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Víctor Guerrero Cossio/ Dr. En sociología. Académico UNAP. Recientemente se ha sabido de la renuncia de Juan Carlos Liendo a su cargo de SEREMI de Medio... Cerro Colorado: economía y sociedad

victor guerrero c. ComenVíctor Guerrero Cossio/ Dr. En sociología. Académico UNAP.

Recientemente se ha sabido de la renuncia de Juan Carlos Liendo a su cargo de SEREMI de Medio Ambiente, luego de conocerse su disposición al rechazo de la solicitud de ampliar las operaciones de la minera Cerro Colorado, las que arriesgan importantes patrimonios naturales y culturales en el entorno de los yacimientos que opera en la región de Tarapacá.

Si bien la renuncia del SEREMI ya es un hecho importante, lo es más el significado profundo de esta renuncia inducida por el ministro del área, puesto que lo sitúa en el mismo lugar de la intervención que hizo el ex presidente Piñera en otras importantes decisiones de intervención ambiental. Aunque ahora no se trata de una decisión unilateral, pues al menos el ex seremi Liendo se basó en informes técnicos.

Más allá del hecho puntual, de suyo grave, es importante considerar que la minería del cobre es hoy el aporte más importante del PGB regional, del empleo mejor remunerado y baluarte en la economía local. Cerro Colorado es uno de los tres gigantes mineros que han llevado a la región de Tarapacá al sitial top entre las que más crecen en el país.

Por cierto, las razones culturales y ambientales que condujeron a rechazar la declaración de impacto ambiental para extender sus operaciones son valederas, pero conviene evaluar las consecuencias sociales y económicas que ello traerá consigo. Quizás sea el momento oportuno de cambiar el modelo extractivo vigente –no tocado durante 24 años de gobiernos democráticos- y avanzar hacia una minería más responsable con su entorno cultural y ambiental, que agregue a ello a los otros dos colosos: Quebrada Blanca y Collahuasi.

En el caso de BHP Billiton, principal accionista de la minera en cuestión, también extrae cobre en su país de origen -Australia- donde es sometida a las regulaciones legales vigentes en ese país y su actividad es claramente más amistosa con la cultura y el medio ambiente. El problema es que en Chile tienen mayores licencias y en el apetito voraz del Capital privado simplemente externalizan costos que en su patria deben contemplar en sus proyectos de inversión.

A diferencia de Chile en Australia son múltiples y rigurosas las exigencias:

1) En las concesiones mineras otorgadas el Estado entrega lo justo para explotar. Los desmontes estériles se talucean, preparan y se plantan especies nativas a medida que se avanza.
2) Deben utilizar, reciclar y reutilizar el agua tantas veces como sea necesario para sus procesos y su regadío de los desmontes con plantas nativas.
3) De manera estructural y no paliativa se preserva el patrimonio cultural y los derechos de la población originaria.

Estas y otras exigencias BHP Billiton debe cumplirlas en sus países de origen, y debería hacerlo en Chile. Por ello, este proceso de solicitar la extensión de sus operaciones debería dar paso al cambio de modelo extractivo que se realiza en Chile y particularmente en Tarapacá. Seguramente habrá que enfrentar el chantaje económico y lobby que seguramente realizarán sus ejecutivos a nivel ministerial central.

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