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Francisco Pinto Madariaga, no es un “aparecido” en la política; y mucho menos en la gestión pública. A pocos días de haber asumido como... ¿Quién es Francisco Pinto, el nuevo gobernador de Iquique?: Pinceladas sobre su trayectoria

fpmokFrancisco Pinto Madariaga, no es un “aparecido” en la política; y mucho menos en la gestión pública. A pocos días de haber asumido como Gobernador Provincial de Iquique, vale la pena conocer algunas pinceladas de su trayectoria, destacando sus inicios como autoridad, tras la recuperación de la democracia.  Fue Seremi de Vivienda y Urbanismo durante dos periodos y luego siguió en Bienes Nacionales. Su interés por la vida pública se inició cuando era un adolescente “comercialino” -estudiaba en el entonces Instituto Comercial- y junto a un grupo de amigos, conformaron el MAPU, partido en el que militó hasta que éste se refundió  en el PPD, su actual casa política.

Francisco Pinto Madariaga nació en Humberstone y como su padre trabajaba en las salitreras, recorrieron varias de ellas. Cala-Cala, Don Guillermo, San José, entre otras. Así egresó de la enseñanza primaria,-sexto preparatoria- y su familia lo envió a Iquique para que siguiera estudios en el Instituto Comercial. Tenía 13 años cuando emprendió vuelo y ya en Iquique, se fue  a vivir a la pensión de los Montoya.

El pre adolescente se tomó el desafío con gran responsabilidad y se dedicó a cumplir su cometido: estudiar y estudiar; y asumir roles de liderazgo. Eso sí, se daba tiempo para compartir con otros jóvenes pampinos que como él, buscaban labrarse un futuro.

Al egresar de la enseñanza media, decidió su destino. Iría a la Universidad de Concepción para estudiar Sociología. Sin embargo como muchos chilenos, su proyecto de futuro se vio truncado por el Golpe Militar. Por esos días estaba de vacaciones en Iquique y como era dirigente estudiantil, fue detenido y siguió el camino que como él, otros conocieron. Primero el Regimiento Telecomunicaciones, después Pisagua, la relegación y el exilio. Y por supuesto, lo más emocionante, el retorno a la patria y a este pedazo de Chile que se llama Iquique.

 “En Pisagua nadie se libró de la tortura, ni física ni psicológica. Allí teníamos dos opciones, o quebrarnos o no quebrarnos, en el caso mío creo que producto del shock mi mente se cerró y vivía el cautiverio como algo que estaba pasando. Otros compañeros estaban muy mal que de sólo sentir el ruido de las cadenas de las celdas, se ponían a tiritar enteros. En mi caso no es que haya sido más valiente, simplemente estaba en estado de shock,  tanto que no podía reaccionar”, recordó en una entrevista realizada por los años 90, para el desaparecido diario “El Nortino”.

Fue relegado a Caquena, poblado al interior de Arica. Si bien, la experiencia fue dura, era un remanso después  de su paso por Pisagua. Porque cualquier cosa que significara salir de Pisagua era un alivio.

Terminada la relegación, Francisco Pinto continuó sus estudios de Sociología en la Universidad del Norte de Antofagasta, donde se reunió con otros amigos, Juan Podestá, Bernardo Guerrero, Víctor Guerrero; amistad que mantienen férreamente en la actualidad.

Como los problemas políticos persistían y corría riesgo de ser detenido nuevamente, emigró a Ecuador para concluir sus estudios de Sociología. Allá se reunió con entrañables amigos, como Luis Caucoto y Alberto Vivero.

En 1981 Pinto regresó del exilio y junto a un grupo de amigos-colegas, formaron la ONG (Organización No Gubernamental) CIREN que antecedió al actual  CREAR. Por esa época se vinculó con distintas instancias de la iglesia católica, con las cuales se encontraban en el trabajo social. Por ejemplo, la Pastoral Obrera. Aprovechó esos años para especializarse en estudios urbanos, post grado que le calzó justo para los tiempo democráticos que se avecinaban aceleradamente.

Recuperada la democracia, fue designado Seremi  de Vivienda. Concluido el gobierno de Patricio Aylwin, Pinto quedó bien recomendado y avalado por su desempeño, de modo que fue confirmado en el cargo por el Presidente Eduardo Frei. En el tercer  gobierno de la Concertación,con Ricardo Lagos a la cabeza, asumió como Seremi  de Bienes Nacionales.

Posteriormente se incorporó como docente de la carrera de Sociología en la UNAP y junto a sus amigos-colegas (todos sociólogos), fortalecieron al CREAR, hoy transformada en Fundación.

En el actual gobierno de la Presidenta Bachelet, fue profesional de la Dirección de Planificación, Diplad, del Gobierno Regional.  Y de este cargo, saltó a la testera de la Gobernación Provincial de Iquique. La historia que viene, está por escribirse.

¿Qué tiene a su favor? es la pregunta que resuena, luego que la testera provincial estuviera sin nombramiento por varios meses. Primero, su trayectoria, la capacidad de trabajar en equipo; es ponderado y juicioso; su estilo de hacer política es más a la antigua: mucha conversa entre sus aliados, trabajo en terreno como acción real; además con un fuerte énfasis en la “ética política”. Y -muy importante- no tiene en su mira candidatura alguna, por lo tanto no sería eventual adversario de los ya numerosos candidatos, para las distintas carreras electorales.

¿Sus puntos débiles? Para algunos, el hecho que sea de la clase política de hace varias generaciones.

Y como dice el refrán popular, sabio por cierto “en la cancha se ven los gallos”.

Anyelina Rojas V.-

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