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Cambio21/ Por Pilar González L- El ministro de Obras Pública quiere instalar 14 banderas gigantes en cada región de Chile, similares a la que se... El plan de Golborne de instalar «mi banderita chilena» en todas las regiones cuesta 12 millones de dólares

Cambio21/ Por Pilar González L- El ministro de Obras Pública quiere instalar 14 banderas gigantes en cada región de Chile, similares a la que se encuentra frente a La Moneda. ¿El motivo? no está claro, solo es visto como un nuevo acto de campaña del secretario de Estado.

Es sabido que los ministros presidenciables están en campaña, algo que por supuesto niegan pero que cada día es más notorio.

Este es el caso del ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, quien pretende instalar enormes banderas chilenas en todas las regiones del país, proyecto que podría entrar en suspenso tras el magro resultado en cuanto a intención de voto obtenido en la última encuesta CEP (solo 9%).

Los emblemas patrios son símiles de la bandera gigante emplazada en la Plaza de la Ciudadanía en Santiago, frente a La Moneda,  y se trata de un proyecto cuya licitación ya comenzó y que ha desatado una enorme polémica, ya que el monto de dichas banderas supera los 5.700 millones de pesos.

Así es como Concepción será la primera ciudad donde se instalará una de las banderas Bicentenario, y que sólo en el Bio-Bío supera los 350 millones de pesos. Según la ficha de licitación publicada por la institución pública, la suma es de 375 millones 436 mil pesos. En todas las regiones las sumas alcanzan cifras similares, sin embargo en Valparaíso, el proyecto bordea el millón de dólares.

Frente a ello, el Intendente de la región del Bio-Bío, Víctor Lobos, señaló que se trata de una bandera que es tan sólo 4 metros más pequeña que la de Santiago, la cual será puesta detrás de la Gobernación Regional con un mástil de 40 metros de alto y que podrá ser vista desde toda la costanera.

Además se dio a conocer que la iniciativa había sido «objetada» por el Sistema Nacional de Inversiones (SNI), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social que dirige Joaquín Lavín, en febrero pasado, por carecer de «rentabilidad social». Pese a ello el ministerio de Obras públicas se las habría arreglado para validar el proyecto de una manera inusual, según el sitio yonovotéporél, esta licitación se dividió en 14 partes (una por cada región), lo que le permitió al ministro Golborne saltarse la toma de razón de la Contraloría.

Es necesario mencionar que un proyecto sea objetado por el SNI implica varias cosas. Primero, está mal formulado. Segundo, no se ajusta a las políticas sectoriales. Tercero, no es socialmente rentable, entre otros tópicos.

De hecho, debido a que los montos son «subestimados» es altamente probable que el monto de 5.700 millones de pesos suba hasta una cifra mayor. Todo lo anterior, sin contar la mantención de las estructuras en el tiempo.

Indignación por despilfarro de millones

Frente a este derroche de millones, el diputado Gabriel Ascencio (DC) ingresó en la Contraloría General de la República una petición para que se investigue la legalidad de la licitación ordenada por el ministro presidenciable.

A juicio de Ascencio en el proceso de licitación se vulneraron varios principios de la legalidad vigente, por lo que este proyecto debiese paralizarse. «Cada una de las banderas tiene un costo que oscila entre 300 y 500 millones de pesos y ninguna de ellas pasará por el control legal de la Contraloría, ya que se usaron bases de licitación tipo y los montos permiten obviar dicha revisión previa», dijo el diputado.

Por su parte en conversación con Cambio21, el diputado Fernando Meza (PRSD), señaló que «en la primera oportunidad en que conversé con el presidente Piñera le hice ver lo bonito que sería recobrar el amor por nuestros valores patrios y la simbología incluida la bandera y todas las tradiciones chilenas que hay. Le hablé de la importancia de poder izar la bandera en cualquier momento y no solamente en las Fiestas Patrias. Creo que el Presidente recogió con bastante entusiasmo esta idea. Pero jamás pensé que hoy en día el ministro «Globorne» (porque creo que se va a desinflar muy pronto, afirmó proféticamente) iba a recurrir a esta parafernalia circense de transformar nuestra bandera en la sábana nacional».

«Estoy absolutamente en contra de que esto suceda, porque sencillamente es un despilfarro y el sentirnos chilenos no pasa por el tamaño de la bandera que nos va a instalar el ministro. Una humilde bandera de Fiestas Patrias de papel agitada por un niño refleja el mismo sentimiento patriótico que estas gigantescas sábanas».

Por último, el diputado señala que «550 millones de pesos es igual a 500 mediaguas, y es mucho más rentable, patrióticamente hablando, instalar estas mediaguas que instalar una bandera. Pero gastarse un millón de dólares en una sábana nacional me parece un gasto excesivo, innecesario y que se puede traducir en mucho más valor si lo dedicamos a cosas como la construcción de viviendas que tanta falta hacen o mejorar las que ya existen», concluyó.

Mientras que para el senador Jorge Pizarro (DC) se trata de una «maniobra publicitaria burda grosera de intervencionismo político tratar de promocionarse», y una falta de respeto a los ciudadanos de regiones.

«Es una falta de respeto al sentido común de los ciudadanos. Es una falta de respeto a la gente de las regiones que no tienen recursos para financiar obras que realmente les interesan, como caminos. Vialidad debería estar preocupada de mejorar los caminos interiores, los caminos rurales, hacer conectividad. Vialidad debería estar preocupada de ser eficiente en el llamado a licitación de los proyectos que se demoran y se demoran», enfatizó.

Por su parte, el diputado Carlos Montes (PS) dijo a Cambio21 que «no veo ningún problema en que ministro Golborne haga campaña con su propia plata, pero que con los recursos de todos los chilenos la haga, la verdad es que en eso la Contraloría debería intervenir. Con eso no está anunciando ninguna obra nueva, simplemente está tratando de proyectarse como candidato y gastarse 5.700 millones de pesos cuando en Chile hay tantas necesidades es algo que genera una indignación bastante grande».

«Insisto: que las pague Golborne con su plata, que no abuse y si no tiene la autorización del Sistema Nacional de Inversiones tendremos que fiscalizar eso una vez que se tengan todos los datos. Que el ministro de Planificación Lavín hable de ingreso ético cuando todo el mundo sabe que no se llama así, son parte de operaciones mediáticas que hacen mucho daño, porque están tergiversando las cosas y no respetando las instituciones», concluyó.

 

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