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Con recursos propios y, sin apoyo de la Municipalidad de Alto Hospicio, el Consistorio iquiqueño mantiene el vertedero ubicado en el sector de El... Vertedero de El Boro, un tema que divide a los municipios de Iquique y Alto Hospicio

vertederoCon recursos propios y, sin apoyo de la Municipalidad de Alto Hospicio, el Consistorio iquiqueño mantiene el vertedero ubicado en el sector de El Boro. Además del mejoramiento de cierres perimetrales y el desarrollo de obras de mantención del relleno sanitario, este año se incorporó maquinaria nueva que supuso una inversión de 1.350 millones de pesos. En tanto, el municipio de Alto Hospicio señala que el vertedero de El Boro y que es operado por la Municipalidad de Iquique, enfrenta múltiples deficiencias de administración, lo que impacta negativamente a los 25 mil pobladores que residen en el sector.

VISIÓN IMI

Mediante un documento, la municipalidad de Iquique señala:

El Gobierno Comunal destina 20 millones de pesos mensuales para pagos del personal (guardias y conductores) y la compra de combustible. También soporta el gasto que implica el traslado y carga de agua del camión aljibe que a diario debe efectuar hasta seis recorridos. En estos días, personal de la Dirección de Aseo y Ornato trabaja en dotar al recinto de energía eléctrica y reforzar procedimientos sanitarios para una adecuada gestión sanitaria y ambiental.

Además con la compra de equipos de movimiento de tierras y obras civiles, la Municipalidad iquiqueña redujo ostensiblemente sus costos. Ello, considerando que hasta el 2014, este equipamiento se arrendaba, lo que incrementaba sus gastos anuales en 984 millones de pesos.

El vertedero procesa 405 toneladas diarias de basura, de las cuales 233 corresponden a Iquique y  172 de Alto Hospicio. Por concepto de uso de este recinto, Alto Hospicio debiese pagar 60 millones de pesos mensuales a Iquique, monto que, por decisión de las autoridades de la ciudad, representa una contribución para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos.

Una situación social compleja

A mediados de los ochenta, el vertedero  comunal se ubicaba en el sector de Punta Negra, borde costero norte de Iquique. El importante crecimiento poblacional incidió en su traslado al sector de La Pampa (Alto Molle), primero, y, desde 1999, a El Boro, donde actualmente se emplaza.

Entre 1999 y el 2001 entra en vigencia el plano regulador de Alto Hospicio y en 2005 se dividen las comunas. Con ello, la administración del vertedero constituye una tarea mancomunada que, hasta esta fecha, sólo asume el Municipio iquiqueño.

Desde el inicio de las operaciones en el actual sitio, uno de los problemas sociales más complejos existentes se refiere a la conformación de una comunidad informal, cuya subsistencia se basa en la recolección de metales, cartones u otros desechos comercializables. Pese a las recomendaciones, no usan ningún tipo de protección personal, ni adoptan medidas de resguardo al vivir entre desechos orgánicos.

Existen antecedentes que, en su mayoría, son personas con adicción a drogas, problemática social que le corresponde al Consistorio hospiciano por cuanto se niegan a abandonar el lugar. Una medida preventiva, adoptada por la Municipalidad de Iquique, consistió en instalar cierres perimetrales que periódicamente deben reforzarse porque los recolectores clandestinos los destruyen e ingresan al recinto profiriendo amenazas a los funcionarios que, en vano, intentan impedirles el acceso.

En varias ocasiones se ha oficiado a la Gobernación Provincial para que ordene el desalojo de las familias en toma. La autoridad ha concretado esta medida, pero el desacato constituye una conducta habitual que, hasta este momento, no tiene solución.

Informes del Cuerpo de Bomberos de Iquique señalan que los focos de incendio son reiterativos y todos ellos intencionales, con el propósito de ejercer presiones para forzar el cierre del vertedero o la adopción de medidas que aseguren erradicaciones masivas y definitivas.

Asimismo, se ha oficiado a la Fiscalía Regional, a través de denuncias en la delegación de Alto Hospicio, por incendios intencionales, desórdenes, amenazas y daño de patrimonio municipal por parte de terceros.

Disposición para trabajar en equipo

El Gobierno Comunal que lidera el Alcalde Jorge Soria ha manifestado su voluntad por participar en la generación de un relleno sanitario mancomunado, una de las actividades establecidas en el  Plan Regulador Intercomunal (PRI) que norma y define los usos territoriales para ambas comunas. Sin embargo, respecto de la ubicación probable del nuevo vertedero, ha manifestado su desacuerdo porque se ubicaría a 23 kilómetros del actual y a 43 de Iquique, siempre en dirección este. Ello implica incrementar ostensiblemente sus costos operacionales, en materia logística, transporte y costos asociados a habilitación.

Por este motivo, en forma paralela, sus equipos de planificación urbana estudian una alternativa propia para Iquique que incorpore tecnologías de reciclaje, sustentabilidad ambiental, sobre la base de experiencias recopiladas en Europa, Estados Unidos y China.

Cumplimiento de normativa ambiental

El vertedero de El Boro cumple con el Decreto 189 que establece las exigencias operacionales mínimas para rellenos sanitarios. Pese a que no constituye un relleno sanitario, sino un vertedero, de igual modo se aplican la mayoría de los artículos de la norma. A modo de ejemplo,

  1. Prohibición de ingreso de residuos peligrosos, escombros o materiales de construcción. Sólo domiciliarios y asimilables (de aquellos que se extraen de un hogar).
  2. Los residuos reciben una cobertura con un material de sello de 30 centímetros con la permeabilidad que exige la norma (suelo natural). Ello, para reducir emisiones de olores y prevenir proliferación de roedores, moscas y aves de rapiña.
  3. Existe control de acceso de vehículos y camiones.
  4. Existe administración y personal a cargo.
  5. Hay un cierre perimetral avaluado en 467 millones de pesos.
  6. Hay guardias de seguridad las 24 horas del día, de lunes a domingo, todos los días del año.
  7. Uso de maquinaria para compactar basura.

El Departamento de Medio Ambiente ha capacitado al personal dispuesto a esta área, así como a los sectores poblacionales aledaños. Asimismo, ha resuelto satisfactoriamente todas las observaciones realizadas por el Servicio de Salud, en diversas fiscalizaciones al recinto.

También existe un control sobre los metros cúbicos ingresados y un monitoreo del estado del frente de trabajo (compactación, sellado y control de plagas).

En suma, la Municipalidad de Iquique ha efectuado importantes esfuerzos por enfrentar, en forma profesional, sistemática y autónoma, la mantención de un área en que deben concurrir esfuerzos conjuntos de sus usuarios. Ello, en un afán por contribuir al crecimiento de la región y de sus habitantes.

VISION MAHO

En relación a la situación del vertedero de El Boro, administrado por la Municipalidad de Iquique, esta casa consistorial informa lo siguiente:

Que pasadas las 22.00 horas del domingo, un grupo de pobladores de El Boro bloquearon los accesos al vertedero, protestando legítimamente – pues llevan años padeciendo los olores y plagas de ratas, moscas y zancudos que ningún chileno merece aguantar – por el mal manejo del recinto.

El vertedero de El Boro y que es operado por la Municipalidad de Iquique, enfrenta múltiples deficiencias de administración, lo que impacta negativamente a los 25 mil pobladores que residen en el sector. Es absolutamente falso – tal como afirma la casa consistorial iquiqueña en una información de prensa – que estén impulsando solos la iniciativa de vertedero mancomunado, la que se encuentra estancada desde hace más de 4 años por el desinterés y la desidia de la autoridad de ese municipio, a la cual lisa y llanamente no le importan los problemas de los residentes de las poblaciones aledañas al lugar.

En abril del 2011,  las casas consistoriales de Iquique y Alto Hospicio asociadas para tal fin y, por requerimiento de la Subsecretaría de Desarrollo Regional, se ganaron el financiamiento del proyecto “Estudio de Mínimo Costo y Localización del Sitio de Relleno Sanitario Mancomunado”, por un monto de $100 millones. Este fue proyecto fue licitado por la Municipalidad de Iquique y encargado a la empresa KDM, quienes evacuaron dos informes, el primero con estudios previos.

Con fecha 16 de noviembre del 2012, la empresa KDM entregó el resultado del segundo informe y que determinó como lugar para instalación del nuevo relleno sanitario el de Pampa Perdiz, por lo cual iniciarían los estudios correspondientes a la ingeniería de diseño para su construcción final. Sin embargo, la Municipalidad de Iquique, nunca pagó este segundo informe, no tampoco siguió adelante con el estudio en cuestión.

Frente a tan nefasto panorama y pensando en el bienestar de los residentes de El Boro, durante el 2014 la Municipalidad de Alto Hospicio fue la que tomó contacto con la Subsecretaría de Desarrollo Regional para terminar y avanzar en el proyecto de relleno sanitario, siendo apoyados por ese organismo de gobierno. Todo las gestiones, se tradujeron en la contratación de un profesional – vía licitación pública- , para  actualizar la nueva propuesta, impulsando así la Municipalidad de Alto Hospicio, la implementación de un relleno sanitario propio.

Hay que dejar en claro, además que desde el 2012, es la Municipalidad de Alto Hospicio, la que se ha hecho cargo de pagar las patentes mineras correspondientes a los sitios Viviana Uno y Tres en el sector de Pampa Perdiz, para resguardar los terrenos para la construcción del relleno sanitario, a pesar de que dicha labor debió ser desarrollada por el municipio iquiqueño.

No es efectivo lo afirmado por el municipio de Iquique, cuando se señala que es responsabilidad de esta casa consistorial hacerse cargo del drama humano de las familias que residen al interior del vertedero (dedicadas a la recolección de chatarras y otros desechos), pues ellos como administradores del recinto, han amparado la permanencia de los grupos en dicho lugar, debido a la falta de medidas de control y la nula proactividad para obtener el concurso real y efectivo, de las autoridades medioambientales  y de la gobernación provincial, a fin de desalojar definitivamente el vertedero.  Botón de muestra, lo constituyen los 6 sumarios que enfrenta el vertedero,  4 de los cuales sustancia la Superintendencia de Medioambiente y 2 la autoridad de salud. En los cuatro primeros, suma una sanción superior a las 1200 UTM.

Resulta impresentable que la Municipalidad de Iquique pretenda sostener que debemos pagar a nombre de Alto Hospicio $60 millones mensuales por la basura ingresada, en circunstancias, que durante años como comuna, especialmente, los residentes de El Boro, han debido soportar la contaminación y el menoscabo de su dignidad y salud por el impacto del vertedero que recibe el acopio mayoritario de los desechos de Iquique.

Como municipalidad lamentamos la detención de tres dirigentes vecinales de nuestra comuna, quienes legítimamente movilizados – en una cruzada que compartimos íntegramente – sólo han pretendido recordar a las autoridades del municipio de Iquique los compromisos asumidos para asegurar a sus familias un ambiente libre de contaminación, tal como se los consagra nuestra carta fundamental.

Conforme a lo expuesto, entendemos que son las autoridades de gobierno regional, encabezadas – principalmente- , por la intendenta Claudia Rojas, quienes deben asumir un rol más protagónico en pos de dar una pronta solución al drama de muchísimas familias hospicianas y al conflicto, que la erradicación del vertedero de El Boro ha generado.

En este sentido, la Municipalidad de Alto Hospicio ha dado pasos firmes y seguros, desarrollando su propio proyecto de vertedero, sin perjuicio de mantener la voluntad de alcanzar acuerdos con la casa consistorial iquiqueña. Finalmente, fortaleciendo el compromiso de nuestros dirigentes por erradicar el vertedero de El Boro, reafirmamos nuestro rechazo al burdo endoso que de la problemática en cuestión ha pretendido realizar el administrador del desastre, que no es otro, que el municipio Iquique.

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