Edición Cero

Cambio21 / Por Pilar Guevara.- Alrededor de 950 millones de personas en todo el mundo son usuarios de las diferentes redes sociales, entre ellas You... “Para muchos, redes sociales se han convertido en bitácora de su vida a través de un medio digital», dice experto

Cambio21 / Por Pilar Guevara.- Alrededor de 950 millones de personas en todo el mundo son usuarios de las diferentes redes sociales, entre ellas You Tube, Google+, Facebook y Twitter. Los expertos se preguntan si las personas se están convirtiendo en individuos solitarios que necesitan cariño, aunque sea por Internet.

Era tal la fama de Mark Zuckerberg, fundador y máximo responsable ejecutivo de Facebook, que por el solo hecho de ingresar a la Bolsa de Valores la última semana de mayo, se pensó que su fortuna crecería como la espuma. Error: se fue al piso. Ya no es una de las 40 personas más ricas del mundo.

Su fortuna bajó de US$ 16.200 millones el 25 de mayo hasta US$ 14.700 millones, por efecto de la caída de sus acciones. Éstas se desplomaron 9,6% hasta US$28,84. El peor desempeño en el último decenio. ¿Qué pasó? «Se emitieron demasiadas acciones», dijo Jack Ablin, del BMO Harris Private Bank de Chicago. «La valoración fue agresiva y mucha gente que hizo cola para comprarlas, en realidad no tenía intención de retenerlas».

La desafortunada aventura bursátil de Zuckerberg le llegó como impensado regalo de matrimonio. Facebook salió a la Bolsa al día siguiente de que su mentor, de 28 años, contrajera matrimonio con su polola de siempre, la recién titulada médico pediatra Priscilla Chan, «bonita, aunque con ojos desiguales», según el periodista chileno Nicolás Luco, que navega en aguas cibernéticas como un viejo corsario.

950 millones de adictos

Caer en la lista de millonarios puede que no haya afectado al ex alumno de Harvard y menos a sus millones de seguidores en la red, convertidos en «adictos» a la comunicación por esta vía.

Es tal la popularidad de estos nuevos medios, que decir que no se tiene Facebook o una cuenta en Twitter convierte inmediatamente a esa persona en «desactualizada», casi estrafalaria. Según las estadísticas, más de novecientos cincuenta millones de personas en todo el mundo son usuarios de las diferentes redes sociales.

«La cantidad de usuarios que tienen las redes sociales es gigantesca y cada día son más. La hiperconectividad, sin embargo, está deformando su percepción de la realidad y conceptos como ‘vida privada’ están comenzando a ser algo obsoleto», sostiene a Cambio21, Cristián Chamorro, comunicador multimedia y magister en Comunicación y periodismo digital.

«Buenos días», «Vengo llegando», «Que rico mi almuerzo», «Tengo sueño», son algunas frases típicas que se observan navegando por alguna de las redes, obviamente acompañadas por imágenes que detallan aún más lo que esa persona quiere expresar. Pero, momento, ¿a quién le hablan? ¿Quién los lee o los escucha? Seguramente no se lo han preguntado y sólo han sido consumidos por la necesidad de figurar, sentirse parte de lo que sucede, ser escuchados o quizás admirados por personas que probablemente nunca van a conocer.

«Para muchos, las redes sociales se han convertido en una bitácora de vida digital que les permite plasmar hasta lo más íntimo hasta lo más trivial de sus vidas, dejando de lado el pudor y las ataduras. El ‘qué dirán’ es algo que no pasa por su mente en ningún momento, al igual que cuestionarse lo que están contando o escribiendo. Sólo les importa plasmar en ese minuto lo que sienten, observan o piensan», agrega Chamorro.

Los casos extremos

Enrique Echeburúa, catedrático de Sicología Clínica de la Universidad del País Vasco, España, explica que un adulto abusa de Internet cuando está conectado más de tres horas al día, en los adolescentes, este límite es de dos horas, si además existe privación del sueño (menos de 5 horas) y se prefiere navegar a tener otro tipo de relaciones sociales, se puede pensar que una persona tiene riesgo de adicción.

En redes sociales virtuales como Facebook y Twitter se puede entrar en contacto con muchas personas a las que no se conoce en la realidad y a las que no se tiene acceso; «este hecho atrae a quienes apenas tienen una red social formada, que tienden a sobreexponerse para ser más conocidos: mandan fotos, chatean y cuelgan fotografías incluso de su intimidad», explica Echeburúa.

El catedrático piensa que las nuevas tecnologías permiten que con un solo clic la persona pueda desinhibirse rápidamente, crear identidades falsas o dar una imagen propia que no corresponde con la realidad, lo que genera una tensión emocional que favorece la adicción.

La adicción a internet suele afectar a las personas que sicológicamente o por la edad son más vulnerables. Un grupo al que hay que prestar especial atención son los adolescentes, porque reúnen características de riesgo: impulsividad externa, necesidad de relaciones nuevas y autoestima baja.

Se recomienda evitar, en el caso de los adolescentes, que tengan computador en su habitación y que naveguen solos. Algo de veras muy difícil de lograr. El especialista español indica que si los padres que no consiguen reconducir la situación, deben acudir a un médico o a un centro de salud mental.

La adicción a las redes sociables es comparable a cualquier otra, tales como el juego (ludopatía), el trabajo (los «trabajólicos») el cigarrillo, el alcohol y el sexo. Esta adicción se manifiesta como una ansiedad compulsiva por estar siempre conectado a Internet por medio del celular, de una laptop o desde la computadora de la universidad o del trabajo.

Cada día la gente se vuelve más «anti-social», aunque suene paradójico. Basta sólo con observar un vagón de metro, una plaza e incluso una junta de amigos, y darse cuenta cuántos son los que tiene su teléfono móvil en la mano y están twitteando, viendo su Facebook, leyendo o mandando mensajes. Y qué decir de los juegos. La relación persona-persona se está perdiendo. Es un tema que debiese comenzar a preocupar a la sociedad.

Muchas son las parejas que ven complicada su relación por culpa de esta adicción. También el rendimiento académico se ve afectado. Muchos jóvenes duermen muy pocas horas para mantenerse conectados con sus amigos en Internet.

Internautas al hospital

El hospital italiano Policlínico Gemelli, creó el 2009 en Roma una división para tratar a los adictos a Internet. En general, se trata de pacientes jóvenes apasionados de los videojuegos y de chatear hasta perder todo contacto con la realidad.

«La adicción a Internet se está volviendo un problema común y afecta a cerca del 40% de los llamados ‘internautas’, los usuarios habituales de las redes virtuales», explicó Federico Tonioni, el siquiatra que se encargó del proyecto.

Entre los síntomas de dependencia a Internet, patología identificada en 1995 por el siquiatra estadounidense Ivan Goldberg, figuran los problemas de sueño, la alteración de la noción de tiempo y espacio, dificultades para comunicarse con los demás, ansiedad y depresión cuando la persona se aleja del sistema global de redes de comunicación. «Se trata de los mismos síntomas que afectan al drogadicto y al alcoholizado», explicó el experto.
Clasificación de adicciones

Los expertos han clasificado las adicciones de la siguiente manera:

Sexual: La compulsión por bajar fotos y videos de sitios web pornográficos o redes sociales alusivas al tema. También relacionarse virtualmente con otras personas, cuyo fin es intercambiar experiencias sexuales empleando el chat o la web cam.

Relaciones: Es la compulsión por estar siempre conectado en la red social. Implica ser un coleccionista de amigos y dedicar mucho tiempo a la decoración del muro o perfil. «En este sentido hemos visto casos de personas que están más de 18 horas conectadas y al pendiente de su red social», explican.

Compras: Hace alusión a los sitios de juegos o apuestas y compras. Este tipo de adicto puede literalmente vaciar su tarjeta de crédito en sitios tipo iTunes, o bien pasar horas en sitios como casinos virtuales», manifiestan.

Adicción a las descargas: Es la búsqueda compulsiva de información de todo tipo y de productos, principalmente software libre o shareware e ciertos sitios Web. «Es el principio del hacker.»
Síntomas de adicción

El uso de las redes sociales es algo cotidiano, normal en nuestros días. Pero pasar demasiado tiempo en ellas puede convertirse en un mal hábito. Si el hecho de tener perfiles activos que utiliza regularmente en Facebook, Twitter, Google+, MySpace, YouTube… no le hace pensar al lector que es un adicto, quizás estos diez hábitos que ha definido Jeff Bullas, dueño del blog Jebbullas.com, le den una idea de cuál es su estado.

1.- Dejas el iPhone olvidado en casa y te sientes perdido, aislado del mundo, porque no puedes comprobar las actualizaciones de Facebook y Twitter mientras estás fuera, en el trabajo, en la oficina.

2.- Compruebas tu cuenta de Facebook aproximadamente, 20 veces al día.

3.- Si no recibes un comentario en el último post que acabas de publicar en tu blog en menos de 12 horas, piensas que ya tus lectores te han abandonado y comienzas a plantearte el suicidio.

4.- Te niegas a irte de fin de semana sin llevarte tu ordenador portátil.

5.- Tienes más íconos de redes sociales en tu iPhone que aplicaciones de productividad.

6.- Te has comprado un iPad -haciendo incluso cola el día que se puso a la venta- y sólo lo usas para poder actualizar Facebook, desde una pantalla más grande que la del móvil cuando estás fuera de casa.

7.- Tienes más amigos online que en la vida real.

8.- Tuiteas desde el móvil mientras vas andando.

9.- Te conectas a Facebook incluso antes de lavarte los dientes por la mañana.

10.- Compruebas las últimas actualizaciones en Facebook y Twitter ya desde la cama, antes de irte a dormir.

Los hombres son de Twitter, las mujeres son de Facebook

El estudio Porter Novelli, centrado en el análisis de las redes sociales, concluyó que los hombres optan por privilegiar el uso de Twitter, mientras ellas prefieren Facebook, evidenciando de esta manera que son más activas desde el punto de vista social.

La investigación realizada con los datos de 10 mil usuarios del Reino Unido, Francia, Alemania, España, Portugal, Bélgica y Holanda, mostró que el 65% de ellas ha accedido a medios sociales al menos una vez, mientras que sólo el 55% de ellos lo ha hecho.

Igualmente, las mujeres tienden a utilizar más las redes sociales para profundizar lazos de amistad. El 94% de las mujeres se conecta para revisar lo que sucede en la vida de sus amigas. Por su parte, los hombres son más propensos a mostrar su estado u opiniones

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