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Sin duda que la decisión del Colegio Médico, de llamar a sus asociados que ejercen labores directivas y de jefatura en las instituciones que... Colegio Médico de Iquique: “Hemos navegado sin capitán y sin brújula”

Dr. Nelson Garrido, Presidente de la Asociación de Funcionarios Médicos del Hospital Regional y Dr. Juan CarlosLiendo, Presidente del Colegio Médico Regional Iquique.

Sin duda que la decisión del Colegio Médico, de llamar a sus asociados que ejercen labores directivas y de jefatura en las instituciones que manejan la salud pública, va a provocar un gran impacto político y en la opinión pública. Especialmente por el lapidario diagnóstico que realizan, pero también, porque deciden tomar protagonismo e iniciar un movimiento que permita avanzar en las soluciones.

Es de fundamental importancia la actitud asumida por los médicos, ya que la forma como se administra la salud pública, afecta directamente en las personas más vulnerables de la comunidad.

Los médicos identifican como un problema históricamente grave, la designación de uno tras otro directores (as) del Hospital Regional de Iquique, generando una suerte de ingobernabilidad. Por ello llaman a recobrar lo que denominan el “Gobierno Clínico”.

“En los últimos años ha habido una docena de directores, lo que no ha permitido darle continuidad y coherencia a la gestión”, señalan.
A continuación, los principales problemas que afecta a la salud pública y que identifica el Colegio Médico de Iquique:

Falta de medicamentos adecuados en policlínicos de especialidades, Servicio de Urgencia e incluso en áreas tan vitales como la UCI.

Carencia de Pabellones Quirúrgicos  para responder a la alta demanda de enfermedades rotuladas como no AUGE, en donde administrativamente solo se les está solo dando prioridad a las patologías GES, descuidando las otras que también son importantes, y que incluso en algunas especialidades son numéricamente mayores a las que presentan garantías de vencimiento por ley.

Necesidad de un segundo pabellón quirúrgico en el Servicio de Urgencia. Es inadmisible que un «Hospital de Urgencia», como es el nuestro, cuente con un solo pabellón en donde tienen concurso varias especialidades quirúrgicas. Esto impide a este estamento ser 100% resolutivo, colapsando las camas en los diversos Servicios, e impidiendo a estos programar cirugías electivas que permitan reducir las listas  de espera tanto AUGE como no AUGE.

Jefaturas Clínicas en manos de profesionales no médicos, lo que no permite tener un referente técnico objetivo en relación a los aspectos directamente relacionados con la especialidad propiamente tal.

Gran parte de los facultativos no son considerados en la toma de decisiones al interior del hospital, lo que a nuestro juicio es la génesis de todos los problemas de operatividad en el menester médico hospitalario.

 Falta de liderazgo en el estamento directivo del Hospital. Desde hace algunos años han pasado al menos una decena de directores suplentes que no le han dado una continuidad coherente y consecutiva a una gestión que requiere una consecuencia lógica que permita obtener resultados evidentes en un mediano plazo. Es decir, hemos estado navegando sin capitán y sin brújula.
Es importante señalar que la gestión en salud debe ser una política de Estado, y no responder solo a las iniciativas coyunturales de quien esté temporalmente a la cabeza de una Dirección determinada.

Y concluyen los médicos señalando que «cuando tengamos la capacidad de incorporar estos conceptos en nuestro entorno, las cosas deberían comenzar a cambiar».

Sin duda lis asociados del Colegio Médico de Iquque pusieron el dedo en la herida de la salud pública. A esperar las reacciones.

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