cantando a pesar de la derrota transitoria. Ya durante el segundo tiempo los iquiqueños lograron empatar el partido, desatando una fiesta en las gradas. El partido terminó con un empate.

Dentro del estadio se vivió una fiesta, era posible ver, como en pocas oportunidades, a familias enteras de celeste asistiendo en masa, sumando a ésto la presencia de bombos y trompetas; que de una u otra forma nos recuerdan las diversas festividades patronales de  nuestra región y a sus bandas de bronce. Por otro lado, cabe mencionar que el pasto fue traído desde el ya clausurado Estadio Tierra de Campeones.

Ahora los iquiqueños quedamos a la espera de la finalización del mundial de hockey; así se incrementará el aforo del estadio ante la instalación de nuevas galerías mecano, dando la oportunidad de que los iquiqueños asistamos en un mayor número a este clásico y nostálgico Estadio.

Para finalizar no queda más que felicitar a la Ilustre Municipalidad de Iquique y al Club Deportes Iquique, por lograr revivir un recinto que se encontraba en abandono, que pocas veces era abierto a los iquiqueños; y que muchos veíamos cómo se iba perdiendo un espacio tan importante para nuestra ciudad. Y decir “volveremos, volveremos, volveremos otra vez, volveremos a ser grandes, como lo fuimos ayer”.

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